Revista Perspectivas: Estudios Sociales y Educación Cívica
N.° 28. Enero-junio, 2024
ISSN electrónico: 2215-4728
Doi: http://dx.doi.org/10.15359/rp.28.12
URL: http://www.revistas. una.ac.cr/perspectivas
Licencia CC BY NC SA 4.0

Entrevista al Dr. Lindsay Gibson y la Dra. Catherine Duquette para el número especial de la Revista Perspectivas “El pensamiento histórico y el legado del Dr. Peter Seixas”

An Interview with Dr. Lindsay Gibson and Dr. Catherine Duquette: “Exploring Historical Thinking and the Legacy of Dr. Peter Seixas”. A Special Issue of Revista Perspectivas

Entrevista com a Dr. Lindsay Gibson e a Dra. Catherine Duquette para a edição especial da Revista Perspectivas “O pensamento histórico e o legado do Dr. Peter Seixas”

Lindsay Gibson1

Catherine Duquette2

Fecha de recepción: 30/07/2023 - Fecha de aceptación: 15/08/2023

Resumen:

La entrevista ha sido editada por Lindsay Gibson y Catherine Duquette para mayor claridad, brevedad y precisión. Los enlaces a organizaciones, sitios web, artículos, libros y recursos mencionados en la entrevista se han añadido como notas a pie de página. La entrevista reflexiona sobre el modelo de pensamiento histórico del Dr. Peter Seixas, así como sobre su alcance y logros en la asignatura de Estudios Sociales.

Palabras claves: Peter Seixas; pensamiento histórico; Estudios Sociales; Historia.

Abstract:

The interview has been edited by Lindsay Gibson and Catherine Duquette for clarity, brevity, and accuracy. Footnotes have been added to provide links to organizations, websites, articles, books, and resources mentioned in the interview. The interview examines Dr. Peter Seixas’ model of historical thinking, its scope, and its achievements in the subject of Social Studies.

Keywords: Peter Seixas; Historical Thinking; Social Studies; History.

Resumo:

A entrevista foi editada por Lindsay Gibson e Catherine Duquette para maior clareza, brevidade e precisão. Links para organizações, sites, artigos, livros e recursos mencionados na entrevista foram adicionados como notas de rodapé. A entrevista reflete sobre o modelo de pensamento histórico do Dr. Peter Seixas, bem como seu escopo e conquistas na disciplina de Estudos Sociais.

Palavras-chave: Peter Seixas; Pensamento Histórico; Estudos Sociais; História.

¿Podrían hablarnos un poco de quién era Peter Seixas?

LG: La mejor manera de describir a Peter Seixas es utilizar las palabras de su obituario, que escribió antes de fallecer el año pasado. Peter Seixas falleció el 9 de octubre en su casa de Vancouver por complicaciones de un cáncer medular de tiroides, que se le descubrió, por primera vez, en 2013. Le sobreviven su amada esposa durante cuarenta y dos años, Susan Cohen Inman, dos hijas, Naomi de Nueva York, y Mikaela de Vancouver, su hermana Abby (Mark Horowitz) de Seattle, y su hermano Noah (Dana Standish) de Port Townsend, Washington, y muchas sobrinas y sobrinos. Le han precedido sus padres: Frank A. Seixas y Judith Sartorius Seixas.

Peter creció en el barrio neoyorquino de Hastings-on-Hudson, se licenció en el Swarthmore College y en 1970 dejó la costa este de Estados Unidos para trasladarse a la Columbia Británica. Tras tres años en el área rural, en las afueras de Powell River, comenzó su carrera docente como profesor de Estudios Sociales, en Vancouver. En 1981 obtuvo un máster en Historia de la Educación por la Universidad de Columbia Británica (UBC) y un doctorado en Historia Social de Estados Unidos por la UCLA (1988). En 1990, se convirtió en profesor adjunto de la Facultad de Educación de la Universidad de Columbia Británica, con responsabilidades en la enseñanza de Historia y Estudios Sociales.

Una década más tarde, se le concedió la primera Cátedra de Investigación de Canadá, lo que le permitió crear el Centro para el Estudio de la Conciencia Histórica y el Proyecto Pancanadiense de Pensamiento Histórico. Encabezó la articulación de seis conceptos de pensamiento histórico, que se convirtieron en la base de la reforma de los planes de estudio de Historia y Estudios Sociales en todo Canadá y en la escala internacional. Sus investigaciones se publicaron ampliamente en revistas canadienses, estadounidenses e internacionales. Sus contribuciones fueron reconocidas al ser elegido miembro de la Royal Society of Canada, así como en numerosos premios de investigación y docencia.

Desde el aula de estudios sociales de secundaria, pasando por el programa de formación del profesorado de la UBC, hasta su emblemático curso de posgrado, “Problemas de comprensión histórica”, Peter fue una inspiración para muchos estudiantes de los que fue mentor. Llevó una vida coherente con sus sólidos valores morales y conmovió a sus muchos amigos y conocidos con su humanidad, intelecto, humor y generosidad de espíritu.

