Mustafa Kemal Atatürk 1881-1938

Biografía y pensamiento

Mehmet Necati Kutlu

Profesor-investigador

Universidad de Ankara

El niño y el joven

Mustafa nació en la ciudad entonces otomana de Salónica en 1881 como hijo de una familia turca de clase media.1 Su padre Ali Riza Bey (1839-1893) era un exfuncionario que había trabajado en los Ministerios de Fundaciones y Aduanas y se dedicaba al comercio. Se casó en 1871 con Zübeyde Hanim (1857-1923), joven de conocida estirpe, perteneciente a la prestigiosa familia Haci Sofu.2 En 1872, Zübeyde dio a luz a su primera hija Fatma, quien falleció de tuberculosis apenas a los tres años de edad. Los dos varones siguientes, Ahmet y Ömer, nacieron en 1874 y 1875, respectivamente. La pequeña familia se afincó en la ciudad de Salónica al integrarse Ali Rıza Bey a la Milicia Nacional como oficial en 1876, estableciendo su domicilio en la zona de Islahane en la vecindad denominada Ahmet Subaşı Mahallesi. Sus tres hijos menores, Mustafa y las niñas Naciye y Makbule (1885-1959), nacieron en esa casa3 entre 1881 y 1885. Los dos hijos mayores de la familia, Ahmet y Ömer, fallecieron de difteria en la misma ciudad a los pocos años de nacer su hermano Mustafa.4 La primera escuela a la que asistió Mustafa era la escuela primaria del vecindario que seguía el sistema de educación clásica basada en las enseñanzas coránicas. Su madre estaba a favor de este sistema, pero el padre insistía en que se educara en una escuela moderna. Al poco tiempo, el niño cambió y empezó a asistir a la primera escuela musulmana privada de la ciudad. Şemsi Efendi, el fundador, era una figura conocida por su empeño en introducir los métodos científicos en la enseñanza otomana. Mustafa debió de haber asistido a esta institución hasta el fallecimiento de su padre en 1893.

Tras el fallecimiento de Ali Riza Bey, la joven viuda Zübeyde opta por mudarse a la hacienda de Çalı (El Matorral)5 en Langaza, donde su hermano Hüseyin trabajaba como mayordomo. Afortunadamente, la familia no tardó en darse cuenta de que la vida rural deterioraba el desarrollo intelectual del pequeño Mustafa y el niño fue enviado de vuelta a Salónica para que continuara su educación, viviendo junto a su tía materna.

El mismo Atatürk posteriormente relató este episodio determinante de su vida con las siguientes frases:

Mi padre falleció. Me instalé en casa de mi tío con mi madre. Mi tío vivía una vida campestre y yo me integré a la misma. El me daba tareas y yo las hacía. Mi deber principal consistía en vigilar los campos. Me acuerdo que nos sentábamos con mi hermana en una choza en medio de un campo de habas y tratábamos de espantar a los cuervos. También me ocupaba de otros deberes de la vida laboral en la granja. Así transcurrió un poco de tiempo y mi madre empezó a preocuparse porque yo me privaba de la formación escolar. Al fin se decidió que me fuera a Salónica donde se encontraba mi tía y así continuara con mi educación (Aydemir, 1966, p. 56).

A pesar de que en Salónica el niño empezó sus estudios en una escuela civil, al poco tiempo se presentó a los exámenes de selección estudiantil de la Escuela Secundaria Militar de la ciudad, iniciando su educación militar. Su talento y nivel sobresaliente en los estudios llamó la atención de su profesor de matemáticas, el señor Mustafa, tocayo del niño, quien alegando que podían surgir confusiones en el aula por el nombre le puso el apodo de Kemal, que quería decir ‘perfecto’.

Después de graduarse en 1895, Mustafa Kemal tuvo que trasladarse a la ciudad de Monastir6 donde cursaría el bachillerato en el Liceo Militar. Esta ciudad, la segunda más importante en Rumelia, después de Salónica, edificada a orillas del río Dragor y al pie de altas montañas, tenía un extraordinario valor estratégico por ser lugar de cruce de las carreteras que unían Dures, puerto albanés sobre el Adriático, Üsküp (hoy Skopje, capital de la hogaña República de Macedonia), Edirne (otrora capital del Imperio otomano) y Selanik (Salónica) (Blanco Villalta, 1999).

