letras

Revista Letras

EISSN: 2215-4094

Número 58 Julio-diciembre 2015

Páginas de la 29 a la 49 del documento impreso

Recibido: 3/10/2015 • Aceptado: 30/10/2015

URL: www.revistas.una.ac.cr/index.php/letras



Hipercorrección ortográfica en la marcación del acento en documentos académicos y divulgativos en Costa Rica1

(Orthographic Hypercorrection Using Accent Marks in Academic and Informative Documents in Costa Rica)

Judit Tomcsányi Major2

Universidad Nacional, Costa Rica

Resumen

Trata el tema de la hipercorrección ortográfica, relacionada con el uso abusivo y la dislocación del acento ortográfico en ciertos tipos de textos en el medio costarricense. Desde el análisis fonológico de Harris, basado en la teoría métrica, y de estudios psicolingüísticos sobre el procesamiento de la palabra escrita (Frost, Taft), se sostiene que esa hipercorrección obedece a un procesamiento lexical de la escritura, típica de sistemas ortográficos opacos, y deja de lado el carácter transparente de la ortografía española. Se identifica una orientación de este procesamiento lexical hacia características marcadas del acento que podría ser la expresión de una concepción particular de la ortografía por parte del hablante.

Abstract

This paper examines data of a special kind of misuse of orthographic accent in Spanish, namely its abusive or dislocated application in certain types of texts in Costa Rica. From the perspective of phonological analysis (Harris) in the frame of metrical theory, and of psycholinguistic research on written word processing (Frost, Taft) we argue that this type of hypercorrection is due to lexical processing, typically related to deep orthographies, leaving aside the basically transparent nature of Spanish orthography. A specific orientation of this lexical processing to accent markedness is identified suggesting a particular conception users have of orthography.

Palabras clave: hipercorrección ortográfica; análisis fonológico; ortografía española

Keywords: orthographic hypercorrection; phonological analysis; Spanish orthography

Hipercorrección ortográfica

En las siguientes páginas se analiza un tema relacionado con la expresión escrita desde el punto de vista descriptivo y lingüístico: un tipo de error ortográfico interesante desde esta perspectiva, ya que parece salirse del patrón esperado. Respecto a los problemas de expresión escrita en general, y los ortográficos en particular, en un estudio de A. Rodino y R. Ross3 se afirma que estos problemas «pueden explicarse, en su casi totalidad, como una interferencia del código oral en el código escrito»4. Los errores ortográficos, según estos autores, obedecen a que «se escribe fonéticamente, tal como se pronuncia, […] los errores se producen en los casos de discrepancia entre [lo] fonético y [lo] gráfico […]. Lo mismo ocurre con la acentuación: […] los estudiantes, al no encontrar rasgos diferenciadores en la pronunciación, y no comprenden ni manejan claramente las convenciones propiamente ortográficas, distribuyen uno u otro signo gráfico, ya sea letra o tilde, al azar»5.

Esta descripción explica los más frecuentes errores ortográficos, como intercambiar las letras c-s-z, b-v, ll-y, etc., u omitir la h, ya que sus diferencias o su presencia no corresponden a realidades fonéticas–fonológicas diferentes. También se puede explicar de esta manera la omisión del acento ortográfico, ya que según la norma, su ausencia no indica necesariamente la falta del acento prosódico. Este último fenómeno es, por mucho, el error predominante en relación con el acento ortográfico, y constituye la mayoría de los errores de este tipo en el amplio corpus de datos con el que los autores citados respaldan sus análisis6.

No obstante, hay unos pocos casos en el corpus de Rodino y Ross7 que muestran otro tipo de error de acentuación ortográfica, muy distinto en su naturaleza y difícil de explicar desde la misma perspectiva:


(1) Dios es lo principal de mi acontecer, y es el hecho heroíco de esa pregunta… (129)

(2) Me gustá tener muchas amistades…(142)

(3) …una vida alegre…, tal como estudiar prácticar un deporte…(142)

(4) …lo que sientó no lo puedo explicar…(142)

(5) …hasta el momento los hemos logrado superar fávorablemente para ambos (150)


Estos datos muestran una ubicación contradictoria del acento ortográfico no solamente respecto al acento prosódico en las palabras específicas, sino también (en el ejemplo 5) respecto a las reglas fonológicas del español, que adquiere en la infancia y domina sin problemas cualquier hablante nativo. Rodino y Ross no investigan los problemas ortográficos, centran su atención en los aspectos léxicos, morfosintácticos y semánticos de la expresión escrita, y con una única excepción, los analizan desde la perspectiva de la oralidad. La excepción es un problema sintáctico: el uso abusivo de los nexos subordinantes el cual, la cual, lo cual y sus plurales. Los autores consideran que, en este caso, se trata de un ejemplo de hipercorrección que, siguiendo a Wolfram y Fasold8 definen como «la sobreextensión de una norma o rasgo prestigioso a contextos lingüísticos en los cuales jamás la usarían los hablantes nativos (…). Esta situación ocurre debido a exigencias de formalidad en el discurso (…)»9.

