Revista Perspectivas: Estudios Sociales y Educación Cívica
N.° 29. Julio-diciembre, 2024
ISSN electrónico: 2215-4728
Doi: http://dx.doi.org/10.15359/rp.29.7
URL: http://www.revistas.
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Licencia CC BY NC SA 4.0
Ciudadanía y currículum latinoamericano: aciertos y desaciertos desde las prácticas docentes
Citizenship and curriculum of Latin America: achievements and challenges from teaching perspective
Cidadania e currículo latino-americano: conquistas e fracassos das práticas docentes
María José Rodríguez Vargas2
Lilian Magdalena Llerena Delgado3
Andrés David Lillo Brevis4
Fecha de recepción: 14/03/2024 - Fecha de aceptación: 15/05/2024
Resumen: El presente artículo tiene por objetivo analizar el diseño curricular de Educación Ciudadana o Educación Cívica, desde la reflexión generada en las prácticas de cuatro docentes de Chile, Costa Rica y Perú. La incorporación de elementos como el currículum y la exploración de los contextos sociopolíticos de la región latinoamericana posibilitaron encontrar algunas líneas en común, que permiten comprender los desafíos enfrentados por la educación secundaria en la actualidad. Lo anterior, desde un panorama comparativo y a partir de la aplicación de un conversatorio con tres docentes de Chile, Costa Rica y Perú, según corresponde. Este trabajo busca realizar un primer acercamiento hacia la manera en que el currículum tradicional puede replantearse, a través de la utilización del aula como espacio público, así como mediante la inclusión de las vivencias del estudiantado, acordes con su contexto educativo. Palabras claves: ciudadanía, currículum, Educación Ciudadana, aula, docencia, Estudios Sociales. Abstract: This article analyzes the curriculum approach of Citizenship Education, considering the experience of four Latin American teachers from Chile, Costa Rica and Perú. The investigation of the different parts of the curriculum theory, such as the political context of the region, allowed to find some similarities between the three countries. These results help to understand the challenges that the secondary school has, using a comparative perspective of the results obtained from a conversatory with three teachers from Chile, Costa Rica and Perú. This investigation has as the main objective a first approach to rethink the traditional curriculum and what this can trigger if it is used an open space classroom, the student’s experience and the closest educational context. Keywords: citizenship, curriculum, Citizenship Education, classroom, teaching, Social Studies. Resumo: Este artigo analisa a abordagem curricular da Educação para a Cidadania, considerando a experiência de quatro professores latino-americanos do Chile, Costa Rica e Peru. A investigação de diferentes partes da teoria curricular, como o contexto político da região, permitiu-nos encontrar algumas semelhanças entre os três países. Estes resultados ajudam a compreender os desafios que o ensino secundário tem. Utilizando uma perspectiva comparativa de uma conversa com três professores do Chile, Costa Rica e Peru, esta investigação tem como objetivo principal repensar a compreensão da incidência do currículo tradicional e o que este pode desencadear se for utilizado em espaço aberto, na sala de aula, na experiência do aluno e no contexto educacional mais próximo. Palavras-chave: cidadania, currículo, Educação para Cidadania, sala de aula, ensino, Estudos Sociais. |
El presente ensayo realiza un primer acercamiento hacia el análisis del diseño curricular de las diversas asignaturas escolares que pertenecen a la disciplina o al estudio de la didáctica de las ciencias sociales en Latinoamérica. Es importante considerar que este es un proceso complejo, como ya han mencionado otros autores, pues, cuando se analiza el currículum de Estudios Sociales en América Latina, es trascendental tener una perspectiva microscópica, ya que para cada país existen particularidades —régimen político, población, políticas públicas—, pero, a su vez, generalidades compartidas como una sola región (Plá y Ross, 2023), específicamente, el desarrollo histórico desde el pasado colonial hasta el modelo neoliberal de la actualidad.
Uno de los aspectos que comparte la región son sus características sociohistóricas, como el pasado colonial en común, la posición en el sistema económico mundial y la permanente convulsión política. Junto a este concepto, encontramos que el currículum latinoamericano se ubica en un contexto neoliberal, el cual ha propiciado reformas a los programas educativos; en ellas, predomina la pérdida de protagonismo de puntos significativos, que se convierten en asignaturas secundarias o transversales. Según Plá y Ross (2023) estas últimas pierden su carácter transformador y se transforman en un contenido periférico, ligado, principalmente, a las ciencias sociales, como las problemáticas vinculadas al cuido del ambiente, la equidad de género o la interculturalidad. Asimismo, son reemplazadas por un enfoque centrado en las disciplinas científicas tradicionales y el aprendizaje de habilidades, con el objetivo de satisfacer los requerimientos propios del mercado y del sistema económico en el que se encuentra inserta la región.