A lo largo de su vida, Peter fue un ávido jugador de tenis y un acuarelista empedernido. Desde su infancia hasta su jubilación, pasó, al menos parte del verano, en la casa de su familia en la playa de East Hampton, Nueva York, donde pintaba, golpeaba pelotas de tenis, nadaba, montaba en bicicleta y hacía footing bajo el sol de agosto.

¿Cómo conocieron a Peter Seixas?

CD: Conocí a Peter a través de sus escritos. Yo estaba empezando mi doctorado en la Universidad Laval de Quebec. Al principio, el tema de mi tesis versaba sobre el uso del cine en el aula. En mi búsqueda de bibliografía sobre el tema, leí el artículo de Peter de 1993, titulado: “Popular Film and Young People’s Understanding of the History of Native American-White Relations”. Fue, a través de este artículo como me topé, por primera vez, con el concepto de pensamiento histórico y conciencia histórica. Fue como si alguien hubiera encendido una luz. Al día siguiente, me reuní con mis supervisores para comunicarles que iba a cambiar mi tesis doctoral, dejando de lado el cine para estudiar la relación entre pensamiento histórico y conciencia histórica. Digamos que se sorprendieron bastante por el brusco cambio, pero me apoyaron, a pesar de todo. Entonces leí rápidamente todo lo que se había publicado sobre pensamiento histórico y conciencia histórica. Entre todos los modelos disponibles de pensamiento histórico, el de Peter aparecía como el más completo.

Pasaron algunos años hasta que conocí a Peter en persona, por primera vez. Fue en la conferencia de la AERA celebrada en Montreal en 2005. Peter estaba presentando los Puntos de Referencia del Pensamiento Histórico con su estudiante de posgrado Carla Peck (ahora profesora en la Universidad de Alberta). Después de la charla, reuní todo el valor que tenía para ir a hablar con él. Se mostró muy entusiasmado con el trabajo que yo estaba realizando para mi doctorado. Después mantuvimos el contacto por correo electrónico y siempre fue de gran ayuda. En 2009, recibí una beca de THEN/HiER que me permitió pasar cerca de un mes en la UBC trabajando con él. Peter también aceptó ser el evaluador externo de mi tesis doctoral, a pesar de que mi tesis estaba en francés.

Al final de mi doctorado, Peter se convirtió en colega y mentor. Siempre estaba ahí para aconsejarme cuando lo necesitaba. También trabajé con él, en el Comité Ejecutivo de THEN/HiER. Así es como Peter y yo nos conocimos. Fue una figura muy importante a lo largo de mis estudios y durante mi carrera como profesor. ¿Y usted?

LG: Conocí los seis conceptos del pensamiento histórico antes de conocer a Peter. Hice un máster centrado en el pensamiento crítico en la enseñanza de la Historia y empecé a pensar en las formas únicas de analizar la disciplina histórica, más que el uso de un modelo genérico de pensamiento crítico. El supervisor de mi máster trabajaba con The Critical Thinking Consortium,3 y acababa de publicar el libro Teaching Historical Thinking,4 del que me dieron una copia. Estaba escrito por Roland Case y Mike Denos y editado por Peter y Penney Clark. El libro se basaba en el marco de pensamiento histórico recién articulado por Peter. Siempre digo que leer ese libro fue como encender la luz. Como tú y yo hemos hablado antes, Cate, los conceptos del pensamiento histórico me proporcionaron un lenguaje para articular algunas de las ideas que tenía sobre la enseñanza de la Historia. Cuando terminé el máster, Roland Case, del Critical Thinking Consortium, que era amigo de Peter, me lo presentó. Empezamos a enviarnos correos electrónicos y a hablar sobre la posibilidad de hacer un doctorado con él, que inicié en 2009. Mi relación con Peter cambió con el tiempo. Primero fue un héroe académico, luego se convirtió en mi supervisor de doctorado, un mentor, y con el tiempo se convirtió en un amigo.

CD: Sí, sin duda. Era muy acogedor y es cierto que, a medida que crecíamos como académicos nuestra relación con Peter cambiaba. Se trataba menos de recibir ideas que de aportar otras nuevas para discutir y debatir. Peter siempre era un buen punto de partida cuando tenías ideas nuevas. Además, al menos para mí, también era un buen ejemplo de lo que debe ser un académico. Era muy riguroso y estaba muy orientado a la investigación, no dejaba que te salieras con la tuya con un trabajo a medias, pero, al mismo tiempo, era muy amable y servicial. Es algo a lo que yo también aspiro y espero poder transmitir a mis estudiantes, un poco de lo que él me enseñó. Así que, supongo que nuestra relación con Peter cambió con el tiempo y pasó de ser un supervisor, a un mentor y, luego, a un amigo.