En relación con la ortografía, Rodino y Ross citan como ejemplo de hipercorrección «la colocación indiscriminada de h al inicio de palabra»10. Desde este punto de vista, la extraña dislocación del acento que se observa en los ejemplos (1) – (5) puede también catalogarse como hipercorrección: el estudiante, quien no tiene la norma ortográfica bajo su control, pero sabe que en un texto bien escrito aparecen tildes, las «distribuye al azar».

En este artículo se parte del concepto de hipercorrección para intentar una descripción exploratoria de este fenómeno y vincular los hallazgos con algunas propuestas teóricas sobre la relación entre ortografía, fonología y el proceso de lectoescritura.

Sistemas gráficos y la ortografía española

Como lo señalan Katz y Frost11, los sistemas de escritura son diseñados para representar la lengua oral, por lo que es de esperar que las características de la oralidad se reflejen también en el proceso que involucra el uso de estos sistemas12. Aunque no hay consenso sobre el papel de la fonología en estos procesos, para Frost13 la discusión concierne principalmente la interacción entre la información fonológica y ortográfica de las palabras. Según este autor, esta interacción puede tener dos alternativas: una, donde la información fonológica se relaciona de forma directa (o prelexical) con los símbolos gráficos para construir a partir de ahí la palabra, u otra, lexical, donde la palabra se identifica a partir de su representación fonológica/ortográfica14 almacenada en el lexicón. Katz y Frost15 consideran que ambas formas se combinan en el proceso de decodificación de las palabras escritas, pero la relativa importancia de cada una depende, entre otros factores, las características del sistema ortográfico particular de una lengua16.

En términos generales, en la bibliografía especializada se distingue entre ortografías transparentes y opacas, con base en el nivel de correspondencia entre fonemas y grafemas. En las ortografías transparentes se cumple el llamado principio alfabético, que consiste en una correspondencia isomórfica entre estas unidades17.

Frost18 mostró que en el serbo-croata, lengua con ortografía absolutamente transparente, el procesamiento de la escritura está basado en el mecanismo prelexical (información fonológica proporcionada por los grafemas), mientras que en el hebreo, con una ortografía muy opaca, el procesamiento ocurre con base en el lexicón, conformado por estructuras fonológica, semántica y ortográficamente abstractas, comunes a varias palabras relacionadas. La selección final de la palabra se hace mediante un proceso de desambiguación fonológica a partir del contexto, o si no lo hay, de acuerdo a la opción más frecuente. Frost propone que la transparencia–opacidad de las ortografías es un continuo, donde el serbo-croata y el hebreo se sitúan en los polos opuestos, mientras que otras lenguas, por ejemplo, el inglés, ocupan posiciones intermedias.

La ortografía española se ha considerado muy cercana al principio alfabético19, a pesar de algunas discrepancias bien conocidas, como la representación de ciertos fonemas por más de una letra (/b/ = b, v; /s/ = s, c, z, x; etc.), o el caso de la letra h que no representa ningún fonema, etc. En cuanto al acento ortográfico, el manual de Ortografía básica de la lengua española de la RAE20 establece que tanto en su función prosódica como diacrítica, la tilde indica siempre acento prosódico en la sílaba donde se coloca.

Así hay en el español una importante relación entre los signos gráficos utilizados en la ortografía y la estructura fonológica, lo que permite suponer que esta juega un papel significativo en el manejo de la lecto-escritura en esta lengua. En las siguientes páginas se analizará un grupo de datos de desviaciones ortográficas en la colocación de la tilde que conducen a una contradicción entre el acento prosódico y ortográfico de las palabras. El análisis nos permitirá arrojar cierta luz sobre los mecanismos de procesamiento que podrían estar en su origen, y reflexionar acerca de una concepción de la ortografía quizás relacionada con la creciente dificultad de la población en el campo de la lecto-escritura.

El corpus fue recopilado entre 2013 y 2014 mediante el método de observación espontánea, que consistió en recoger cada dato en el momento de su aparición en condiciones naturales, sin ningún procedimiento de elicitación. Las fuentes son variadas: se abarcó, principalmente, pruebas escritas presentadas por estudiantes universitarios (de la UNA), pero se incluyeron también datos obtenidos de la prensa escrita, documentos divulgativos tales como volantes o afiches comerciales, así como textos publicitarios.