El currículum educativo es un concepto polisémico, ya que está conformado por diversas dimensiones: la epistemológica, la filosófica, la psicológica y la didáctica (Schiro, 2013). En el caso de Estudios Sociales, Ross (1997) plantea que el currículum se construye a partir de las decisiones sobre lo que es significativo, ya sea una secuencia de contenidos, habilidades o actitudes. Por ende, la figura del docente es clave en este proceso, ya que permite su mejora o transformación, y el quehacer áulico se torna una herramienta para transformar la realidad educativa. Desde esta perspectiva, Estudios Sociales, a pesar de no tener un único objeto de estudio determinado, se posiciona como una asignatura enfocada en el estudio interdisciplinario de las problemáticas humanas, incluyendo la geografía, economía, historia y ciudadanía.
El currículum de Estudios Sociales (incluyendo Educación Ciudadana) no puede limitarse a una lista de contenidos, objetivos y valores, que desde un proyecto institucional o educativo se pretende enseñar. A partir de tal línea argumentativa, surge el interés de realizar este primer acercamiento, con el fin de brindar un espacio de discusión en torno a las creencias docentes, la forma en que enseñan, la capacidad de aprendizaje y criticidad del estudiante; ya que, cuando todos estos elementos interactúan en el aula, convierten al currículum en uno real (Ross, 2006), el cual también debe ser estudiado.
Como ya se mencionó, la Educación Ciudadana forma parte de una de las disciplinas contempladas en la didáctica de las ciencias sociales; educar una ciudadanía debe partir desde el contexto que la rodea. Según Kerr (1999), con base en esta visión, se toma en cuenta la complejidad del concepto, es decir, parte de la realidad del estudiantado y la ciudadanía que responde a esa cotidianidad, dependiendo de la estructura político-social, el sistema económico, las tendencias globales, entre otras. Visto desde una perspectiva de educar un ciudadano para la justicia social, se busca que el alumnado desarrolle habilidades: “valora críticamente las estructuras sociales, políticas, y económicas para ver más allá de las causas superficiales – Busca y trata áreas de injusticia. – Sabe sobre los movimientos sociales y cómo efectuar el cambio sistémico” (Westheimer y Kahne, 2002, citados por Pagés y Santisteban, 2006, p. 9). La Educación para la Ciudadanía trasciende la instrucción cívica que limita la participación del estudiante; debe ser entendida como un espacio educativo en el que este aprende en el aula desde una interacción directa con su entorno próximo, con el fin de ejercer una ciudadanía que le permita abordar las problemáticas encontradas en su contexto.
Para realizar este primer acercamiento al análisis curricular latinoamericano, se decide trabajar a partir de un conversatorio con tres docentes de los Estudios Sociales y la Educación Ciudadana, quienes realizan su quehacer profesional en tres diferentes países de la región. Se planteó como objetivo del escrito la siguiente pregunta: ¿Cómo podría el currículo escolar estar diseñado para no impartir conocimientos académicos, sino también para cultivar con sentido de ciudadanía activa, utilizando el espacio público como un aula extendida?
Las características de los participantes del conversatorio se presentan a continuación:
Tabla 1
Caracterización de los colaboradores del conversatorio
Sujeto |
País donde ejerce |
Área de enseñanza |
Persona 1 |
Chile |
Docente de Historia |
Persona 2 |
Costa Rica |
Docente de Estudios Sociales y Educación Cívica |
Persona 3 |
Perú |
Docente de Tecnología |
Nota. Elaboración propia, a partir de los datos de los participantes.
La información compartida por los colaboradores genera un diálogo crítico, del cual surge la presente reflexión. Destacan tres aspectos principales: las intencionalidades políticas del currículum en América Latina, la incidencia del contexto que rodea a las prácticas docentes y el papel del estudiantado, así como la influencia de los nuevos enfoques curriculares en la enseñanza de los Estudios Sociales y la Educación Ciudadana, como el interés por la educación ambiental.
