Revista de Ciencias Ambientales (Trop J Environ Sci). (Enero-Junio, 2019). EISSN: 2215-3896. Vol 53(1)
DOI: http://dx.doi.org/10.15359/rca.53-1.10
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Mateo N.
El sector filantrópico: ¿Nueva frontera para financiar investigación e innovación agrícola, forestal y ambiental?
The Philanthropic Sector: The New Frontier to Support Agriculture, Forestry and Environmental Research and Innovation?
Nicolás Mateo1
Resumen
La riqueza y la desigualdad continúan aumentando en todo el mundo, y aunque la última representa un desafío muy serio, la primera ofrece oportunidades para atender disparidades sociales y económicas que merecen ser analizadas. El sector filantrópico, como cualquier otro, muestra limitaciones y problemas, pero también ha brindado resultados e impactos significativos en áreas tan relevantes como educación, salud, pobreza, agricultura y ambiente, por citar algunos. Los datos, la experiencia y los resultados –considerados en este documento –señalan que un marco apropiado con reglas claras para el sector filantrópico podría resultar en programas e iniciativas de interés nacional. En este marco, la principal conclusión es que a Costa Rica le conviene desarrollar un sólido marco conceptual y operativo que estimule e incentive la actividad filantrópica. Se cuenta ya con diagnósticos y línea de base a partir de las cuales pueden desarrollarse los pasos siguientes.
Palabras clave: Ciencia; desigualdad; filantropía; innovación; riqueza; tecnología.
Abstract
Wealth and inequality continue to increase all over the world and, although the latter represents a very serious challenge the former offers opportunities deserving careful consideration. Even though the philanthropic sector, like other sectors, is fraught with shortcomings and weaknesses it has also brought about significant impacts on key areas like education, health, poverty, agriculture and the environment. Data, experiences and results –considered in this document– indicate that a proper framework and clear rules could enhance and support important programs and initiatives. In this context, the key conclusion of this article is that Costa Rica should develop a solid conceptual and operative framework to incentivize philanthropic activity. The country possesses already baseline and diagnostic studies and therefore only needs to define the next steps.
Keywords: inequality; innovation philanthropy; science; technology; wealth.
1.Introducción
Cuando Warren Buffett se reunió con Bill Gates en un pequeño restaurant de Omaha, Nebraska, en 2010 (Figura 1), definieron y concretaron en muy pocos minutos la disponibilidad del primero de aportar unos $45 mil millones de dólares al Compromiso de Dar (The Giving Pledge, en inglés). Esta es una iniciativa de Gates para atraer a personas millonarias del mundo para aportar —como mínimo— la mitad de sus fortunas a causas filantrópicas durante su vida, o en su testamento después de su muerte. El Compromiso de Dar se ha consolidado y cuenta ahora con 183 ultra millonarias firmas de sujetos de 22 países con edades que oscilan entre los 30 y los 90 años2.
La dificultad que surgió en esta reunión fue decidir quién cancelaba la cuenta, un total de $10.99. Según relatan testigos del restaurant, Gates quería pagar, pero al final Buffett lo convenció de que él debería hacerlo, considerando que estaban en Nebraska, su residencia y la base principal de sus empresas. ¡No se reportó el monto de la propina que pudo haber recibido quien los atendió!
Figura 1. Buffett y Gates en el marco de la negociación para fortalecer el Compromiso de Dar en el 20103.
La filantropía ha existido siempre y se refleja en un espíritu de buena voluntad hacia el bienestar de otros seres, materializado en esfuerzos concretos de ayuda, apoyo y desprendimiento. La Real Academia de la Lengua Española (RAE) la define como amor al género humano. No significa lo mismo que caridad, término con el cual se le asocia a menudo, la que según la RAE es una actitud solidaria con el sufrimiento ajeno o un auxilio que se presta a grupos necesitados. Como el ying y el yang, la avaricia es también parte de la historia de la humanidad, su contraste con la filantropía resulta evidente al igual que su representación (Figura 2).
Figura 2. Una representación que muestra el contraste entre avaricia y filantropía.
La filantropía ha sido organizada e incorporada como actividad en la legislación de muchos países, aunque con menor formalidad en el nuestro y América Latina en general, e incluye incentivos de reducción de impuestos para individuos u organizaciones que contribuyan con sus recursos a llenar necesidades y oportunidades en la sociedad. Se ha gestado un proceso evolutivo hacia ayuda estratégica de largo plazo, que evite, en parte, necesidades de ayuda futura derivadas de crisis o emergencias mayores. Numerosas acciones del sector filantrópico –a pesar de que existen estudios críticos y opiniones contrarias– han tenido un impacto significativo en la salud, la seguridad, el ambiente, la educación, la investigación y el bienestar de países, comunidades e individuos alrededor del mundo.