LG: Bien dicho, Cate. Yo también me hago eco de ello. Su forma de relacionarse con las nuevas ideas y las críticas es un modelo de lo que yo quiero ser como académico. Le encantaba que la gente cuestionara y criticara sus ideas, y no en el sentido de que disfrutara de una justa intelectual, sino de que la crítica le ayudara a pensar y comprender mejor las cosas que teorizaba. Como has dicho, también fue un mentor muy amable y generoso que siempre me hizo sentir que la investigación de mi tesis era una de sus principales prioridades, lo que me hizo sentir apoyado. Pero, como mencionaste, era riguroso a la hora de asegurarse de que mi trabajo cumplía sus normas. Era un gran escritor y esperaba que te esforzaras para que tu trabajo estuviera a la altura.

¿Cuál es su mayor legado?

LG: Junto con educadores de Historia como Sam Wineburg, Peter Lee y Denis Shemilt, es uno de los pensadores fundacionales del campo de la enseñanza de la Historia, que se desarrolló en las décadas de 1980 y 1990. Tenía cerca de una década de experiencia docente en programas alternativos o en centros de secundaria. También tenía una impresionante formación académica, incluido un doctorado en Historia social por la UCLA. Tenía los pies en ambos mundos, el de la educación y el de la historia, lo que creo que le dio mucha credibilidad. En muchos sentidos, su trabajo es una traducción entre ambas comunidades.

CD: Efectivamente, el campo de la enseñanza de la Historia es muy joven. La singular trayectoria profesional de Peter, primero como profesor y luego como historiador, le permitió comprender la realidad de los profesores, así como una profunda comprensión epistémica y ontológica de la disciplina.

LG: Tiene un legado enorme. Enseñó métodos de Estudios Sociales e Historia a estudiantes universitarios que siguen enseñando Historia y Estudios Sociales en el sistema K-12 hoy en día. Enseñó y supervisó a numerosos estudiantes de posgrado, y desarrolló un curso llamado “Problemas de comprensión histórica”, que muchos estudiantes de distintas disciplinas han seguido a lo largo de los años. Recibió la Cátedra de Investigación de Canadá y creó el Centro para el Estudio de la Conciencia Histórica. Articuló los seis conceptos incluidos en el marco Benchmarks of Historical Thinking, que más tarde se convirtió en el Historical Thinking Project. También fue un miembro activo de la comunidad de investigación en didáctica de la Historia, investigando, escribiendo artículos, presentando ponencias y ayudando a construir una verdadera comunidad internacional de educadores en Historia.

CD: Vimos una prueba real de su legado en su simposio y fiesta de jubilación, donde había académicos de todo el mundo como Sam Wineburg, David Lowenthal, Mario Carretero y otros, que vinieron a celebrar su trabajo. Fue un testimonio de la comunidad que había construido hasta entonces.

LG: Cuando Peter falleció el año pasado, no creo que su familia comprendiera, del todo, la influencia que tenía en el mundo, tanto en el académico, como en la enseñanza y el aprendizaje de la Historia en las escuelas de primaria y secundaria. La influencia de los académicos suele medirse por su notoriedad fuera del mundo académico. Si han pasado del ámbito académico al popular. Pero él no lo había hecho necesariamente. Cuando se habla de la influencia de Peter, hay que tener en cuenta a los académicos y educadores en la enseñanza de la Historia, pero también su influencia en los planes de estudio, los libros de texto y los recursos. Y cuando murió fue increíble ver la cantidad de correos electrónicos, cartas y comentarios en las redes sociales de gente de todo el mundo. Me contactan regularmente personas de países de todo el mundo que quieren saber más sobre el pensamiento histórico y el Proyecto de Pensamiento Histórico.

CD: Sin duda. Su influencia también va más allá de los países de habla inglesa. Académicos de Colombia, España, Suiza, Bélgica, Francia, Marruecos, Suecia..., se interesan por el Proyecto de Pensamiento Histórico. Creo que el proyecto sigue reuniendo a personas de distintos países. Creo que la razón es el modelo de los seis conceptos de segundo orden que construyó. Es un modelo sencillo, pero sus raíces están profundamente arraigadas en la disciplina de la Historia. Esta complejidad no surge a primera vista. En cierto modo, los seis conceptos son un poco engañosos. Pero cuanto más escarbas, más complejos se vuelven. Para mí, esta complejidad es también uno de los mayores legados de Peter. Nos dejó una caja de arena en la que crees que tienes un poco de arena, pero cuando empiezas a cavar ves que, de hecho, la arena nunca se acaba. Siempre hay más preguntas que necesitan respuesta. Como has dicho, no es un modelo perfecto. Todavía podemos hacer mucho con él. Básicamente, Peter nos dejó mucho en qué pensar.

CD: Además, su legado no se limita al ámbito académico. Como usted ha expresado, los seis conceptos de segundo orden del pensamiento histórico se han introducido en la mayoría de los planes de estudios de Historia y Estudios Sociales de todo Canadá. Los conceptos se consideran una herramienta importante para ayudar a los estudiantes a aprender y a dar sentido al pasado. Por supuesto, las distintas provincias tienen diferentes formas de incluir los conceptos en sus planes de estudios. Aun así, el Proyecto de Pensamiento Histórico y los conceptos de pensamiento histórico no son solo una idea, sino que tienen una influencia concreta y real en las aulas.