El currículum y sus intencionalidades políticas en Costa Rica
Para el caso de Costa Rica, la interrogante planteada en la presente reflexión debe abordarse desde tres aspectos fundamentales: la enseñanza de los contenidos presentes en la malla curricular, el posicionamiento de la persona docente ante el currículum y la utilización del espacio público como aula extendida. En el primer escenario, el quehacer del docente costarricense se encuentra permeado por una serie de retos y obstáculos que dificultan la enseñanza. No obstante, uno de los principales desafíos dentro del aula es el proceso que requiere trasladar los contenidos curriculares hacia el desarrollo de un aprendizaje de una ciudadanía.
Al respecto, Álvarez, et al. (2023) mencionan que el currículo oficial de la asignatura Educación Cívica, denominada así por el Ministerio de Educación Pública (MEP), se centra, en su mayor parte, en contenidos ligados a la democracia de forma teórica, es decir, “descripciones, significados y conceptos” (p. 11). Este rasgo memorístico comprueba la inquietud de otros profesores del área de ciencias sociales, quienes comparten la preocupación de que los programas de estudios diseñados desde la esfera estatal llegan, en un sentido vertical, hacia cada uno de los salones de clase. En este sentido, autores como De Alba (1998) establecen que el currículum tiene un posicionamiento y objetivos estrictamente políticos: “Todo proyecto educativo es un proyecto político en la medida en que implica una práctica humana, una praxis, es decir, acciones con sentido dirigidas hacia determinados fines sociales. De tal manera que ningún currículum puede ser neutro y aséptico como lo han pretendido las posiciones de corte empírico-analítico” (p. 7).
De esta manera, al responder a un carácter político, el currículum de Educación Cívica se encuentra permeado por las reformas neoliberales, las cuales, de una u otra manera, buscan limitar los espacios discursivos y de participación en torno a una ciudadanía pensante y activa; al respecto, la persona 2 señaló:
estamos en un programa que responde a un posicionamiento político, a propósitos, objetivos políticos en medio también de las reformas neoliberales que lo que hacen es cada vez reducir más el espacio donde podemos hablar de ciudadanía o que más bien restringen la participación ciudadana desde diversas áreas y desde diversos ámbitos y dentro de esas áreas se encuentra completamente el aula (persona 2, comunicación personal, 19 de octubre del 2023).
Plá y Ross (2023) consideran la última década del siglo XX como aquella en la que más predomina la homogeneidad de los sistemas educativos latinoamericanos. Esto se visualiza en la serie de reformas educativas condicionadas por el sistema neoliberal, las cuales suceden posteriores a la década final de este siglo, en países como México, Brasil, Argentina y otros. Entre los principales cambios, se señalan la privatización y el recorte de presupuestos sociales, hecho que golpeó la educación en asuntos como la renovación de los currículums nacionales, los derechos humanos en la filosofía educativa, la transformación de la Educación Cívica a un enfoque de la ética y la educación ciudadana; así como la protección ambiental y la predominancia de las asignaturas científicas en el currículum. Es decir, la Educación Cívica pierde la presencia en el currículum, ya que la lógica de las asignaturas escolares como disciplinas académicas o enfocadas en el conocimiento académico es el enfoque hegemónico de la organización curricular regional. Esto se demuestra en la problematización planteada por la persona 2, quien afirma que este mismo proceso histórico se ve reflejado en las intencionalidades políticas y económicas que permean el currículum costarricense.
Según Schiro (2013), es trascendental que el docente tenga la capacidad de entender y posicionarse ante el currículum, para que pueda percibir y poseer un pensamiento crítico ante las ideologías o intencionalidades con las que este se construye. Al respecto, el autor explica un primer elemento que permite dicha acción: la aptitud del profesor de considerar los referentes conceptuales y las perspectivas ideológicas presentes en el currículum. En segundo lugar, se le invita a apropiarse de sus creencias filosóficas e interpretar las de sus pares, lo cual va a posibilitarle conocer la naturaleza de un plan de estudios; además, una de las claves para percibir estos elementos es comprender el lenguaje y la estructura de estos referentes ideológicos. El resultado del conjunto de habilidades le va a facilitar al educador su posicionamiento frente a esos debates públicos y también tomar decisiones que le insten a incidir en la construcción de las otras dimensiones curriculares, principalmente en aquellas que suceden en el aula.