En esta escuela ordenada y disciplinada Mustafa Kemal destacó por su talento intelectual, honradez y laboriosidad. Fue allí donde se vio florecer en el espíritu del joven cadete la pasión por la literatura y en particular por la poesía. Sin embargo, esta inclinación a las letras no fue favorecida por sus profesores, quienes alegaron que dicha tendencia podría perjudicar sus estudios militares. Eran tiempos críticos, desde el punto de vista histórico, para el Imperio otomano: las sucesivas rebeliones etnonacionalistas apoyadas por las grandes potencias de la época debilitaban el poder central en los vastos territorios del imperio y había un gran descontento entre las masas populares. Grecia, que había obtenido su independencia en 1821 del imperio, se había convertido en una amenaza para el mismo Estado otomano.

Mientras estudiaba en Monastir, la guerra turco-griega de 1897 proseguía. La independencia serbia y la autonomía búlgara reconocidas en 1878, habían creado en los Balcanes una atmósfera permanente de revolución. La creación de estados independientes, que agrupaban a minorías que habían estado bajo la dominación del Imperio Otomano, despertó sentimientos patrióticos en los jóvenes militares del Imperio, entre los cuales se encontraba Mustafa Kemal, quien, desde Monastir, reflexionaba sobre todos estos acontecimientos. Participó con ardor en las discusiones sobre la creación de una patria cuyas fronteras fueran definitivas, contrariamente a la inestabilidad del Imperio Otomano, y se interesó por los problemas nacionales (Menter Şahinler, 1995, p. 21).

Figura 1. Zubeyde Hanim, madre de Atatürk

http://crh/wikipedia.org/wiki/Zubeyde_Haninm

Figura 2. Alí Rizá Bey, padre de Atatürk

http://crh/wikipedia.org/wiki/Ali_Riza_Efendi

Más allá del mero interés, se sabe que en esa época el joven Mustafa Kemal intentó dejar sus estudios para ir a combatir en el frente como voluntario. Los motivos de la guerra arriba mencionada y la postura del joven cadete fueron analizados de la siguiente manera por Lord Kinross en su conocido libro titulado Atatürk. El resurgir de una nación:

En 1897 los griegos iniciaron la guerra de liberación en Creta, marchando los turcos contra ellos en Rumelia. Monastir fue totalmente movilizado. La muchedumbre se arremolinaba en las calles; los soldados eran reclutados al son del tambor y de la cornamusa. Los estudiantes desfilaron por la ciudad enarbolando banderas turcas, mientras los guerrilleros luchaban a muerte en las montañas que rodeaban la ciudad. Una noche, Mustafa y un compañero suyo escaparon de la escuela en un intento de enrolarse en el ejército. Fueron reconocidos y devueltos contra su voluntad a la escuela. Pero ya en el corazón del joven Kemal se había encendido la llama del patriotismo y un amor intenso por su país, al que deseaba proteger con todas sus fuerzas (1974, p. 16).

En Monastir y su escuela el joven Mustafa Kemal se inició en los saberes de la literatura y el gusto por la oratoria. Se hizo amigo de un joven poeta llamado Naji,7 quien le inculcó su afición, pero su profesor de matemáticas le hizo desistir de su inclinación creciente por la literatura, recomendándole que se concentrara más en materias que le podrían ser más útiles en su futura carrera militar.

Otro miembro del grupo de amigos cercanos a Mustafa Kemal era Ali Fethi,8 paisano nacido en Rumelia como él, aficionado a la política y bastante aventajado en las clases de francés, todo lo contrario a Mustafa Kemal.

En poco tiempo, y gracias a sus lecturas, estos tres amigos llegaron al nivel de poder discutir los problemas del país y buscar soluciones partiendo de ideas expuestas por maestros como Rousseau, Voltaire, Compte y Montesquieu (Kinross, 1974).

Mustafa Kemal había mejorado su francés durante los meses de verano en Salónica, siguiendo las clases de lengua en una escuela llamada Collège des Frères de Salle, regida por religiosos extranjeros.