Como en cualquier otra actividad humana, algunos estudios críticos señalan debilidades importantes del sector. Gerry Sabole, del Centro de Fundaciones Europeas,4 resalta la poca capacidad de aprendizaje que han tenido las organizaciones filantrópicas. En su opinión, muchas fundaciones logran lecciones importantes, pero no las internalizan. Otros señalan casos de corrupción en el uso de fundaciones filantrópicas para beneficio personal5, dando un mal nombre a una actividad que, en su mayoría, persigue objetivos nobles.
Quizás no sea estrictamente correcto hablar de filantropía clásica o tradicional, como la que conocimos hace varias décadas con fundaciones como Ford y Rockefeller. Sin embargo, el término resulta útil para denotar y diferenciar la evolución del sector hacia nuevas formas o estrategias de apoyo, en particular la denominada filantropía corporativa, la cual ha cobrado gran importancia en los últimos años –inclusive en América Latina– apuntando hacia un fuerte compromiso de responsabilidad social por parte del sector empresarial6. Otra tendencia se conoce como filantropía de la diáspora7, asociada a las remesas de dinero y otros recursos que aportan emigrantes a causas diversas en sus países de origen. Los diferentes tipos de filantropía coexisten y son el resultado de una evolución y no de una revolución.
El propósito de este documento es lograr un mejor entendimiento del mundo filantrópico y facilitar el análisis de oportunidades futuras de financiamiento en temas prioritarios. En este artículo no se establece un juicio moral en relación con las sumas astronómicas que poseen individuos o entidades alrededor del mundo, lo cual ha resultado en desigualdad creciente y puede incomodar a algunas personas. Parte del hecho de que esta riqueza existe y plantea la posibilidad de construir puentes e incentivos que permitan negociar y utilizar una parte de ella para beneficio de nuestra sociedad.
También es prudente agregar, como habrán notado las personas lectoras, que la información actualizada sobre este sector —con pocas excepciones— no se encuentra en revistas científicas ni en libros especializados, sino más bien en fuentes dispersas o de carácter informal. En este sentido, el artículo representa un esfuerzo de acopio y síntesis en esta temática.
2.Riqueza y filantropía en los Estados Unidos
En los Estados Unidos la legislación para la actividad filantrópica está bien establecida, solamente en 2017 tanto individuos como corporaciones y fundaciones donaron un poco más de $410 mil millones de dólares a diferentes causas y proyectos. Las fundaciones han mostrado un aumento sostenido durante los últimos 5 años del 7.6 %, mientras que el apoyo individual alcanzó un aumento del 5.2 % durante el mismo período8. Los 15 filántropos principales de los Estados Unidos aportaron $14.7 mil millones en 20179.
En este país vivían, en 2017, un total de 74 982 personas ultra millonarias (que poseen un mínimo de $50 millones), lo cual corresponde al 51 % del total mundial10. China ocupa ahora el segundo lugar con un total de 18 138 individuos en esta categoría. La misma fuente señala que el 1 % de la población mundial (aquellos sujetos con recursos iguales o superiores a $710 177.00) son dueños del 49 % de la riqueza total, lo cual comprueba la desigualdad aludida anteriormente.
Entre las áreas de mayor interés para donantes en los Estados Unidos destacan las artes, cultura, salud, ambiente, bienestar animal, educación y religión. La actividad filantrópica está regulada en la sección 501 (c) (3) del código de impuestos donde se distinguen dos tipos de fundaciones: públicas y privadas11:
Públicas: normalmente incluyen iglesias, hospitales e instituciones de educación con un programa activo de recaudación de fondos del público, agencias del gobierno, corporaciones y fundaciones. Su actividad se circunscribe a brindar apoyo directo a objetivos preestablecidos.
Privadas: dependen normalmente de una fuente de financiamiento (individuo, familia, corporación) y presentan dos modalidades12: operativas (distribuyen recursos a sus propios programas o áreas de interés) y no operativas (distribuyen recursos a otras entidades filantrópicas).