Este proceso reflexivo docente parte de un posicionamiento ideológico propio de cada profesional. Schiro (2013) enumera cuatro diferentes, entre ellos destaca la perspectiva curricular centrada en la justicia social, la cual consiste en la conciencia que el maestro mantiene sobre los problemas de nuestra sociedad y las injusticias del sistema. Por tanto, asume que el currículum es una oportunidad de accionar el abordaje de los conflictos sociales y que la educación debe ser direccionada a reconstruir nuestro entorno. Esta postura ideológica es observable en la percepción que presenta la persona 2 sobre el currículum costarricense:
el aula como un espacio ciudadano se restringe y se limita desde estos programas […] entonces yo creo que esa parte de cómo puedo llevar estos contenidos académicos a la producción de la ciudadanía activa tiene que ser solo y estrictamente desde la contextualización y las vivencias de esos estudiantes como tal (persona 2, comunicación personal, 19 de octubre del 2023).
Como se puede observar en la cita anterior, la persona 2 considera que el currículum oficial limita el concepto de ciudadanía; sin embargo, asume que desde su ejercicio profesional debe ser capaz de contextualizar las vivencias de los estudiantes, con el fin de lograr espacios en los que se enseñe una ciudadanía apta para atender las necesidades de su contexto. De esta manera, la información muestra la existencia de un claro posicionamiento docente direccionado a propiciar que los alumnos incidan en las problemáticas de su entorno.
Desde la experiencia de aula, la enseñanza de la Educación Cívica exige un aprendizaje más allá de la comprensión de lo legislativo vigente en el país. En cuanto a ello, autores como Fishman y Hass (2015), Pagés y Santisteban (2006) y Villalón (2021) señalan que la educación para la ciudadanía debe ser un proceso continuo, integral y contextualizado, el cual ocurre tanto dentro como fuera del entorno áulico.
En el caso costarricense, el proyecto educativo dista de lo señalado por los autores mencionados; prueba inequívoca de ello se visibiliza en la conceptualización presentada en el Programa de Estudios de Educación Cívica (MEP, 2009), en el cual “se parte del concepto de ciudadanía en democracia, es decir, de una ciudadanía que reconoce, fundamentalmente, la igualdad de los derechos y deberes de todos y el consecuente respeto mutuo y el respeto por las reglas legítimamente establecidas” (p. 17). Teniendo eso en cuenta, se puede afirmar el planteamiento formativo de una ciudadanía limitada a ejercerse en el ámbito político institucional. En esta visión, el mecanismo de incidencia prioritario es el voto, que tiene como requisito la mayoría de edad estipulada por las leyes del país; por tanto, el enfoque se ve sesgado por una concepción adultocentrista.
Respecto a la problemática esbozada, la persona 2 explica que dicha ciudadanía limitada representa un reto de comprensión para sus estudiantes, un concepto lejano a sus intereses políticos y campos de incidencia social. Incluso, menciona que esta concepción evoca en sus alumnos sentimientos como: “esa ciudadanía que presenta nuestro currículum no me representa a mí” (persona 2, comunicación personal, 19 de octubre del 2023).
De esta forma y al realizar una conexión con el abordaje de la ciudadanía para el caso costarricense, se visualiza que el adultocentrismo se entiende como las prácticas o ejercicios que afirman la representación de las personas adultas, como un “modelo por seguir”, dejando de lado los intereses y representaciones del estudiando que no cumple con este prototipo. Al establecer una relación entre la ciudadanía y el adultocentrismo, Barreto y Moreno (2021) señalan la importancia de resaltar las representaciones e imaginarios del estudiantado, en los cuales se destacan reflexiones que deben ser incluidas en la noción de ciudadanía enseñada dentro del aula. Así, la teoría por sí sola no resulta funcional al momento de estudiar la noción y el ejercicio de esa ciudadanía, pues los contenidos académicos deben pasar por la contextualización desde las vivencias de nuestros estudiantes, con el objetivo de obtener esa característica consciente de sí misma y de la realidad del otro, es decir:
que ellos entiendan que más allá de esas cuatro paredes hay una realidad que el libro presenta pero que ya yo necesito verla, necesito estar en contacto con esas personas, necesito estar en contacto con personas migrantes, necesito estar en contacto con personas con algún tipo de discapacidad, necesito estar en contacto con toda esta diversidad (persona 2, comunicación personal, 19 de octubre del 2023).