LG: Estoy de acuerdo. El marco de pensamiento histórico que él conceptualizó es fundamental y eso no significa que esté más allá de la crítica, o escrito en piedra. Si se está trabajando en la enseñanza de la Historia, es necesario comprender el marco de Seixas, conocer sus puntos fuertes y sus limitaciones, y cómo se relaciona con otros marcos y modelos. Es un marco generativo. Los conceptos del pensamiento histórico ponen de relieve los problemas fundamentales que surgen al hacer historia, que, en última instancia, podrían ser problemas irresolubles, pero que son cruciales para pensar sobre el pasado. Independientemente del tema, hay que pensar en las pruebas, en las causas y consecuencias de los acontecimientos, en cómo cambiaron y permanecieron iguales las cosas a lo largo del tiempo, o en quién o qué es significativo enseñar, aprender o investigar. Los seis conceptos abren problemas y preguntas para abordar el currículo prescrito.

CD: Algo de lo que no hemos hablado realmente es de los estudiantes de posgrado a los que Peter supervisó directamente o formó parte de sus comités, y del número de profesores a los que ha enseñado a lo largo de su carrera. Todas estas personas no se limitaron a repetir un “evangelio”, sino que llevaron adelante estas ideas y han seguido pensando, desafiando, criticando y construyendo sobre ellas a lo largo del tiempo. Sería difícil contar a todos los que se han beneficiado de las enseñanzas de Peter y del Proyecto de Pensamiento Histórico.

LG: A menudo tengo noticias de sus antiguos alumnos de licenciatura y posgrado de la UBC, que ahora enseñan en toda la Columbia Británica. Me cuentan que Peter les enseñó en el curso de Métodos de Estudios Sociales en la UBC y cómo su enseñanza sigue influyendo en su práctica. Es muy difícil medir la influencia de alguien, y no creo que Peter fuera consciente de la influencia que tenía y sigue teniendo en sus antiguos alumnos.

¿Qué es el Proyecto de Pensamiento Histórico?

LG: En lugar de ofrecer una historia exhaustiva del Proyecto de Pensamiento Histórico (HTP), proporcionaré un enlace a dos artículos que describen los orígenes y los primeros trabajos del proyecto. El artículo más completo es “Benchmarks of Historical Thinking: Primeros pasos”, escrito por la Dra. Carla Peck y Peter Seixas. Carla fue estudiante de doctorado con Peter y participó en la génesis del HTP5. La descripción más directa del HTP se encuentra en la página web.6

El HTP se creó para fomentar un nuevo enfoque de la enseñanza de la historia, con el potencial de cambiar la forma en que los profesores enseñan y los alumnos aprenden, en línea con la reciente investigación internacional sobre el aprendizaje de la historia. Gira en torno a la propuesta de que el pensamiento histórico -al igual que el pensamiento científico en la enseñanza de las ciencias y el pensamiento matemático en la enseñanza de las matemáticas- es fundamental en la enseñanza de la historia y que los alumnos deben ser más competentes como pensadores históricos a medida que avanzan en su escolarización. El proyecto desarrolló un marco de seis conceptos de pensamiento histórico para proporcionar una forma de comunicar ideas complejas a un público amplio y variado de usuarios potenciales. Activo de 2006 a 2014, el Proyecto de Pensamiento Histórico proporcionó a los departamentos de estudios sociales, juntas locales, ministerios provinciales de educación, editoriales y agencias públicas de historia modelos de enseñanza, evaluación y aprendizaje de la historia más significativos para sus alumnos y audiencias. Desde abril de 2014, el HTP funciona en modo “piloto” [traducción al español].

LG: El HTP fue un proyecto bilingüe (francés e inglés) que se dedicó a hacer del pensamiento histórico el núcleo de la enseñanza de la Historia en Canadá. Tenía cuatro objetivos principales: 1) asegurarse de que los conceptos de pensamiento histórico se incluyeran en los planes de estudio de todo Canadá. 2) Apoyar a los fabricantes de libros de texto y a las organizaciones que están produciendo libros de texto, recursos didácticos y planes de lecciones que abordan explícitamente el pensamiento histórico. 3) Ofrecer talleres de desarrollo profesional y un Instituto de Verano de Pensamiento Histórico anual en una ciudad canadiense diferente, al que asistieran profesores, desarrolladores de planes de estudio, estudiantes de posgrado, historiadores, educadores de museos y otros. 4) Elaborar evaluaciones que pudieran utilizarse para determinar en qué medida los alumnos estaban aprendiendo a pensar históricamente. También se celebraba una reunión anual en la que participaban representantes de todos los Ministerios de Educación provinciales y territoriales, especialistas en enseñanza de la Historia, profesores, empresas de libros de texto y otros. Era como un campamento de historia en el que se repasaba lo ocurrido el año anterior y se presentaban nuevos recursos e ideas.

¿Cuáles han sido los logros del Proyecto de Pensamiento Histórico?