Características de la hipercorrección ortográfica del acento

En el cuadro 1, se consignan los 55 ítems del corpus recopilado. En algunos casos, se indica entre paréntesis la palabra específica con la ortografía correcta para facilitar su identificación. Los ítems 17 y 18 son dos formas ortográficas utilizadas para la misma palabra, mientras que 10(11) y 28(29) son palabras que en una misma representación ortográfica exhiben dos tildes.

Cuadro 1. Hipercorrección del acento ortográfico (Corpus)

1. acádemico

2. ácustico

3. ádemas

4. álofonos

5. álveolos

6. anunció (=anuncio)

7. apúestele

8. arból

9. asegurá (=asegura)

10. cáracter

11. carácterística

12. contémporanea

13. continúa (= continua)

14. cúal

15. demócracia

16. despúes

17. dialógo

18. díalogo

19. dictamén

20. efectué (=efectúe)

21. eléctronico

22. enfásis

23. envío (=envió)

24. érroneas

25. está (=esta)

26. fónemas

27. fóneticas

28. fonológía

29. fonólogica

30. fragmentó (=fragmento)

31. fránces

32. grámatica

33. Gúapiles

34. hipotésis

35. inválidez

36. luegó

37. médida (=medida)

38. metáforica

39. metódos

40. ójala

41. párasito

42. párentesis

43. práctica (=practica)

44. prácticar

45. público (=publicó)

46. renúevate

47. silába

48. símbolico

49. sístemas

50. sónido

51. támbien

52. telefóno

53. teórias

54. téorico

55. términa (=termina)




Total: 55

Hipercorrección e información fonológica

El procesamiento fonológico prelexical funciona con base en las correspondencias entre la grafía y la estructura fonológica de las palabras. Por lo tanto, los errores de acento ortográfico esperados a partir de esta forma de procesamiento serían aquellos que marcan con tilde el acento prosódico en palabras donde este no se marca (por ejemplo, lavába), o no lo marcan en las palabras donde la norma sí exige (por ejemplo, cafe). La ya comentada frecuencia del «olvido» del acento ortográfico evidencia la fuerte presencia del procesamiento fonológico prelexical en el español escrito. Los casos de hipercorrección representan un tipo de error diferente, como se ha ilustrado en la cuadro 2.

Cuadro 2. Formas existentes e inexistentes en los casos de hipercorrección recopilados

Inexistentes

46 (83.6 %)

Existentes

9 (16.4 %)

1. acádemico

2. ácustico

3. ádemas

1. anunció (=anuncio)

4. álofonos

5. álveolos

6. apúestele

2. asegurá (=asegura)

7. arból

8. cáracter

9. carácterística

3. continúa (= continua)

10. contémporanea

11. cúal

12. demócracia

4. efectué (=efectúe)

13. despúes

14. dialógo

15. díalogo

5. envío (=envió)

16. dictamén

17. eléctronico

18. enfásis

6. está (=esta)

19. érroneas

20. fónemas

21. fóneticas

7. fragmentó (=fragmento)

22. fonológía

23. fonólogica

24. fránces

8. práctica (=practica)

25. grámatica

26. Gúapiles

27. hipotésis

9. público (=publicó)

28. inválidez

29. luegó

30. médida (=medida)

Total: 55 (100 %)

31. metáforica

32. metódos

33. ójala

34. párasito

35. párentesis

36. prácticar

37. renúevate

38. silába

39. símbolico

40. sístemas

41. sónido

42. támbien

43. telefóno

44. teórias

45. téorico

46. términa (=termina)

En el cuadro 2, los datos del corpus se dividen en dos: inexistentes y existentes. Las formas inexistentes son palabras en las que el acento ortográfico corresponde a una pronunciación jamás utilizada por un hablante nativo. Las formas existentes, por otro lado, ocurren realmente en la lengua oral, pero en el contexto donde aparecen en el texto escrito sustituyen la palabra indicada en el cuadro entre paréntesis, con un acento prosódico diferente.

Mientras que las formas inexistentes evidencian claramente la ausencia del mecanismo prelexical para construir la palabra, en las formas existentes la discrepancia (y confusión) se da a nivel gramatical. En el cuadro 3 se detallan los cambios gramaticales que ocasiona el uso erróneo del acento ortográfico:

Cuadro 3. Cambio morfológico y de categoría gramatical en las formas hipercorrectas existentes

Cambio morfológico

3 (33,3 %)

Cambio de categoría gramatical

6 (66,7 %)

correcto

hiper-correcto

tipo de cambio

correcto

hiper-correcto

tipo de cambio

asegura

1. asegurá

modo, persona

continua

1. continúa

nominal→ verbal

efectúe

2. efectué

tiempo, modo, persona

esta

2. está

nominal→ verbal

envió

3. envío

tiempo, persona

fragmento

3. fragmentó

nominal→ verbal

practica

4. práctica

verbal→ nominal

publicó

5. público

verbal→ nominal

anuncio

6. anunció

nominal→ verbal

Total: 9 (100 %)