Como se ha descrito brevemente, la Educación Cívica en Costa Rica enfrenta falencias y retos que desde la institucionalidad no se han asumido. No obstante, esta acción no debe percibirse como una responsabilidad simplista del currículum oficial; al contrario, la perspectiva docente y su posicionamiento ante los programas educativos es crucial, ya que la institucionalidad educativa, las características específicas del estudiantado y, en especial, las propias convicciones, valores y creencias del docente (Vinson, 1998) deben ser integradas en el aula, para lograr la creación de espacios donde se forme una ciudadanía incidente en su contexto.
El currículum chileno: la sinergia entre los elementos del sistema educativo y el contexto histórico
Para el caso de Chile, el enfoque y las investigaciones efectuadas en el ámbito educativo, específicamente para el área de la historia, han evidenciado la necesidad de incorporar al currículum las experiencias de aprendizaje del estudiantado desde una visión comunitaria. No obstante, en el contexto nacional, e incluso desde una tendencia latinoamericana, la educación se ha visto marcada por el anhelo de responder a las políticas macroeconómicas y a la aplicación de un modelo neoliberal, presente en países caracterizados por una democracia en declive. En esta línea, Garretón y Garretón (2010) establecen que las democracias latinoamericanas se encuentran permeadas por las herencias institucionalizadas, las cuales se caracterizan por un despliegue del ejercicio militar y las tensiones que esto provoca en su conceptualización y desenvolvimiento.
En términos de Educación Ciudadana, el currículum chileno propone la incorporación de las experiencias cotidianas como un elemento central en el desarrollo de los contenidos. Sin embargo, durante el momento de práctica, se percibe una falta de implementación efectiva. De esta forma, resulta vital que las y los estudiantes posean un contacto con el mundo real, establezcan conexiones —más allá de lo académico— con su entorno y sean capaces de germinar habilidades prácticas. Al tratar de establecer un vínculo entre la ciudadanía y los contenidos presentes en su malla curricular, es evidente que uno de los principales desafíos vislumbrados es la “democracia de baja intensidad”, entendida por Flores y García (2013) como una que limita la participación ciudadana al ámbito electoral y, por ende, homogeniza el prototipo ciudadano en función del Estado y sus necesidades.
Adicionalmente, en repetidas ocasiones, los docentes continúan perpetuando un enfoque tradicional basado en prácticas políticas y culturales de las últimas tres décadas en Chile. Por ende, a pesar de que el discurso promueve una participación ciudadana activa e incentiva la formación de ciudadanos críticos en la escuela, la paradoja plantea que dichos espacios son reducidos a la lógica economicista del mercado y a los intereses de unos cuantos. Así lo establecieron Plá y Ross (2023), citando a autores como Cuesta (1998) y González (2015), al señalar:
an approach centered on the criticism of the teaching of the discipline, which has evidenced formative gaps coming from the disciplinary code in the didactics of history, the dissociation between the post-conflict curriculum and the life and interests of the educational agents underlining that the memory of young generations corresponds to complex socio-cultural processes influenced by the institutions, educational mechanisms and their practice, the media, and the historical experiences that mediate in the orientation of the relationships with the past (p. 38).
Sin embargo, no todo se encuentra perdido. En consonancia con la premisa inicial de este texto, se ha efectuado una serie de esfuerzos por explorar la manera en que se pueda relacionar la educación ciudadana desde una mirada más práctica, contemplando el aula como un espacio abierto y vinculado con el entorno. La encuesta realizada por el Instituto Nacional de la Juventud (INJUV) en Chile, durante el 2022, muestra datos interesantes, al apuntar que del 2012 al 2022 se ha efectuado un incremento considerable en la participación e interés de los jóvenes en la política. Asimismo, se comprueba una alta preferencia hacia el establecimiento de un régimen democrático. Aunado a ello, los espacios de participación se encuentran en “organizaciones sociales de carácter local o en subculturas urbanas” (INJUV, 2022, p. 67). De esta forma, se destaca la importancia de sensibilizar a las y los estudiantes a través de aquellos aspectos de su interés, lo cual únicamente se concretará mediante el contacto con los otros y su entorno. Además, resulta trascendental puntualizar el contexto del estudiantado, pues se muestra una mayor inclinación hacia la democracia en aquellos jóvenes del sector urbano.