Como todo sector, el filantrópico evoluciona constantemente, algunas tendencias significativas analizadas por el Johnson Center13 para 2018 son las siguientes: a) Los grandes entes donantes se tienden a agrupar buscando mayor impacto en causas comunes; b) La nueva generación de donantes utiliza enfoques más precisos, innovadores y basados en resultados e impactos medibles; c) La filantropía se ha globalizado e intenta la adopción de buenas prácticas probadas en otras latitudes; d) La equidad, junto con la diversidad e inclusión, se convierten en principios básicos de la acción filantrópica: e) Se percibe un interés creciente en fortalecer las capacidades y capacitación del sector filantrópico.
Por otro lado, el mundo no es estático y la economía lo es menos. La reciente reducción de impuestos decretada en los Estados Unidos adicionará $1.5 trillones a la deuda del país y se anticipa que también podría causar una disminución en los aportes filantrópicos entre $12 y $15 mil millones, equivalente entre 4 y 6.5 % en 201814.
3.Riqueza y filantropía en Europa
El sector en Europa es muy desarrollado y las fundaciones operan prácticamente en todas las esferas donde su acción tenga posibilidades de impacto: educación, salud, ambiente, arte, cultura, derechos humanos, por nombrar algunas. Se estima que existen más de 114 000 fundaciones en el continente, las cuales poseen un capital estimado de 53 mil millones de euros15.
Europa cuenta con 4.8 millones de sujetos millonarios con una riqueza total de $15.9 trillones y ocupa el tercer lugar en riqueza luego de los Estados Unidos y Asia. El crecimiento de este número de personas millonarias y de la riqueza total fue de 7.3 y 7.8 % respectivamente en 201716.
En Francia existen 4 546 fundaciones con un capital combinado de 21 000 millones de euros, las cuales aportaron en 2016 un total de 7 400 millones a diferentes causas. Cabe resaltar además que el sector empleó un total de 84 000 personas en el mismo año17. En el caso de España el número de fundaciones estimado es de 8 866 (2013) con un capital de 21 469 millones de euros y aportes de 8 066 millones de euros. El sector emplea un total de 213 683 personas18.
De acuerdo con la misma fuente, en Italia19 y en Suiza20 el número de fundaciones y el capital disponible para ellas es considerable, sin embargo, los aportes a causas filantrópicas son menores (Cuadro 1).
Cuadro 1. Características del sector filantrópico en cuatro países europeos
País |
N.o fundaciones |
Capital en millones |
Aporte anual en |
Empleo en el sector |
España |
8 866 |
21 469 |
8 066 |
213 683 |
Francia |
4 546 |
21 000 |
7 400 |
84 000 |
Italia |
6 220 |
64 300 |
1 013 |
n.d. |
Suiza |
13 172 |
65 000 |
1 600-1 800 |
n.d. |
En Europa, el marco legal del sector varía en cada país,21 pero también muestra elementos comunes. Con la excepción del Reino Unido, donde el nivel de regulación es más laxo, el marco legal incluye elementos como el mínimo de recursos necesarios para iniciar la fundación; la naturaleza de esta misma; dónde y cómo registra su actividad; a qué ente compete su supervisión; los órganos de gobernanza; informes requeridos; auditorías; porcentaje de gastos permitidos para administración; remuneración de directivos; entre otros. El marco legal también estipula en cada país los incentivos (deducción de impuestos, por ejemplo) a que tienen derecho las fundaciones, así como sus obligaciones.
4.Riqueza y filantropía en América Latina y el Caribe
Con excepción de las fundaciones, agencias y organizaciones internacionales conocidas en la región (Ford, Rockefeller, Kellogg, BID, FIDA, IDRC, USAID, GTZ y Cooperación Suiza, por citar algunas), el sector filantrópico autóctono, con las excepciones de México y Brasil, está menos estructurado y es menos conocido. Esta situación es desafortunada, dado el crecimiento espectacular de la riqueza en la región y el potencial de crear alianzas innovadoras en ambiente, agricultura, pobreza, salud, arte, cultura y temas afines.
El número de personas millonarias y su riqueza acumulada continúan creciendo en América Latina y el Caribe (ALC), y en 2017 aumentaron 7.8 %22 y 8.8 %23 respectivamente, en relación con 2016. Los datos se representan en las Figura 3 y la Figura 4, para los años 2008, 2013 y 2017, y resalta el hecho de que la región cuenta casi con 600 000 sujetos millonarios, con una riqueza total estimada de $8 742 millones.