Conforme al cuadro 3, se trata de pares mínimos, en cuyo caso el cambio de un elemento fonológico (aquí, el acento) conlleva un cambio de significado. Para elegir el miembro del par que corresponde al contexto se requiere la información fonológica almacenada en el lexicón. Las elecciones observadas en el cuadro son erróneas, pero los errores no apuntan a una falta del procesamiento fonológico prelexical, ya que no hay desfase entre la colocación del acento ortográfico y una posible forma fonológica. Examinaremos estos datos más adelante desde la perspectiva del procesamiento lexical.

Hipercorrección e información lexical

El lexicón, originalmente definido en el marco de la gramática generativa transformacional, es un «diccionario» mental que incluye una especificación fonético-fonológica, morfosintáctica y semántica para todas las entradas, especificaciones que constituyen las idiosincrasias de la lengua en particular, más allá de los principios generales. Según propuestas como la de Taft21, esta especificación incluye —en las personas alfabetizadas— referencias ortográficas. Para representar el procesamiento lexical de la escritura, este autor propone en varios de sus trabajos desde 197922 un esquema donde las palabras morfológicamente relacionadas y con semejanzas fonológicas y ortográficas están interconectadas en el lexicón por medio de unidades abstractas, denominadas lemas23. Sin entrar en detalles sobre el modelo presentado por Taft, se puede considerar que las semejanzas ortográficas (y eventualmente, morfológicas) permiten formar grupos de palabras que el hablante utiliza como referencia a la hora de procesar la escritura.

En los cuadros se presentarán dos características de los datos de hipercorrección recopilados que permiten identificar posibles evidencias de procesamiento lexical.

Presencia de acento ortográfico

Cuadro 4. Formas correctas con o sin acento ortográfico, correspondientes a las formas hipercorrectas

Correctas con acento

39 (71 %)

Correctas sin acento

16 (29 %)

1. acádemico (académico)

2. ácustico (acústico)

1. anunció (anuncio)

3. ádemas (además)

4. álofonos (alófonos)

2. asegurá (asegura)

5. álveolos (alvéolos)

6. apúestele (apuéstele)

3. continúa ( continua)

7. arból (árbol)

8. cáracter (carácter)

4. demócracia (democracia)

9. carácterística (característica)

10. contémporanea (contemporánea)

5. dictamén (dictamen)

11. cúal (cuál)

12. despúes (después)

6. está (=esta)

13. dialógo (diálogo)

14. díalogo (diálogo)

7. fónemas (fonemas)

15. efectué (efectúe)

16. eléctronico (electrónico)

8. fragmentó (=fragmento)

17. enfásis (énfasis)

18. envío (envió)

9. inválidez (invalidez)

19. érroneas (erróneas)

20. fóneticas (fonéticas)

10. luegó (luego)

21. fonológía (fonología)

22. fonólogica (fonológica)

11. médida (medida)

23. fránces (francés)

24. grámatica (gramática)

12. práctica (practica)

25. Gúapiles (Guápiles)

26. hipotésis (hipótesis)

13. prácticar (practicar)

27. metáforica (metafórica)

28. metódos (métodos)

14. sístemas (sistemas)

29. ójala (ojalá)

30. párasito (parásito)

15. sónido (sonido)

31. párentesis (paréntesis)

32. público (publicó)

16. términa (termina)

33. renúevate (renuévate)

34. silába (sílaba)

Total: 55 (100 %)

35. símbolico (simbólico)

36. támbien (también)

37. telefóno (teléfono)

38. teórias (teorías)

39. téorico (teórico)

En el cuadro 4, el 71 % del corpus corresponde a palabras que en su forma ortográficamente correcta llevan tilde. Esto revela una característica ortográfica general que el hablante (escribiente) identifica como parte de la forma escrita de la palabra utilizada. En menor medida (un 29 % de los casos), la forma ortográficamente correcta de las palabras no lleva tilde, pero la forma hipercorrecta sí, lo que podría interpretarse como una generalización de la característica «presencia de tilde».