Las experiencias desarrolladas fuera del aula posibilitan que los y las estudiantes construyan herramientas, las cuales les permitan enfrentar desafíos significativos, proporcionando la oportunidad de aplicar los nuevos conocimientos desde un enfoque más práctico. Sin embargo, se sigue perpetuando, desde el discurso tradicional, la indiferencia de los jóvenes y la falta de interés por la esfera política. Aunado a ello, es pertinente destacar que, en las últimas décadas, se han efectuado pequeños esfuerzos por parte de los docentes y el Ministerio de Educación en Chile (Mineduc), con el objetivo de que tanto los habitantes de la nación como los centros educativos se cuestionen el prototipo de ciudadano deseado y las herramientas que necesitan para serlo (Mineduc, 2016, p. 7).
Otro punto de interés es la llegada masiva de migrantes y las transformaciones de las dinámicas demográficas presentes en Chile, pues se posicionan como desafíos que requieren adaptaciones ágiles y empáticas pensadas desde el currículum, para abordar las diversas necesidades en las instituciones educativas. La implementación de un currículum que genere una ciudadanía requiere reflejar las necesidades de una sociedad diversa y cambiante; además, debe ser impulsado por el pensamiento sistémico. La sinergia entre los elementos del sistema educativo y el entorno resulta esencial para cultivar un sentido de ciudadanía en los y las aprendientes. Así lo señala la persona 1, a través del conversatorio:
En un contexto más amplio, la llegada masiva de migrantes venezolanos ha planteado desafíos adicionales en el ámbito educativo. La rápida transformación demográfica en las escuelas requiere adaptaciones improvisadas en la implementación del currículum de educación ciudadana para abordar las lagunas educativas de estos estudiantes extranjeros (persona 1, comunicación personal, 19 de octubre del 2023).
De esta manera y a pesar de los esfuerzos realizados, aún existe una discrepancia entre la teoría proveniente desde el Mineduc, el Estado y la práctica educativa efectuada día tras día. Las contradicciones desarrolladas en el ámbito educativo son la prueba inequívoca de los desafíos visualizados a través de los conflictos, los eventos históricos y las variables ya de por sí existentes en las sociedades. Aunado a ello, la constante formación de todos los integrantes de la comunidad educativa es indispensable para la comprensión de lo que significa ser un ciudadano integro y el aporte que puede generar desde la educación (Mineduc, 2022).
Currículum, medio ambiente y ciudadanía en Perú
Con respecto al Perú, las reformas curriculares más recientes demuestran el impacto de las políticas neoliberales en los Estudios Sociales. Plá y Ross (2023) mencionan: “the neoliberal curriculum stole some of the left concepts and employed them uncritically in the primary and secondary syllabus in Peru. There, transversal approaches to environmental education […] were declared” (p. 5). Estas reformas corresponden al currículum implementado en ese país desde el 2016; entre sus objetivos, la aplicación de una visión realista, humanista, solidaria y progresista incorpora los enfoques de derechos, inclusivo, intercultural, ambiental, entre otros. El actual Currículum Nacional de la Educación Básica (CNEB) parte de la identificación de las dos tendencias actuales: en un primer momento, la aceleración del saber y la revaloración de los conocimientos sobre diversas culturas, reconocidos como ancestrales. No obstante, es pertinente señalar que no siempre coinciden con la información generada en la modernidad (Ministerio de Educación [MED], 2016).
Sin embargo, los hechos y la realidad tanto socioeconómica como política del país peruano evidencian una contradicción entre el ideal del perfil de egreso del estudiantado, la vivencia educativa y sus circunstancias sociales. A raíz de esto, es pertinente cuestionarse de qué manera se cultiva la ciudadanía sin dejar de analizar el contexto macro. Para este objetivo, se debe partir de la noción del currículum como la síntesis de elementos culturales que conforman una propuesta político-educativa, pensada e impulsada por diversos grupos y sectores sociales cuyos intereses son diversos y contradictorios. Ella debe incorporar los elementos culturales, desde las relaciones y estructuras que construyen en la cotidianidad (De Alba,1998).