Figura 3: Crecimiento del número de personas millonarias en América Latina y el Caribe
Figura 4. Riqueza acumulada en América Latina y el Caribe.
Datos agregados como los anteriores enmascaran la distribución de personas millonarias y de su riqueza. De las 596 200 reportadas en 2017, 171 500 corresponden a Brasil y 126 100 a México. Lo anterior implica que alrededor del 50 % de las personas millonarias de ALC se concentran en solamente dos países.
Los grupos filántropos tradicionales han jugado un papel importante, particularmente desde los años 50, financiando investigación y desarrollo, pero también capacitación y educación. Es más, en algunos países de América Central, la cooperación internacional no solo apoyó, sino que a menudo sustituyó –por lo menos parcialmente– el papel del Estado en actividades como la agricultura.
Los aportes de los EEUU y Europa hacia ALC continúan declinando, dado el estatus de economías de desarrollo medio logrado por la mayoría de los países y el cambio de prioridades que se percibe en algunas de estas agencias. El apoyo ha evolucionado a regiones caracterizadas por pobreza extrema, África y el Sur de Asia, en particular.
El análisis anterior conduce a dos posibles avenidas para el financiamiento de investigación e innovación a futuro: mayores recursos e incentivos por parte de los gobiernos o en alianza con el sector privado o apelar al sector filantrópico nacional o regional (sin duda en una etapa de fuerte crecimiento) para que financie o cofinancie iniciativas y oportunidades de interés. En las notas siguientes se hace referencia a estos dos países y se incluye también el caso de Colombia.
4.1El caso de Brasil
Brasil ha experimentado un cambio de paradigma, evolucionando de un sector filantrópico dominado por la iglesia católica –con énfasis en caridad pública– a inversiones de la empresa privada en el sector social (responsabilidad corporativa), en esencia se ha dado un cambio importante de actuar sobre las causas y no sobre los efectos24. La creación del Instituto Ethos en 1998 fue la punta de lanza del cambio, seguido en 1999 por la creación del Instituto de Inversiones Sociales para el Desarrollo, el cual ha aportado visiones estratégicas orientadas a la inversión social.
Un censo del Grupo de Institutos, Fundaciones y Empresas25 –primera asociación de América del Sur que reúne a inversionistas sociales de la empresa privada– documenta sus aportes y público beneficiario directo. La prioridad número uno en Brasil ha sido la educación, seguida con cifras muy similares por cultura, capacitación y ambiente. El 62 % de los aportes señalados provienen de fundaciones y asociaciones empresariales, el 24 % de empresas y el 14 % de asociaciones familiares y comunitarias. La demanda de lecciones aprendidas condujo a Charity Aid Foundation del Reino Unido a ofrecer capacitación a los grupos filántropos brasileños. El primer curso, organizado en Sao Paulo, atrajo a 15 de las familias más ricas del país26
4.2El caso de México
La filantropía en México muestra tres etapas. De 1521 a 1860 fue dominada por la iglesia católica, la cual controló extensos dominios y propiedades que le permitieron financiar escuelas, hospitales y programas sociales. El segundo período, 1861 a 1960, se caracterizó por una fuerte presencia y dominio del Estado, el cual asumió parte de la responsabilidad de los programas sociales y, por ende, causó un debilitamiento de las organizaciones de la sociedad civil. El tercer período representa los últimos 60 años y se caracteriza por una fuerte participación ciudadana y corporativa en la resolución de problemas sociales.
En 1990 se fundó el Centro Mexicano para la Filantropía (CEMEFI), para fortalecer la participación de la sociedad en su propio desarrollo y para resolver problemas de las comunidades. El Centro se ha abocado a impulsar una visión más moderna e incluyente, más allá del concepto de caridad pública,27 y cuenta con numerosos asociados y asociadas.
Existen iniciativas de interés como la Fundación de Carlos Slim y la Fundación Televisa, la cual, a través de estrategias inteligentes, ha logrado multiplicar sus propios aportes a través de otros sujetos donantes.28
4.3El caso de Colombia
Colombia no posee un sector organizado que permita hacer inferencias sobre inversiones totales o resultados e impactos logrados. A pesar de ello, existen un sinnúmero de organizaciones que cumplen una importante función filantrópica.
Uno de los estudios disponibles29 considera las “fundaciones comunitarias” y otras fundaciones que apoyan temas específicos. Comparten la característica de enfoques o concentración geográfica. Otro tema documentado para el caso de Colombia es la filantropía de la diáspora por medio de la cual población colombiana que vive en el exterior aporta recursos y conocimientos para causas de su interés en su país de origen30.