El finado investigador y diplomático argentino Jorge Gastón Blanco Villalta opina que el inicio de la vida amorosa del futuro héroe nacional también había iniciado en esos días de Monastir y refleja esta faceta de la vida del joven con las siguientes afirmaciones:

El brillante alumno sintió por primera vez, cuando apenas contaba catorce años, las alegrías y angustias del amor. Una vecina fue la causante del despertar de esos sentimientos y como ocurre en estos primeros amores su intensidad fue grande. Ella se le aparecía con el rostro descubierto en una de las ventanas de la casa, y él enamorado, aprovechaba toda ocasión para pasar por allí. En las noches permanecía largos momentos al acecho, frente al enrejado de madera detrás del cual, seguramente, la beldad trataba también de descubrirle disimulado en las sombras. El amor no le hizo perder el ritmo de sus estudios ni su lugar de preferencia en la clase, pues el corazón nunca pudo primar sobre su cerebro (Blanco Villalta, 1999, p. 16).

Mustafa Kemal se graduó con éxito del Liceo Militar de Monastir en 1898 y se movilizó hacia la capital imperial para continuar su instrucción militar en la Academia Militar a la que ingresó el 13 de marzo del año 1899 como cadete de infantería. Destacó como excelente alumno y continuó entablando amistades con cadetes que en el futuro formarían la plana mayor del nuevo Estado turco. Allí se graduó con grado de teniente el 10 de febrero del año 1902 y el hecho de que estuviera entre los mejores alumnos de la academia le permitió ingresar a la Escuela del Estado Mayor General para profundizar sus estudios militares.

En la Escuela del Estado Mayor General ubicada en la misma capital, Mustafa Kemal empezó a editar un periódico donde él y sus compañeros manifestaban sus opiniones acerca del país y su administración en general. Entre estas opiniones no faltaron críticas al mismo soberano Abdül-hamit II, así que la aventura periodística hubo de concluir con la clausura del periódico. Los jóvenes que encabezaban esta iniciativa, entre quienes se encontraba el mismo Mustafa Kemal, se salvaron de un grave castigo probablemente por los méritos alcanzados en sus estudios. El mismo Atatürk años más tarde dirá que los altos dirigentes de la escuela se habían hecho de la vista gorda salvándoles el futuro a esos jóvenes (Milli Eğitim Basımevi, 1971).

Mustafa Kemal se graduó de la Escuela del Estado Mayor General como quinto de su promoción el 11 de enero de 1905 con el grado de capitán del Estado Mayor.

El perfecto soldado

Mustafa Kemal tuvo que enfrentarse a los primeros sinsabores de su carrera justo cuando acababa de terminar la Escuela del Estado Mayor General. En esos días existía un creciente disgusto entre los jóvenes oficiales sobre la administración del imperio, y Mustafa Kemal frecuentaba reuniones donde se discutían temas de esta índole. El grupo de jóvenes idealistas al que pertenecía el joven capitán fue traicionado por uno de sus miembros y Mustafa Kemal y sus compañeros fueron arrestados inculpándoseles de haber formado una organización secreta contra el sultán Ab-dülhamit II con intención de asesinarle. Tras permanecer en la cárcel por unos meses, los jóvenes fueron absueltos gracias a las gestiones del comandante de la Escuela del Estado Mayor, general Riza Pacha. En total, los jóvenes habían sido salvados una vez más por el mismo alto oficial, quien confiaba en sus dones especiales y sabía que podrían ser útiles a la patria en un futuro no muy lejano.

El capitán del Estado Mayor Mustafa Kemal fue destinado a las filas del XXX. Regimiento de Caballería que en breve se trasladaría a Damasco. En esa época Mustafa Kemal actuó en las campañas para sofocar las rebeliones de los drusos, encendidas en el Monte Haurán y Kuneira, adquiriendo experiencia de combate y tácticas militares. En aquellos días formó una organización secreta llamada Patria y Libertad junto con sus compañeros el capitán Müfi (Özdeş), Haci Mustafa y el médico militar Dr. Mahmut Bey. Su objetivo era remediar los males políticos del país e intentar proveer de más libertad a la sociedad otomana.