Desplazamiento del acento a la izquierda

Cuadro 5. Tipos de acento en las formas hipercorrectas

Agudas

8 (14,6 %)

Graves

13 (23,6 %)

Esdrújulas

13 (23,6 %)

Sobreesdrújulas

19 (34,6 %)

1. anunció

1. continúa

1. ádemas

1. acádemico

2. arból

2. cúal

2. cáracter

2. ácustico

3. asegurá

3. despúes

3. demócracia

3. álofonos

4. dictamén

4. dialógo

4. fónemas

4. álveolos

5. efectué

5. envío

5. inválidez

5. apúestele

6. está

6. enfásis

6. médida

6. contémporanea

7. fragmentó

7. fránces

7. ójala

7. díalogo

8. luegó

8. hipotésis

8. práctica

8. eléctronico

9. metódos

9. prácticar

9. érroneas

Ambiguas
2 (3,6 %)

10. silába

10. público

10. fóneticas

11. támbien

11. sístemas

11. fonólogica

1. carácterística

12. telefóno

12. sónido

12. grámatica

2. fonológía

13. teórias

13. términa

13. Gúapiles

Total: 55

(100 %)

14. metáforica

15. párasito

16. párentesis

17. renúevate

18. símbolico

19. téorico

Según el cuadro 5, la mayoría de los datos (58,2 %) corresponde a acentos de tipo esdrújulo (23,6 %) y sobreesdrújulo (34,6 %). Estos acentos ocupan las posiciones más alejadas desde el final de la palabra, punto de partida para la asignación del acento. En el cuadro 6 se detalla el desplazamiento que ocurre en las formas hipercorrectas respecto a las formas correctas:

Cuadro 6. Desplazamiento del acento ortográfico en relación con el acento prosódico (SE = sobreesdrújula, E = esdrújula, G = grave, A = aguda, → = dirección del desplazamiento)

Cuadro 6a. Desplazamiento a la izquierda (72,8 %)

SE←E

20 (36,4 %)

E←G

9 (16,4 %)

G←G

1 (1,8 %)

E←A

5 (9,1%)

G←A

5 (9,1%)

acádemico

cáracter

teórias

ádemas

cúal

ácustico

demócracia

inválidez

despúes

álofonos

fónemas

ójala

envío

álveolos

fonológía

prácticar

fránces

apúestele

médida

público

támbien

carácterística

práctica

contémporanea

sístemas

díalogo

sónido

eléctronico

términa

érroneas

fóneticas

fonólogica

grámatica

Gúapiles

metáforica

párasito

párentesis

renúevate

símbolico

téorico

Cuadro 6b. Desplazamiento a la derecha (27,2 %)

G→A

8 (14,5%)

E→G

6 (10,9 %)

G→G

1 (1,8 %)

anunció

dialógo

continúa

arból

enfásis

asegurá

hipotésis

dictamén

metódos

efectué

silába

está

telefóno

fragmentó

luegó

Total (de cuadros 6a y 6b): 55 (100 %)

En el cuadro 6, columna de la izquierda, se enumeran los datos en los que una palabra correctamente acentuada como esdrújula (E), por ejemplo académico, se tilda en la forma hipercorrecta en una sílaba anterior: acádemico, convirtiéndolo en sobreesdrújula (SE). En las siguientes cuatro columnas se muestran otras formas de desplazamiento a la izquierda (←), mientras que en las últimas tres columnas aparecen tres tipos de desplazamiento a la derecha (→). Se observa que el desplazamiento a la izquierda ocurre en un 72,8 % de los casos, frente a un 27,2 % de desplazamiento a la derecha. La diferencia porcentual entre las dos formas de desplazamiento sugiere que el cambio en la posición del acento no se da al azar, sino es el resultado de «querer tildar» la palabra, para que exhibiera uno de los rasgos distintivos del texto (bien) escrito. De esta manera, la hipercorrección emerge como resultado de una generalización equivocada, en este caso a partir del hecho de que las palabras esdrújulas y sobreesdrújulas siempre se tildan. El cuadro 7 ofrece algunos datos interesantes que apoyan la hipótesis anterior.

Cuadro 7. Formas inexistentes con o sin «vecinos» lexicales, morfológica y/o ortográficamente relacionados, con acento ortográfico en la misma sílaba

Con «vecino»

24 (52,2%)

«Vecino»

Sin «vecino»

22 (47,8%)

1. arból

arbóreo

1. acádemico

2. carácterística ←

carácter

2. ácustico

3. demócracia←

demócrata

3. ádemas

4. dialógo

dialógico

4. álofonos

5. díalogo←

día (?)

5. álveolos

6. dictamén

amén (?)

6. apúestele

7. eléctronico←

eléctrico

7. cáracter

8. enfásis

enfático

8. contémporanea

9. fónemas←

fónico

9. cúal

10. fóneticas←

fónico

10. despúes

11. fonológía←

fonológico

11. érroneas

12. fonólogica←

fonólogo

12. fránces

13. hipotésis

hipotético

13. grámatica

14. inválidez←

inválido

14. Gúapiles

15. médida←

médico (?)