CD: Reunir a todo este personal, de forma anual ha sido sin duda un logro, porque esos encuentros han reunido a gente que, rara vez, tenía la oportunidad de conocerse. Canadá es un país enorme, donde me lleva el mismo tiempo ir a Vancouver que volar a Londres, Inglaterra. Así que tener en la misma mesa a gente de todas las provincias, representantes de los ministerios de educación provinciales y territoriales, académicos, profesores, asociaciones de profesores y especialistas en museos fue increíble. Y creo que esa fue la mejor parte de esas reuniones: la oportunidad de hablar con personas que amaban la Historia y la enseñanza de la Historia y de comprender mejor su realidad a través de esas conversaciones. Así que uno de los mayores logros del proyecto fue, para mí, su capacidad de reunir a todas estas personas, al menos de Canadá, para hablar de historia Historia y de enseñanza de la Historia. Me ayudó a comprender mejor la importancia del trabajo que se estaba realizando.

LG: Es difícil decir exactamente cuáles fueron los logros, porque hay ciertos aspectos que podemos afirmar con seguridad, y otros que son más anecdóticos y desconocidos. En cuanto a los planes de estudios, fue un éxito. La mayoría de los planes de estudios provinciales y territoriales de Canadá (diez provincias y tres territorios) han incorporado el pensamiento histórico de un modo u otro, incluida mi provincia natal, Columbia Británica. Cada jurisdicción ha hecho adaptaciones al marco del pensamiento histórico y ha cambiado algunos aspectos de este. También se podría debatir lo bien que se ha aplicado en algunos planes de estudios. Ha habido una enorme cantidad de recursos en francés e inglés creados por diferentes organizaciones, incluidos planes de lecciones elaborados por profesores y que están en el sitio web7. Entre ellos, hay libros sobre el pensamiento histórico sobre cómo enseñarlo y evaluarlo8. Ha sido un gran logro. El tercer logro es el Instituto de Pensamiento Histórico. A partir de 2007, cada verano el HTP se asoció con un museo, archivo o institución en una ciudad diferente de Canadá, a la que asistió un grupo diverso de 50 educadores, incluidos profesores de K-12, estudiantes de posgrado, académicos de educación histórica, historiadores, educadores de museos y desarrolladores de planes de estudio interesados en profundizar la comprensión del pensamiento histórico y cómo aplicarlo en sus variados contextos. Debido al contexto del COVID-19 hemos trasladado nuestros Institutos de Pensamiento Histórico a Internet, para que sean más accesibles a los educadores, y hemos duplicado o triplicado el número de participantes cada año. Esto sigue siendo un éxito del HTP.

CD: Sí. Y lo maravilloso es el interés constante que la gente muestra por el Instituto de Pensamiento Histórico. Todos los años viene gente al Instituto. A veces vienen porque conocen a alguien que lo hizo el año anterior y les han hablado bien de él. Otras veces, quieren entender mejor su plan de estudios o cambiar la forma en que enseñan la disciplina. Y eso es, a menudo, lo que nos dicen los profesores. Nos dicen: “Pusieron en palabras lo que yo sabía intuitivamente pensaba, pero no podía explicar o poner en palabras adecuadamente”. Aunque hemos cambiado un poco el instituto para hacerlo nuestro, creo que el mensaje esencial y las ideas centrales siguen siendo las mismas. Siguen siendo como Peter las esbozó.

¿Cómo han participado los profesores de Estudios Sociales en el Proyecto de Pensamiento Histórico?

CD: Bueno, creo que han participado desde el principio, pero más aún, ahora, porque los conceptos están omnipresentes en los planes de estudio provinciales. Los profesores aprenden el modelo en la universidad o lo conocen a través de oportunidades de desarrollo profesional. El instituto es otro medio para que se impliquen en el proyecto. Suelen venir al instituto con el deseo de hacer las cosas de otra manera, de dejar atrás las clases magistrales, la lectura de libros de texto y la memorización de datos. Quieren que los alumnos se impliquen en la práctica de la historia. Quieren que los alumnos analicen las pruebas y piensen en la causalidad y el cambio y la perspectiva. También, hay cada vez más proyectos que surgen del proyecto inicial de pensamiento histórico, como el Thinking Historically for Canada’s Future. Así que, cada vez, hay más profesores que participan en estos nuevos proyectos. Es algo continuo.

LG: El Proyecto de Pensamiento Histórico se basó en un modelo de aprendizaje profesional de “formación de formadores”. Cada año los educadores asistían al Instituto de Verano para profundizar en su comprensión del pensamiento histórico y cómo aplicarlo en su contexto. La idea era que se entusiasmaran con el pensamiento histórico y empezaran a utilizarlo en su práctica y contexto. Luego, compartirían su aprendizaje con sus colegas y crearían comunidades de investigación en sus contextos. En uno de sus primeros artículos, Peter hablaba de la creación de comunidades de investigación para el aprendizaje de la Historia9. En los primeros días del HTP, los profesores también creaban lecciones que se publicaban en el sitio web del HTP. Como estudiante de posgrado, Carla Peck fue contratada para editar y revisar las lecciones y trabajar con los profesores para prepararlas para su publicación.