En el fondo de este objetivo se encontraba el ideal de reformar la sociedad basada en la noción religiosa y crear un ideal nacionalista hasta entonces inexistente en dicha sociedad. En este contexto no sería erróneo decir que una de las olas de nacionalismo que más tardaron en llegar al Imperio otomano fue la del propio nacionalismo turco, ya que para esa época países como Grecia y Bulgaria se habían independizado gracias a sus propios ideales nacionalistas. En aquellos días Salónica, ciudad natal de Mustafa Kemal, seguía siendo uno de los centros culturales, políticos y comerciales del imperio, y el joven oficial se dirigió a ella para fundar un capítulo de su asociación secreta. Un reposo médico le permitió al joven capitán permanecer en su tierra natal por unos meses de manera que por un lado pudo volver a ver a su familia y por el otro pudo fundar en ella el capítulo que se había propuesto. Los nuevos miembros de la sociedad eran oficiales y profesores progresistas que sobre las armas juraban que no se apartarían del ideal reformista hasta que se realizara una revolución en el país.

En el mes de septiembre de 1907, el joven oficial fue destinado a las filas del III Ejército con sede en Salónica. En esta etapa, la plana mayor de la asociación Patria y Libertad decide afiliar su organización al seno de una mayor de carácter progresista. Esta no era otra que el célebre Comité de Unión y Progreso, comúnmente conocido como los Jóvenes Turcos, que en menos de un año obligaría al sultán a proclamar la monarquía constitucional en el imperio (23 de julio de 1908).

Mustafa Kemal y sus compañeros más allegados formaban parte de este enérgico comité que prácticamente llegará a dominar la administración central del imperio. A pesar de esta situación privilegiada, Mustafa Kemal se dio cuenta en poco tiempo del gran peligro que representaba para el ejército la politización de sus miembros y comenzó a sugerir la separación de la plana militar de los cuadros administrativos del comité político. Pero al comprender que sus ideas no eran aceptadas por la mayoría de los integrantes del comité, Kemal resuelve apartarse de la política para dedicarse enteramente a la carrera militar. Las dos traducciones de sendos libros sobre instrucción militar que realiza del alemán datan precisamente de esos días.

Tras la reforma administrativa que comprendía la puesta en vigor de la Constitución, el sultán convocó a elecciones de las cuales un nuevo órgano legislativo hubo de surgir. Los Jóvenes Turcos obtuvieron la mayoría en el recién constituido parlamento, de modo que fue puesto en marcha el plan político del comité, el cual garantizaba igualdad para todos los súbditos del vasto Imperio multiétnico. Los pasos precipitados de carácter reformista llevados a cabo por los dirigentes del partido político de los Jóvenes Turcos, que carecían de la preparación y experiencia necesarias, provocaron decepciones sobre todo en los sectores conservadores del país. Los enérgicos opositores al régimen de Unión y Progreso redoblaron su campaña contra el Gobierno abriendo paso a una contrarrevolución de carácter pro-islamista.

El asesinato de un periodista conservador constituyó la chispa de la revuelta cuando masas dirigidas por los ulemas, derviches y hodjas empezaron a formar grupos multitudinarios en la capital del imperio. El 13 de abril de 1909 soldados de las guarniciones de Estambul se apoderaron del orden en la ciudad neutralizando a sus oficiales. Las masas conservadoras apoyadas por la Guardia Imperial del sultán Abdülhamit II obligaron al gabinete a dimitir. En seguida se formó un ejército especial compuesto de las tropas ubicadas en Tracia (Turquía en Europa) para sofocar esta revuelta.

Mustafa Kemal participó en él como jefe del Estado Mayor. El ejército que en unos días llegó a las puertas de la capital, no tardó en apoderarse de la gran ciudad. Fue él quien escribió la declaración oficial después de restablecerse el orden en Estambul, con lo cual realizaba su primera acción para la historia, pero tal acción no será la última.

Figura 3. Héroe de los Dardanelos

https://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Gal%C3%ADpoli

Al volver a obtener el poder, los Jóvenes Turcos destinaron a Mustafa Kemal a la región de Macedonia. Poco a poco empezaron a enfriarse las relaciones entre el Comité de Unión y Progreso y Mustafa Kemal, quien postulaba que el ejército no debería inmiscuirse en la política.