15. luegó

16. metáforica←

metáfora

16. ójala

17. metódos

metódico

17. párasito

18. prácticar←

práctica

18. párentesis

19. silába

silábico

19. renúevate

20. símbolico←

símbolo

20. sístemas

21. sónido←

sónico

21. támbien

22. telefóno

telefónico

22. téorico

23. teórias←

teórico

24. términa←

término

Total: 46 (100 %)

En la primera columna se ubican formas hipercorrectas inexistentes que «copian» el lugar del acento en una palabra relacionada en forma (y, eventualmente, en significado), que se identifica como vecino24. Esta palabra se observa en la segunda columna. En la tercera columna aparecen 22 palabras inexistentes que no tienen vecinos con acento en la sílaba correspondiente. Los datos indican que en las palabras de la primera columna, más de la mitad registra desplazamiento a la izquierda (marcadas con una ←), mientras que en la última columna, sin referencia a vecinos, el desplazamiento a la izquierda se da en todos los casos. Estos hechos sugieren que la generalización que rige la hipercorrección ortográfica del acento sobrepasa el alcance de la información particular almacenada.

Respecto a las formas existentes presentadas en los cuadros 2 y 3, se indicó anteriormente que, en ellas, la ubicación errónea del acento no es consecuencia de un problema de procesamiento prelexical, sino lexical, referente a la información morfosintáctica que se expresa gracias al valor distintivo del acento. Conforme al análisis, se nota un paralelismo entre estos casos y las formas inexistentes: en ambas, la acentuación «hipercorrecta» se caracteriza por la presencia de un acento ortográfico en la palabra, con tendencia a un desplazamiento a la izquierda respecto al acento prosódico. En el cuadro 8 se observan los datos según esta perspectiva.

Cuadro 8. Inclusión y desplazamiento del acento ortográfico en las formas hipercorrectas existentes

Inclusión

Desplazamiento

correcto

hipercorrecto

correcto

hipercorrecto

asegura

asegurá

continua

continúa

efectúe

efectué

esta

está

envió

envío

fragmento

fragmentó

publicó

público

practica

práctica

anuncio

anunció

En suma, el análisis del corpus indica que en la hipercorrección ortográfica se deja de lado el procesamiento prelexical, fundamental en el caso de la ortografía española, y se recurre a la información lexical, pero no para considerar las idiosincrasias de las palabras, sino para partir de generalizaciones, tales como la presencia de un acento ortográfico y el desplazamiento a la izquierda respecto al acento prosódico.

Las reglas de acentuación del español y las relaciones marcado – no marcado

En los estudios contemporáneos de fonología española dos elementos resultan interesantes para este análisis. El primero de ellos surge en relación con la clasificación tradicional de los patrones de acentuación del español en agudas, graves, esdrújulas y sobreesdrújulas.

James W. Harris, en un estudio influyente sobre el acento en español, observa:

It seems at first glance that the location of primary stress in Spanish words is subject to a bizarre restriction: it can fall on any one of the last five syllables, but not on the sixth, (seventh, etc.) from the end […]

...6 5 4 3 2 1 (position counting from right)

a.na.li.

a.na.lí.za

a.na.lí.ti.co

a.na.lí.za.me.lo

a.na.lí.ce.se.me.lo

*a.ná.li.ce.se.me.lo

… [H]owever, the words with stress in the two most remote positions (4 and 5) are penultimately stressed verb forms followed by two or three pronominal enclitics (eg. se, me, lo). It is clear that these clitics lie outside the domain of word stress assignment in Spanish, since their attachment to the right edge of a word never triggers rightward migration of stress […]. The domain of Spanish word stress is thus the constituent […] call[ed] the M(orphological) word (with suffixes, without clitics), as opposed to the P(honosyntactic) word (M word plus clitics). In Spanish M-words […] stress is confined without exception to a three-syllable window at the right edge25.

Se puede concluir, pues, que el acento «sobreesdrújulo» no existe en las palabras sin clíticos, dominio propiamente dicho de la asignación del acento. En ese dominio, según Harris, el acento solo es gramatical en alguna de las tres últimas sílabas de la palabra. Desde este punto de vista, llama la atención el significativo grupo de palabras sobreesdrújulas en el corpus aquí analizado que constituye el 34,6 % de los datos (ver cuadro 5). Entre ellas hay una sola palabra fonosintáctica: renúevate. Por lo tanto, no son simplemente formas inexistentes, sino también imposibles, en tanto violan principios básicos de la estructura fonológica del español.