En la actualidad, las contribuciones de las empresas colombianas han evolucionado de la donación típicamente caritativa a la inversión social y la filantropía estratégica. El enfoque del sector empresarial hacia la responsabilidad social ha venido cambiando a medida que ha descubierto nuevas formas de relacionar la operación de sus negocios con sus actividades sociales. De ahí que numerosas organizaciones que trabajan en diferentes frentes estén siendo apoyadas por centenares de empresas en actividades que no necesariamente les arrojan una retribución mediática en términos comerciales o de marketing31
En este proceso evolutivo, muchas compañías han ido construyendo diferentes modelos de inversión: proyectos propios dentro de la empresa, una nueva fundación, iniciativas sociales de su gremio. El apoyo a las organizaciones sin ánimo de lucro ha venido tomando fuerza y, por medio de ellas, los grupos empresarios están canalizando sus aportes filantrópicos en educación, salud, ambiente, apoyo humanitario, etc. Ahora, estos esfuerzos son medibles en cuanto a su impacto social, mientras que el manejo de los recursos y su distribución son fiscalizados por donantes y terceras personas.
5.Filantropía en Costa Rica
El país muestra una tradición impresionante de solidaridad reflejada en acciones tan loables como la movilización nacional en apoyo a los grupos damnificados del huracán Otto, así como en desastres y tragedias similares. Estas manifestaciones provienen de individuos, organizaciones y sectores vivos de todo el país. Resulta también destacable la acción de los grupos comunitarios, las pastorales de muchas iglesias, los organismos no gubernamentales y varias agencias del gobierno con responsabilidades específicas. A pesar de lo anterior, el país no cuenta con una estructura legal que estimule y dé marco a la filantropía moderna, con reglas claras (marco de acción, responsabilidades, incentivos, gobernanza, etc.).
En 2013 el gobierno impulsó una declaratoria de interés nacional para las empresas sociales32, en el marco de la visita al país de Muhammad Yanus, Premio Nobel de la Paz y creador del concepto de microcrédito. La iniciativa, sin embargo, no se ha acompañado con la reglamentación necesaria. Por esta razón, los beneficios y responsabilidades a que puedan ser acreedores fundaciones o asociaciones sin fines de lucro quedan supeditadas a requisitos vigentes en otras leyes. En el caso de sociedades mercantiles o personas físicas pueden acceder únicamente a aquellos elementos puntuales que la ley reconozca como gastos deducibles.
Un estudio de línea base sobre filantropía e inversión social del año 201533 consideró seis ejes estratégicos: pobreza y desigualdad, educación, salud y nutrición, empleo, vivienda y prevención de violencia, a partir de una encuesta de empresas nacionales y ONG involucradas en responsabilidad social. El estudio determinó, con base en una muestra muy pequeña de las entidades que accedieron responder, que el monto de recursos aportados a causas filantrópicas durante los últimos tres años fue de $27 millones de dólares. A pesar de que esta es una cifra pequeña en una muestra incompleta, revela un potencial importante.
Adicionalmente, un diagnóstico a fondo de responsabilidad social está disponible desde 201634 y constituye un buen punto de partida para el desarrollo futuro de la filantropía moderna. El diagnóstico considera el marco legal de la responsabilidad social como gobernanza, prácticas laborales, prácticas justas, participación y desarrollo comunitario.
En el país, a manera de ejemplo, operan varias fundaciones filantrópicas, una de ella CRUSA35 tiene una larga trayectoria de apoyo a ciencia, tecnología, innovación y desarrollo social. Su propósito estratégico al 2022 considera el impulso a las agendas verde y azul, a modelos de educación participativa e interesantemente el fomento al liderazgo filantrópico. La fundación Costa Rica por Siempre36 es una asociación de carácter privado que procura la conservación de los ecosistemas marinos y terrestres a perpetuidad, mediante la gestión de fondos ambientales y alianzas con gobiernos, sector privado y sociedad civil.
Perspectivas y posible mapa de ruta
La inversión en ciencia, tecnología e innovación en agricultura, silvicultura y temas ambientales es muy baja en Costa Rica y en América Central, especialmente si se compara con Europa, Asia y América del Norte. La filantropía podría llenar vacíos importantes en estos campos, pero para lograrlo se requiere un marco legal moderno y reglas claras de tipo administrativo, operacional y de control. Adicionalmente, el conocimiento del sector ligado a capacitación también resulta necesario para que se generen los vínculos entre entes donantes y sectores interesados.