Eran momentos críticos para el imperio, en 1911 los italianos atacaron a Trípoli, provincia otomana en el norte de África (hoy Libia). Mustafa Kemal formaba parte del grupo de oficiales que se desplazaron de Estambul para defender esa provincia aislada del imperio. Las tropas turcas reforzadas por unidades de combatientes nativos lograron confinar en la estrecha franja litoral a las superiores fuerzas italianas por casi un año. Allí el joven capitán se distinguió como buen oficial y valiente soldado para volver a la sede imperial ascendido al grado de mayor.

Ya como mayor fue destinado a un cuerpo de ejército ubicado en los Dardanelos y este cargo le permitió acumular la experiencia y los conocimientos esenciales que necesitaría para defender la zona del ataque de las fuerzas aliadas unos años más tarde, durante la Primera Guerra Mundial.

Mustafa Kemal fue luego enviado como agregado militar a Sofía (Bulgaria) a finales del año 1913 y ascendido a teniente coronel a principios de 1914. Jorge Blanco Villalta, (1999) quien había tenido la oportunidad de conocer a Mustafa Kemal en persona, anota las siguientes afirmaciones acerca de esta etapa de la vida de este ilustre personaje:

Una nueva vida comienza para Kemal en la capital de Bulgaria: la vida de salón en los círculos diplomáticos y mundanos. Los estudios, las conspiraciones en Estambul y Salónica con los espías a la zaga, los cambios de destino, las guerras no pueden haber contribuido a formar en él al hombre de salón, con su refinamiento y su frivolidad de buen tono. A pesar de ello, desde el primer momento se mueve por embajadas y palacios con la mayor naturalidad, sin pretender afectar otras maneras que las suyas, correctas desde luego. Prefiere escuchar y observar, más que exponer sus ideas y, sobre todo, trata siempre de formar corro con militares, discutir con ellos temas de su competencia o de política; entonces, sus conclusiones, meditadas unos segundos, son cortas, pero la amplitud de su significado abarca la solución o explicación de un problema. Kemal cumple su misión con la misma energía y vitalidad que pone en todo lo que emprende. (47)

Pero el destino de Mustafa Kemal y su mundo están a punto de cambiar, pues estamos a la altura del año 1914 al estallar la Primera Guerra Mundial.

Héroe de los Dardanelos

Mustafa Kemal permaneció en Sofía como agregado militar de la Legación Turca hasta después del inicio de la Primera Guerra Mundial, concretamente hasta principios del año 1915. Su visión de la situación general del mundo y la postura que debía adoptar el imperio no coincidían con los dirigentes del Comité de Unión y Progreso. El joven teniente coronel consideraba que la participación del Imperio otomano en la guerra había sido bastante precipitada. Observaba desde Sofía el desarrollo de los combates y opinaba que la contienda mundial, tarde o temprano, acabaría con el desastre de las fuerzas centrales, es decir, del bando al que se había afiliado su país.

En todo caso y a pesar de prever la pérdida de la guerra desde sus inicios, no le pareció correcto permanecer en un cargo diplomático bajo esas circunstancias y escribió al Ministerio de Guerra, encabezado por el legendario Enver Pacha, solicitando ser destinado al frente.

El 2 de febrero de 1915 fue asignado a la XVIII División ubicada en Tekirdağ, pequeña pero estratégica ciudad de Tracia oriental situada entre Edirne y Estambul. Dicha división, tras completar sus preparativos en Tekirdağ, fue trasladada a la zona de Eceabat, pueblo ubicado justo en la costa norte del conocido estrecho de los Dardanelos.9

El bloqueo marítimo de la desembocadura del estrecho por los aliados se había iniciado hace algún tiempo, a la altura del mes de agosto del año 1914. La intención de la armada aliada, compuesta por buques ingleses y franceses, era cruzar el estrecho de los Dardanelos para abrirse paso hacia la capital imperial, y así dejar fuera de combate al Imperio otomano. Otro gran beneficio para los aliados de adueñarse de los estrechos de los Dardanelos y luego del Bósforo iba a ser el de controlar la vía marítima hacia el mar Negro, para así tener la capacidad de enviar apoyo logístico a su aliada Rusia. Según el plan de combate, la armada aliada que intentaría cruzar los Dardanelos a base de su fuerza marítima de combate iba a ser apoyada por fuerzas terrestres que desembarcarían en las playas del estrecho.