En cuanto a los otros tres patrones acentuales (agudo, grave y esdrújulo), hay consenso entre los lingüistas sobre el carácter canónico, no marcado26 del acento grave: así lo demuestra su mayor frecuencia relativa y su productividad. Núñez y Morales-Front proporcionan datos estadísticos con base en un conjunto de 91.000 palabras, de las cuales el 64 % corresponde al patrón grave27. La productividad de este patrón se manifiesta en la acentuación grave espontánea de palabras nuevas, o pertenecientes a otras lenguas, en la pronunciación del hispanohablante.

También hay argumentos para incluir las palabras agudas en el patrón no marcado28. De esta manera, el esdrújulo resulta ser el tipo de acento marcado, que se puede ilustrar con el análisis que presenta Harris sobre este patrón acentual. En su artículo ya citado29, el autor propone la existencia de un morfema especial, marcado en el lexicón para el desplazamiento del acento a la izquierda. Utilizando la teoría métrica, y partiendo de que la unidad métrica básica en español es el pie binario con núcleo a la izquierda, Harris propone la siguiente forma de fijación para el Parámetro de Límite, encargado de crear el punto de partida para la formación de los pies métricos:



Esta regla tiene dos lecturas: una general, que conlleva la asignación del acento grave, y otra que incorpora la especificación observable entre paréntesis, en cuyo caso se produce el acento esdrújulo. La especificación ]I se refiere a la presencia en la palabra de un morfema que atrae el límite métrico final de la palabra hacia su propio margen derecho, por lo que la sílaba que eventualmente le sigue, queda fuera de la estructura métrica. El resultado es que el pie binario se formará a partir de los núcleos de la penúltima y antepenúltima sílaba, y el acento caerá en esta última.

Como se ve, el acento esdrújulo requiere una especificación lexical, una propiedad extra que no existe en el caso del acento grave, que se obtiene por medio del procedimiento más general. Así, más allá de las evidencias estadísticas, estructuralmente también se confirma el carácter marcado del acento esdrújulo.

Conclusiones

De la observación inicial de los datos recolectados se extrae como rasgo fundamental de la hipercorrección en el acento ortográfico del español su inconsistencia respecto al acento prosódico, a pesar de que la relación entre ambos es absolutamente transparente: el acento ortográfico siempre coincide con el acento prosódico, aunque este no siempre se marca. Esta discordancia afecta no solo la pronunciación (sus productores probablemente nunca tratan de pronunciar las palabras así escritas), sino también el significado, ya que en el caso de los pares mínimos este depende únicamente del acento.

Las inconsistencias en ambos niveles de articulación (fonológico y morfológico) hacen pensar en que, para los «proponentes» de estas formas ortográficas una característica esencial de la ortografía es su opacidad, su divorcio del uso natural de la lengua.

Como complemento del rasgo de opacidad, los datos revelan una característica más: la marcadez. En el apartado 2 se establecieron dos fenómenos como características de la hipercorrección acentual que apuntan a un procesamiento lexical de la palabra escrita: la presencia del acento ortográfico y el desplazamiento a la izquierda. Ambos pueden ser considerados como expresiones de la marcadez.

La presencia (frente a la ausencia) de un acento ortográfico es una marca que se utiliza en la norma ortográfica para indicar palabras tónicas, acentos distintos del básico canónico, o acentos relacionados con configuraciones fonológicas especiales (por ejemplo, sílabas finales de palabra con coda de dos consonantes, o una deslizada). En este sentido, constituyen una opción marcada. En cuanto al desplazamiento del acento, se argumentó su carácter marcado a la luz de un análisis contemporáneo del acento en español.

El carácter marcado o imposible de los patrones acentuales que introduce la hipercorrección ortográfica del acento podría relacionarse con una actitud particular del hablante-escribiente hacia la ortografía, que podría tener como aspectos los siguientes:

Esta actitud es la que parece motivar el fenómeno de la hipercorrección ortográfica aquí presentado y del cual emerge una concepción de la ortografía como espectáculo vacío, parte y expresión de la dificultad inherente del texto escrito. Las razones, probablemente de múltiples factores, tanto psicológicas como socio-culturales y pedagógicas, son tema para futuras investigaciones.


1 Recibido: 3 de octubre de 2015; aceptado: 30 de octubre de 2015.

2 Escuela de Literatura y Ciencias del Lenguaje. Correo electrónico: judit.tomcsanyi.major@una.cr

3 Ana M. Rodino y Ronald Ross, Problemas de expresión escrita del estudiante universitario costarricense (San José, Costa Rica: EUNED, 1985).