Dirigidos por profesores líderes, también se crearon equipos locales de desarrollo de evaluaciones formados por profesores en dos zonas urbanas (Toronto y Vancouver) y dos zonas rurales (Selkirk, Manitoba y New Brunswick), donde desarrollaron tareas y rúbricas, y recopilaron trabajos de estudiantes ejemplares de diferentes niveles de competencia. También creamos un grupo de profesores en Kelowna (Columbia Británica), mi ciudad natal, que incluía a unos ocho o nueve profesores. Trajimos a profesores de diferentes escuelas y construimos, en colaboración, una unidad de estudio en la que cada lección se centraba en un concepto diferente del pensamiento histórico. Para mí fue una experiencia de aprendizaje profunda, porque no se centraba únicamente en el producto que creábamos. Se trataba realmente del proceso por el que pasamos y del aprendizaje que hicimos unos de otros durante el proceso de construcción de la unidad. Trabajar con los conceptos del pensamiento histórico nos hizo pensar más y crear un vocabulario común para hablar de historia.

¿Qué retos ha tenido que afrontar el Proyecto de Pensamiento Histórico?

LG: El mayor reto que experimentó el HTP fue el desarrollo de herramientas válidas y relevantes que ayuden a los profesores a evaluar el desarrollo del pensamiento histórico de sus alumnos. Se crearon algunas herramientas de evaluación, Blackline Masters y rúbricas, pero era necesario trabajar mucho más en este ámbito. El marco de pensamiento histórico conceptualizado por Seixas también plantea algunos problemas. Es un marco y un conjunto de herramientas que pueden utilizarse de forma eficaz o ineficaz. El marco de pensamiento histórico es como el cinturón de un carpintero donde carga sus herramientas. Un martillo puede utilizarse de forma destructiva o constructiva, y es eficaz para algunas tareas, pero no para otras. El marco que Peter desarrolló no es un modelo pedagógico totalmente articulado, que muestre a los educadores exactamente cómo enseñar el pensamiento histórico. Él proporcionó los conceptos y corresponde a los profesores aplicarlos en su contexto. Y no articuló completamente cómo se ve esto en un plan de curso o unidad, o en el aula día a día. Pero no creo que esto sea un punto débil del modelo, porque no era eso lo que pretendía.

CD: Creo que Peter siempre ha considerado a los profesores como profesionales. Dependiendo de a quién tengan en su aula, son ellos los que tienen que decidir cómo van a aplicar el marco con respecto a su contexto de enseñanza. Y creo que, también por eso la evaluación nunca fue una de sus principales consideraciones, no hasta más tarde, porque está estrechamente vinculada al contexto de la enseñanza. Sin embargo, creo que la evaluación se ha convertido en un reto para muchos profesores. Evaluar el pensamiento histórico de los alumnos exige que los profesores se alejen de los métodos de evaluación tradicionales. Y por eso, a veces, los profesores se sienten incómodos con sus prácticas de evaluación. Siguen queriendo cuantificar las respuestas buenas y malas. Evaluar el uso que hacen los alumnos de los conceptos de segundo orden exige un enfoque más cualitativo de la evaluación. En cierto modo, evaluar el pensamiento histórico exige una comprensión profunda de la epistemología y la ontología de la historia. También exige que los profesores cambien su forma de abordar la disciplina. Enseñar pensamiento histórico es como dar las llaves del coche a los alumnos y pedirles que te lleven a un destino. Tú no conduces el coche ni decides qué carreteras tomar, pero tú eliges el destino. Tú evalúas lo bien que los alumnos te llevan hasta allí. Y para algunos profesores, eso es mucho pedir.

LG: Como lo has dicho, exige que algunos profesores se replanteen su concepción de la naturaleza de la historia. Y, al mismo tiempo, se les pide que diseñen actividades de aprendizaje que ayuden a los alumnos a desarrollar una comprensión sofisticada de ella. Todo un reto, ¿verdad? Uno de los puntos fuertes de los conceptos es que son intuitivos y comunicables. Incluso las personas que no han estudiado historia en profundidad pueden verlos y tener una comprensión básica de lo que tratan. Y sin embargo, cuanto más trabajas con los conceptos, más te das cuenta de lo sofisticados y complicados que son. Y entonces empiezas a ver las interconexiones entre los conceptos y los límites difusos, entre muchos de ellos. Es todo un reto.

CD: Un último reto para mí es cuando el pensamiento histórico se convierte en un proceso mecánico. Como el marco se ha hecho tan popular y se ha integrado en planes de estudios, los profesionales que no comprenden la naturaleza fundamental de los conceptos, simplemente los utilizan como herramientas para reunir aún más conocimientos fácticos. El pensamiento histórico desarrollado por Peter es un modelo sencillo, pero no simplista.

¿Qué otros proyectos se están desarrollando en la UBC (University of British Columbia)?