El plan inicial –que comprendía apoderarse de las colinas que dominaban el estrecho en tres días con una fuerza de combate de 75 000 soldados– fue abandonado al poco tiempo debido a la extraordinaria resistencia de la artillería e infantería turca previamente desplegada en dicha zona. En breve, los atacantes aumentaron sus fuerzas a unos 500 00010 hombres para poder abrirse paso a través del legendario brazo de agua.

El gran combate marítimo y terrestre de los Dardanelos pasó a la historia bélica universal como una de las más heroicas facetas de la Primera Guerra Mundial. Los combates duraron casi un año entre febrero de 1915 y enero de 1916. La pérdida humana total por parte de los aliados fue de unos 214 00011 soldados. El bando turco perdió casi la misma cantidad de soldados, incluyendo heridos, muertos en combate y aquellos que perecieron a causa de enfermedades en esta trágica defensa.

Mustafa Kemal participó con su división defendiendo la región contra las operaciones anfibias de los aliados y obtuvo merecida fama como genio militar al frustrar la invasión de la zona. Su célebre frase pronunciada en uno de los días más aciagos del combate en la primavera de 1915 aún retumba en el oído de la nación turca. A falta de fuerzas de apoyo, había pronunciado la frase siguiente como orden del día a los oficiales y suboficiales bajo su mando: «¡Hoy no les ordeno atacar, hoy la orden es morir! En el transcurso del tiempo, hasta que nos muramos todos, podrán llegar nuevas tropas y comandantes para reforzar nuestras posiciones» (T.C. Kültür Bakanlığı, 1994, p. 30).

Las tropas aliadas vencidas, viendo la imposibilidad de apoderarse del estrecho, decidieron retirarse a finales del año 1915, completando la operación de retirada el 9 de enero de 1916. Una de las consecuencias más importantes de esta fase de la Primera Guerra Mundial fue el desastre de la Rusia imperial. Esta gran potencia se había debilitado en buena medida por no poder recibir ayuda militar de sus aliados. Sus movimientos marítimos en el mar Negro se habían paralizado totalmente desde los primeros días de la guerra. La gran crisis del Imperio ruso acabó con el derrumbe del zar Nicolás II (1868-1918) y la victoria de la Revolución bolchevique.

Tras el cese al fuego en los Dardanelos, Mustafa Kemal volvió a Estambul y tuvo una corta estancia en Sofía para resolver asuntos que había dejado pendientes al cesar en su cargo como agregado militar. En lo relacionado al desarrollo de la guerra, el héroe de los Dardanelos soportaba a regañadientes la gran influencia de Alemania sobre su país. Viendo la muy posible pérdida de la guerra, recomendaba la inmediata ruptura de la alianza con esa potencia. Las opiniones que manifestaba abiertamente en contra de Alemania causaron malestar entre los dirigentes del imperio. Mientras tanto su rango fue ascendido a general de brigada, y con la intención de alejarlo de Estambul el Gobierno le dio sucesivamente el mando del XVI Cuerpo de Ejército en Diyarbakır (oriente de Anatolia) y luego el del II Ejército. Por fin llegó a ser nombrado comandante del VII Ejército desplegado en el territorio de la actual Siria.

Figura 4. Atatürk a caballo

Recuperado de: www.atam.gov.tr.ataturk-portreleri

La última de las misiones importantes que desempeñó Mustafa Kemal durante la Primera Guerra Mundial fue la de acompañar al príncipe heredero, futuro sultán Me- hmet Vahdettin VI en su viaje a Alemania (del 15 de diciembre de 1917 al 05 de enero de 1918) en calidad de edecán. Durante este viaje crítico, el joven e idealista general tuvo oportunidad de visitar distintas localidades alemanas y conocer a personalidades importantísimas, empezando por el emperador Guillermo II (1859-1941). Los esfuerzos realizados por Mustafa Kemal para poder explicar, tanto a los dirigentes alemanes como al mismo príncipe turco, la imposibilidad de una victoria de la alianza del centro en la guerra fueron infructuosos.