4 Rodino y Ross, 17.

5 Rodino y Ross, 36.

6 En 356 enunciados se encontraron 77 errores de acento ortográfico, de los cuales 73 (95 %) corresponden a la falta de la tilde (el restante 5 % corresponde a los errores de colocación innecesaria de la tilde o la hipercorrección). Como los datos de Rodino y Ross corresponden a la década de 1980, se hizo una prueba en 2014 utilizando como base el Diario Extra del 27 de julio de ese año. El resultado fue un 81 % de ausencia de tilde y un 19 % de hipercorrección, por lo que el fenómeno de la hipercorrección puede estar extendiéndose.

7 Rodino y Ross; en los siguientes ejemplos se ha indicado entre paréntesis el número de pagina.

8 W. Wolfram y R. Fasold, The Study of Social Dialects in American English (Englewood Cliffs: Prentice Hall, 1974).

9 Rodino y Ross, 139.

10 Rodino y Ross, 139.

11 L. Katz y R. Frost, «Orthography, Phonology, Morphology, and Meaning: An Overview», reseña de R. Frost y L. Katz, eds., Orthography, Phonology, Morphology, and Meaning (Amsterdam, North Holland: Elsevier, 1992) 1.

12 La bibliografía consultada sobre la interacción entre fonología y ortografía se refiere a estas relaciones en el proceso de la lectura. No obstante, se consideró posible aplicar algunas consideraciones expuestas en este material al tema de la escritura que aquí nos ocupa.

13 R. Frost, «Orthography and Phonology: The Psychological Reality of Orthographic Depth», Haskins Laboratories Status Report on Speech Research SR-99/100 (1989): 162-171.

14 Algunos autores proponen la existencia de un lexicón ortográfico independiente del fonológico (por ejemplo, M. S. Seidenberg, «The Time Course of Phonological Activation in Two Writing Systems», Cognition 19 (1989): 1-30; citado por Frost). Otros (ver: Marcus Taft, «Orthographically Influenced Abstract Phonological Representation: Evidence from Non-rhotic Speakers», Journal of Psycholinguistic Research 35, 1 (2006): 67-78) ubican la información ortográfica en el mismo lexicón único como parte de la representación subyacente fonológica de las palabras.

15 Katz y Frost.

16 El procesamiento individual de la palabra escrita no necesariamente es igual en todas las personas, y depende también de la habilidad y experiencia con la lecto-escritura. Por ejemplo, Taft (ver «Processing of Orthographic Structure by Adults of Different Reading Ability», Language and Speech 44, 3 (2001): 351-376) sostiene que procesar a través de la estructura ortográfica y morfológica indica un lector más experimentado.

17 Katz y Frost, 2.

18 Katz y Frost, 2.

19 Katz y Frost, 2-3.

20 Real Academia Española, Ortografía básica de la lengua española (Barcelona: Espasa, 2012).

21 Ver nota 17.

22 Taft, 353-355.

23 Taft, 366-367.

24 El término vecino hace referencia al concepto de neighborhood («vecindad»), relacionada con teorías que proponen la existencia de una organización interna del lexicón en conjuntos de palabras ortográficamente similares (Katz y Frost, 3).

25 J. W. Harris, «Projection and Edge Marking in the Computation of Stress in Spanish», John Goldsmith, ed., A Handbook of Phonological Theory (Oxford: Basil Blackwell, 1994) 867-887; [A primera vista parece que la colocación del acento primario en las palabras en español es objeto de una extraña restricción: puede caer en cualquiera de las últimas cinco sílabas, pero no en la sexta (sétima, etc.) desde el final.

6 5 4 3 2 1 (posición del acento, contando desde la derecha)...

Sin embargo, las palabras con acento en las posiciones más lejanas (4 y 5) son formas verbales acentuadas en la penúltima sílaba, seguidas por dos o tres pronombres clíticos (se, me, lo). Es claro que estos clíticos se encuentran fuera del dominio de la asignación del acento en español ya que su presencia en el extremo derecho de la palabra nunca desencadena el desplazamiento del acento hacia la derecha […]. De acuerdo con lo anterior, el dominio del acento de las palabras en español es el constituyente denominado «palabra M(orfológica)» (con sufijos y sin clíticos), opuesta a la «palabra F(onosintáctica)» (palabra M más clíticos). En las palabras M del español […] el acento se coloca, sin excepción, dentro de los límites de una ventana de tres sílabas en el extremo derecho]; mi traducción.

26 Los términos opuestos no marcado – marcado se refieren al carácter más simple y natural de un elemento (el no marcado) en oposición a otro, más especificado (el marcado).

27 R. A. Núñez Cedeño y A. Morales-Front, Fonología generativa contemporánea de la lengua española (Washington D. C.: Georgetown University Press, 1999) 211.

28 Véanse Hooper y Terrel (1976), Otero (1986), Roca (1988), Harris (1989, 1991, 1992, 1995) y Morales-Front (1994), citados en Morales-Front, 210.

29 Harris, 877-878.


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