El sector filantrópico es diverso, y en su accionar moderno difiere de las fundaciones y fuentes de recursos conocidas. Mientras que una fundación tiene, en general, reglas y procesos establecidos, por ejemplo, fondos concursables con temas, objetivos, plazos y requisitos definidos de antemano, la filantropía individual o corporativa —en algunos casos ligada o utilizando capital de riesgo— funciona de manera muy diferente.
Asimismo, un donante individual o corporativo normalmente no anuncia su actividad filantrópica y no mantiene un portal de internet, en el que especifique condiciones y oportunidades de financiamiento. Este tipo de donante explora y se informa de actividades cercanas a sus intereses y prioridades, y establece contacto con personas o agencias que realizan programas o proyectos relevantes, compatibles con su quehacer. Este proceso también funciona a la inversa, es decir, las agencias o individuos interesados en explorar financiamiento deben conocer, informarse y acercárseles para explorar su apoyo potencial; en esencia, los grupos interesados deben “cultivar” al ente donante.
Como fue señalado anteriormente, el ente donante moderno adopta buenas prácticas, generadas en otras latitudes, y parte de enfoques más precisos, innovadores y basados en resultados e impactos medibles, y a menudo se involucra y participa directamente en el proceso. Lo anterior indica que el financiamiento de donantes individuales o corporativos constituye un compromiso muy serio por parte del público beneficiario, debe concentrarse en los objetivos acordados, y mostrar logros tangibles si desea mantener el apoyo en el largo plazo. En el caso particular de Costa Rica, ha dado algunos pasos iniciales y cuenta ya con un diagnóstico y una línea de base. La expectativa es que estos avances puedan facilitar los pasos posteriores.
1 Ingeniero agrónomo, ex secretario ejecutivo del Fondo Regional de Tecnología Agropecuaria (FONTAGRO). Consultor independiente, Costa Rica, nmateov@gmail.com
3 http://johntalks.files.wordpress.com/2010/06/3_buffett_gates-big.jpg?w=500&h=339
4 http://www.efc.be/operations/deja-vu-all-over-again-the-short-attention-span-and-the-cyclical-obliviousness-of-the-philanthropic-and-development-industries/
5 http://www.responsabilidadsocial.cr/2016/04/politicos-abusan-la-filantropia-traves-crear-fundaciones-fines-personales/
6 http://advancedphilanthropy.org/Venture%20philanthropy%20-%20Wikipedia,%20the%20free%20encyclopedia.pdf
8 http://philanthropynewsdigest.org/news/charitable-giving-up-5.2-percent-in-2017-giving-usa-finds?_ga=2.184150182.1841788322.1532723425-1690291149.1532723425
10 https://www.statista.com/statistics/204072/distribution-of-ultra-high-net-worth-individuals-by-world-region/
14 https://www.insidephilanthropy.com/home/2017/12/18/greater-need-reduced-giving-the-tax-bill-as-a-darwinian-pincer-movement
21 http://efc.issuelab.org/resource/comparative-highlights-of-foundation-laws-the-operating-environment-for-foundations-in-europe-2015.html
24 Kisil, M. 2008. Brasil: from charity to social investment. Philanthropy UK. www.philanthropyUK.org/quarterly
25 Grupo de Institutos, Fundaciones y Empresas. Censo GIFE 2009-2010. Sao Paulo, Brasil. 89 p. www.gife.org.br
26 Eyre, B. 2011. Piloting schools for family philanthropists in Brazil and Russia. Charity Aid Foundation. www.philanthropyUK.org
27 Harvard Review of LAC. Mexico. www.drclas.harvard.edu
28 Mexidata 2006. www.mexidata.info
29 Makaia. 2009-2010. State of philanthropy in Colombia: An approach based on the community foundation concept. Global Fund for Community Foundations. 32 p.
30 Diaspora philanthropy. Colombian-American Community Foundations (www.synergos.org/globalgivingmatters/features/0309)
32 (https://www.crhoy.com/gobierno-declara-de-interes-nacional-la-creacion-de-empresas-sociales/nacionales/
33 cb07f9572ebf27f190e6e88e77ce8e7dxintegrarseestudio-filantropiacosta-ricadigital-1.pdf
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