LG: La UBC es uno de los principales centros de enseñanza de la Historia en Canadá, principalmente por el trabajo del Dr. Peter Seixas y la Dra. Penney Clark. El HTP y el Centro para el Estudio de la Conciencia Histórica10 fueron creados por Peter. Entre 2008 y 2016, la Dra. Penney Clark creó THEN/HiER,11 la primera organización pancanadiense dedicada a promover y mejorar la enseñanza y el aprendizaje de la Historia reuniendo a diversos colectivos implicados en la enseñanza de la Historia: historiadores académicos, historiadores públicos de museos, archivos y lugares históricos; profesores en ejercicio, investigadores de facultades de educación y responsables de políticas curriculares. El objetivo de esta subvención era crear una práctica más informada por la investigación (desde el jardín de infancia hasta la escuela de posgrado) y una investigación más informada por la práctica, a través del diálogo, entre estas diversas comunidades. El HTP sigue existiendo, pero tampoco existe. Es difícil de describir. Desde que Peter se jubiló, yo soy la directora del HTP y, junto con nuestros socios de Canada’s History, ofrecemos espacios anuales de aprendizaje profesional, como el Virtual Historical Thinking Institute (VHTI) y la Historical Thinking Community of Practice (HTCP).12 Sin embargo, no tenemos financiamiento ni fuentes de ingresos importantes, y tampoco las estamos buscando. Así que decimos que la luz piloto del HTP está encendida y podría volver a encenderse, pero, en este momento, solo existe para ofrecer oportunidades limitadas de desarrollo profesional. El otro gran proyecto en el que participa la UBC es Thinking Historically for Canada’s Future, dirigido por la Dra. Carla Peck,13 directora del proyecto. La Dra. Penney Clark y yo somos investigadores en este proyecto de investigación canadiense centrado en analizar cómo se enseña y se aprende la Historia en Canadá. El proyecto está financiado por el Consejo de Investigación de Ciencias Sociales y Humanidades (SSHRC), y en él participan socios de cincuenta organizaciones diferentes, así como investigadores y estudiantes de posgrado de todo Canadá. Cate, ¿puedes contarnos algo más sobre este proyecto?

CD: El proyecto Thinking Historically for Canada’s Future (THFCF) sigue los pasos del HTP. Como la Dra. Carla Peck, directora del proyecto, podría contarle, el proyecto pretende comprender mejor cómo, después de toda esa investigación, de toda la influencia del Proyecto de Pensamiento Histórico, ¿qué está pasando en nuestras aulas? ¿Cómo se enseña la Historia? El THFCF sigue los pasos de Peter y reúne a investigadores de todo Canadá. El pensamiento histórico es uno de los temas centrales del proyecto, pero también lo son las formas indígenas de conocimiento y el compromiso cívico. Los tres temas están profundamente conectados y se observan desde los lentes del plan de estudios y los recursos, la enseñanza y el aprendizaje, y la formación del profesorado. En cierto modo, el proyecto THFCF es un intento de evaluar el impacto del HTP en Canadá.

¿Qué consejos daría a los profesores latinoamericanos para desarrollar el pensamiento histórico en las clases de Historia y Estudios Sociales, en primaria y secundaria?

CD: Creo que debemos ser muy humildes a la hora de ofrecer consejos, porque América Latina es un territorio extenso con muchos países, y los contextos políticos, económicos, lingüísticos, culturales y sociales son diferentes a los de Canadá, por lo que compartir nuestras experiencias en Canadá podría no ser tan instructivo. Los contextos son complicados, y la Historia como asignatura escolar es una herramienta política. El pensamiento histórico te pide que mires los relatos históricos de otra manera, y, por eso, no sabemos hasta qué punto cuestionar los relatos oficiales es algo aceptable en otros contextos.

LG: No hay un único camino o ruta que los profesores deban seguir para desarrollar lecciones de pensamiento histórico en su práctica. El HTP y el legado de Peter pueden ser una propuesta poderosa para provocar un cambio educativo. Se necesitan ideas poderosas con las que los profesores conecten, pero también hay que apoyarlos en ese camino. El mejor punto de partida podría ser empezar a leer qué es el pensamiento histórico, y no solo el modelo de Peter, sino también otros modelos. A continuación, sugeriría a los profesores que empezaran poco a poco. Algunas actividades de pensamiento histórico pueden enseñarse en 10-15 minutos. Una de las discusiones más fuertes que solemos tener con los alumnos es sobre qué es la historia, qué es el pasado y cuáles son las similitudes y diferencias entre ambos. Así que hay que empezar poco a poco y probar diferentes actividades de pensamiento histórico. Luego, sugeriría a los profesores que empezaran a trabajar con colegas afines de su centro, de otro centro, o en procesos de desarrollo profesional. Hazte, amigo de la gente, experimenta con diferentes estrategias y técnicas, y luego reúnete para hablar de ello. Nunca me sorprende lo mucho que los profesores pueden aprender unos de otros, compartiendo sus prácticas y experiencias en el aula.