Con base en la publicación del CNEB, se reconoció la existencia de brechas sociales de latente desigualdad y discriminación en la población, a raíz de su origen étnico. Al respecto, el mismo CNEB (2016) plantea entre sus objetivos el reconocimiento de “una sociedad diversa y aún desigual y, al mismo tiempo, con enormes potencialidades, aspiramos a una educación que contribuya con la formación de todas las personas sin exclusión” (p. 13). No obstante, en los dos últimos años, se ha evidenciado que en el discurso político aparece una gran discriminación por características de origen racial, debida a la invisibilización de la diversidad cultural bajo la autopercepción de mestizo. Acerca de esto, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INIE) describe:
la existencia de 55 pueblos indígenas, 51 de ellos amazónicos y 4 andinos; además de la presencia de la población afroperuana. Por otra parte, la Encuesta de Autopercepción Étnica de la Población por sus Costumbres y Antepasados señala que, el 25,7% se considera de origen indígena, principalmente quechua con 22,3%, aimara con 2,4%, y de etnias amazónicas con 1,0%, entre las principales. El 3,6% se auto perciben como afrodescendientes; el 5,9% se auto percibe de origen blanco. En tanto, el 60,2% se identifica como mestizo (INIE, 2017, p. 217).
Considerando la migración interna a las grandes ciudades, las cuales reciben la afluencia de personas provenientes de lo interno del país y del extranjero (principalmente venezolanos), las escuelas, en especial en Lima, se convierten en un gran centro de conglomerados culturales y sociales, con costumbres, creencias o modos de hablar diversos. Así, debido a su contexto y a las relaciones sociales que se entretejen en él, los docentes trabajan desde la diversidad cultural, construyendo, a la vez, la oportunidad de desarrollar la convivencia escolar democrática entre pares.
Con respecto a una ciudadanía desde un enfoque ambiental, el CNEB se basa en la Política de Educación Ambiental, que ejecuta, como instrumentos de la gestión escolar, actividades denominadas Buenas Prácticas Ambientales. Estas se orientan hacia la formación de una ciudadanía con conciencia sobre los desafíos de la problemática ambiental, del cambio climático, de la conservación de la biodiversidad, de la ecoeficiencia de los recursos, de la promoción de patrones productivos sustentables y del manejo adecuado de los residuos sólidos. Desde la Dirección General de Educación Básica Regular, a través de la Unidad de Educación Ambiental, se involucra a todas las instituciones educativas —de ahora en adelante IE— públicas, así como privadas, y se orienta hacia la perspectiva ambiental, partiendo de un trabajo interinstitucional.
Prueba de la aplicación de estas reformas curriculares y su enfoque medioambiental es la creación de un parque didáctico ecológico, donde la interacción de los estudiantes de las IE cuentan con un sitio de aprendizaje. Otro ejemplo de ello se realiza en el distrito de Puente Piedra, en el cual se viene desarrollando un proyecto ambiental: ECOPARQUE EL DORADO, gestión conjunta de la comunidad educativa, el gobierno local y el apoyo de una organización no gubernamental. Este ecoparque posee un extenso espacio y se ha convertido en área para experiencias de aprendizaje, adquisición de saberes y prácticas orientadas al desarrollo de la conciencia ambiental.
Los aprendizajes que experimentan los estudiantes en el ECOPARQUE EL DORADO, cuando trabajan de manera colectiva, resultan vitales para la construcción de su ciudadanía. La experiencia educativa posee un alto componente emocional y de interacción social, ya que tanto los docentes como el alumnado aprovechan esos entornos libres como aulas abiertas; a la vez, son protagonistas que se apropian del currículum, al convertirlo en una herramienta para desarrollar acciones contribuidoras de la conciencia ambiental y con formación ciudadana.
Si bien las reformas curriculares de Perú muestran el progresivo desgaste de la Educación Ciudadana impulsada por el modelo neoliberal, no se debe obviar que el enfoque tradicional de ciudadanía construido históricamente en la actitud de los ciudadanos para la defensa de su país o el ejercicio político ciudadano ha evolucionado a una tendencia que incluye la perspectiva ambiental. Por lo tanto, los resultados del proyecto compartidos en los párrafos anteriores también demuestran cómo los estudiantes y docentes se apropian del currículum, para realizar una transformación que responde a sus contextos, incluso tomando en cuenta hacer suyos espacios externos (luego convertidos en aulas). En consecuencia, la inclusión de una perspectiva medioambiental en el currículum de Educación Ciudadana debe ser una tarea importante, porque corresponde a una de las preocupaciones políticas de los jóvenes, esas que incorporan temáticas como “los Derechos Humanos, ambiente, mujeres, personas jóvenes, inclusión de las minorías y otras preocupaciones que resultan de valores postmaterialistas” (Novo, 2014 citado por Álvarez, et al., 2019, p. 31).