CD: Exacto, formar equipo y crear comunidad es lo que, creo, quería Peter. Creo que es algo de lo que los profesores deberían ser conscientes. No eres solo tú en tu aula, eres tú más otras personas que, como has dicho, están trabajando con estos conceptos. Los profesores también deben ser pacientes consigo mismos. Nuevos conceptos, nuevos enfoques de la enseñanza, nuevos materiales. Siempre se puede empezar por algo pequeño, como una actividad de 15 minutos. No se necesita un periodo de 60 minutos para hacer reflexión histórica. Así que se puede empezar poco a poco. Y, en algún momento, lo que he visto con los profesores es que las cosas crecen lentamente, pero con seguridad. Cuando miran hacia atrás en sus años escolares, están muy satisfechos consigo mismos, pero para hacer esto, necesitas un punto de partida. Y hay que ser paciente y darse tiempo para crecer con el modelo.

LG: Quiero retomar algo que has dicho y que me parece importante. Enseñar pensamiento histórico no es reinventar la rueda y rehacer cada lección, unidad y curso desde cero. No se puede enseñar pensamiento histórico sin centrarse en el contenido histórico, y todos los planes de estudios de Historia incluyen contenido, independientemente del sistema educativo en el que se esté. Lo que el pensamiento histórico exige a los profesores es un cambio. En lugar de ver la historia como información que hay que enseñar y aprender, se pide a los profesores que utilicen los conceptos del pensamiento histórico para problematizar la historia y crear preguntas de investigación que los alumnos tengan que resolver y responder. Por ejemplo, los profesores pueden tomar un tema típico sobre el que siempre enseñan y simplemente preguntar a los alumnos: “¿Es este tema históricamente significativo?”. En lugar de dar a entender que el tema es importante porque se enseña sobre él y se incluye en el libro de texto y en el plan de estudios, los profesores pueden pedir a los alumnos que valoren su importancia. Se espera que los alumnos decidan hasta qué punto es importante el acontecimiento, por qué lo es y cuáles son sus aspectos más significativos. En muchos sentidos, este enfoque consiste en un cambio de perspectiva.

CD: Es muy importante avanzar hacia un aprendizaje activo. Y si los profesores quieren tener alumnos activos, los conceptos de pensamiento histórico les dan las herramientas para hacer que la historia sea activa, en lugar de estar impulsada solo por la información. Pero eso no significa que los alumnos no aprendan datos. Al contrario, los aprenderán más, porque les has dejado jugar con ellos.

LG: ¡Exacto! Entenderán el contenido porque han trabajado con él, lo han moldeado y han desarrollado una comprensión conceptual más profunda. Pensadores mucho mejores que yo han explicado que no se puede entender realmente algo, a menos que se entienda su naturaleza. Lo que en realidad estamos diciendo es que, es necesario comprender la naturaleza de la historia para comprender su contenido. En mi experiencia, el pensamiento histórico ha cambiado totalmente mi forma de entender el pasado, el presente y el futuro.

CD: Otra cosa para mí, diría que Peter era muy riguroso, pero también muy divertido. Y creo que eso es algo que también debemos llevar a nuestras aulas. Y creo que eso es algo que también los profesores deben aceptar: que la historia puede ser divertida. Y los conceptos te ayudan a hacerla divertida, porque estás haciendo algo activamente, estás haciendo buenas preguntas, puedes tener algunos temas interesantes, y puedes estar haciendo todo tipo de actividades. Esto hará que tu clase sea atractiva e interesante, y no aburrida.

LG: Gracias por esta estupenda conversación, Cate.

CD: Gracias, y también gracias a Jéssica Ramírez Achoy por crear las preguntas de la entrevista.


1 Canadiense. Doctor en Estudios Curriculares, Profesor Asistente en el Departamento de Currículum y Pedagogía de la Facultad de Educación de la Universidad de British Columbia, Vancouver, British Columbia, Canadá. Correo electrónico: lindsay.gibson@ubc.ca ORCID: https://orcid.org/0000-0003-4949-0816

2 Canadiense. PhD y Profesora titular de la Université du Québec à Chicoutimi, Chicoutimi de Saguenay, Quebec, Canadá. Correo electrónico: catherine_duquette@uqac.ca

4 Denos, M., & Case, R. (2006). Teaching about Historical Thinking. The Critical Thinking Consortium.

5 Peck, C., & Seixas, P. (2008). Benchmarks of Historical Thinking: First Steps. Canadian Journal of Education, 31(4), 1015-1038. Seixas, P. (2009). A modest proposal for change in Canadian history education. Teaching History, 137, 26-30

8 Seixas, P., & Morton, T. (2013). The Big Six Historical Thinking Concepts. Nelson Education; Stipp, S., Gibson, L., Denos, M., Case, R., & Miles, J. (2017). Teaching Historical Thinking: Revised and Expanded Edition. The Critical Thinking Consortium. Lévesques, S. (2013) Enseigner la pensée historique, The Critical Thinking Consortium.

9 Seixas, P. (1993). The Community of Inquiry as a Basis for Knowledge and Learning: The Case of History. American Educational Research Journal, 30(2), 305-324.

EUNA UNA

Escuela de Historia
Universidad Nacional, Campus Omar Dengo
Apartado postal: 86-3000. Heredia, Costa Rica
Teléfono: (506) 2562-4125
Correo electrónico r.perspectivas@una.cr