Bajo el contexto descrito, es fundamental cuestionarse si como educadores asumimos románticamente nuestro rol de “Quijote” o adoptamos una postura de ciudadanos responsables, participativos y activos. Al final, se prioriza educar a través del ejemplo, pero, cuando se confronta la realidad nacional, se generan contradicciones en el pensamiento de la ciudadanía y, en específico, con los objetivos propuestos por el currículum. En un primer escenario, hay una aspiración ideal de protección del medio ambiente que garantice la calidad de vida y la seguridad planetaria. En segunda instancia, surge la aprobación de leyes que atentan contra el medio ambiente y la biodiversidad. De tal modo, esta situación es una limitante a la hora de construir la ciudadanía, pues, a pesar de las buenas intenciones, existe una incoherencia entre lo que se escribe, se dice y se hace. No obstante, la única esperanza es la educación, pues solo a través de ella se pueden concretar las aspiraciones de paz, libertad y justicia social.
Los resultados de este primer acercamiento muestran que, a pesar de la influencia docente y del estudiantado observada en el caso peruano, aún existe una discrepancia, entre la dimensión política del currículum (la cual viene prescrita desde las secretarías o ministerios gubernamentales) y la práctica educativa, es decir, el currículum real. Esta contradicción subyace en el contexto regional latinoamericano, generando desafíos en torno a la resolución de los conflictos persistentes producto de las raíces sociohistóricas de la zona.
El análisis curricular comparativo realizado entre Chile, Costa Rica y Perú visibiliza que en la región existen diferencias estructurales entre Costa Rica y los demás países, ya que el andamiaje político-curricular de Chile y Perú se redefine hacia un enfoque mucho más práctico, incluyendo una panorámica de la Educación Ciudadana permeada por las reformas neoliberales, lo cual ha permitido cambios significativos en los últimos ocho años.
El currículum latinoamericano se encuentra marcado por memorias históricas con claras intencionalidades políticas. En el caso de Costa Rica, el sistema neoliberal mantiene la Educación Ciudadana bajo un enfoque mayoritariamente simplista y teórico, cuya contextualización representa un reto para las personas docentes. En Chile, a pesar de implementarse una serie reformas educativas con el fin repensar la conceptualización ciudadana, los vestigios militares de la dictadura y las contradicciones entre la sociedad civil y las políticas educativas representan una paradoja que impregna el currículum de la Educación Ciudadana.
La experiencia curricular docente de Perú revela nuevos límites para la capacidad de incidencia de la educación en construir una ciudadanía, ya que la realidad en la cual se inserta el estudiantado y ejerce aquella es incoherente con lo que el proyecto formativo plantea. Los currículos latinoamericanos aún tienen mucho camino por recorrer antes de encontrarse con este límite propio del sistema económico. No obstante, es preciso sumar esfuerzos de toda la comunidad educativa, así como de los aliados estratégicos en la ejecución de planes, compromisos en el ámbito pedagógico y en la transformación del contexto nacional o regional.
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1 Costarricense. Licenciada en Enseñanza de los Estudios Sociales y la Educación Cívica, Universidad Nacional de Costa Rica (UNA), Sede Omar Dengo, Heredia, Costa Rica. Docente de Estudios Sociales y Educación Cívica en el Colegio Los Ángeles School, San José, Costa Rica. karol.quesada.brenes@est.una.ac.cr https://orcid.org/0000-0003-0021-2903
2 Costarricense. Licenciada en la Enseñanza de los Estudios Sociales y la Educación Cívica, Universidad Nacional (UNA), Sede Omar Dengo, Heredia, Costa Rica. Docente de Estudios Sociales y Educación Cívica en el Colegio Marista de Alajuela, Alajuela, Costa Rica. mariajrov@maristasalajuela.org
3 Peruana. Magíster en Educación, Mención, Evaluación y Acreditación de la Calidad de la Educación, Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Docente del Ministerio de Educación (MED) en Lima, Perú. limalledel@gmail.com https://orcid.org/0000-0002-0614-3171
4 Chileno. Investigador independiente. Magister en Historia, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Valparaíso, Chile. andreslillob@educmvm.cl
Escuela de Historia
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Apartado postal: 86-3000. Heredia, Costa Rica
Teléfono: (506) 2562-4125
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