El soberano otomano Gazi Mehmet Reşat V murió durante el mes de julio de 1918. El cinco del mismo mes de julio subió al trono Mehmet VI, quien sería el último de los sultanes otomanos.

Una de las primeras acciones del nuevo sultán fue la de recibir al general Mustafa Kemal y solicitarle volver al mando del VII Ejército ubicado en Siria para frenar el avance inglés. No obstante la actuación del legendario héroe de los Dardanelos en el frente sur ya en la última etapa de la guerra, se limitó a paralizar el avance de las tropas británicas alrededor de la frontera actual turco-siria. En este contexto, cabe señalar que la actual presencia turca al sur de las montañas Tauro en Iskenderun (Alejandreta) se debe al genio militar de Mustafa Kemal.

El 30 de octubre de 1918 se confirmó la derrota y Turquía fue obligada a firmar el Armisticio de Mudros con las potencias aliadas vencedoras (Fahir Armaoğlu, 1984).

Mustafa Kemal regresó a Estambul en el mes de noviembre del mismo año y con gran angustia presenció los acorazados franceses e ingleses –a los cuales había impedido entrar por los Dardanelos– paseándose en el propio Bósforo y amenazando con sus cañones el Palacio Imperial de Dolmabahçe.

Fueron inolvidables para los turcos las palabras que pronunció en respuesta a su desesperado edecán cuando este le preguntó lo que deberían hacer. Con estas palabras Mustafa Kemal sellaría el destino de los invasores: «¡Se irán tal como han venido!».

Ruptura y rebelión

Desde Estambul Mustafa Kemal se abocó a analizar la situación y trató de establecer contactos tanto con militares como con civiles para poder salvar el país de la trágica situación en que se encontraba. Uno de los primeros personajes que pudo convencer para actuar de forma concertada fue el coronel Ismet (1884-1973),12 quien sería su brazo derecho tanto en el movimiento de resistencia y liberación como en los primeros años de la república turca.

Las actividades de Mustafa Kemal en la capital, invadida y ocupada al poco tiempo, llaman la atención de los dirigentes de las fuerzas invasoras. Sin embargo, pudo aprovechar el poco tiempo en que permaneció en Estambul para poder formar la plana mayor que le serviría de apoyo en los años venideros. La ocupación del país por las potencias europeas había causado una gran indignación y pesimismo en el pueblo turco y gran alegría entre las minorías cristianas del imperio.

Las manifestaciones de las comunidades griegas, levantinas y otras minorías étnicas residentes en Estambul para dar la bienvenida a las tropas aliadas aún permanecen como un amargo recuerdo en la conciencia común del pueblo turco. Mientras que la fuerza civil de las minorías se limitaba a dar la bienvenida a las tropas vencedoras banderas en mano, las bandas alzadas constituían su mano armada y actuaban en las regiones del Egeo (griegos), mar Negro (griegos) y del este (armenios). Precisamente estas acciones separatistas dieron a Mustafa Kemal la oportunidad de emprender su larga marcha para salvar el país. Mustafa Kemal fue nombrado inspector del III Ejército con la misión adicional de restablecer el orden en la zona norte y oriental de Anatolia. El héroe de los Dardanelos planificó aprovecharse de este cargo que le permitía un mando excepcional sobre las fuerzas ubicadas en dichas regiones para crear condiciones adecuadas que utilizaría para iniciar la resistencia nacional. En poco tiempo acabó sus preparativos y acompañado de su plana mayor de 18 hombres abandonó Estambul en el pequeño barco Bandirma con rumbo a Samsun, importante puerto en el mar Negro, ubicado en el sector central de la costa septentrional de Anatolia.

El día 19 de mayo de 1919,13 Mustafa Kemal Pacha y sus compañeros más allegados desembarcaron en Samsun para emprender la resistencia nacional y cambiar el destino del pueblo turco (Atatürk, 1981).

Unos días antes de la llegada de Mustafa Kemal y sus compañeros a Samsun, un acontecimiento capital había sacudido el país. Grecia, antigua provincia del Imperio otomano que no había participado en la Primera Guerra Mundial, instigada y apoyada por los ingleses se aventuró a desembarcar sus tropas en Esmirna (Izmir).

Este hecho constituyó un segundo terremoto después de la ocupación de la capital. La resistencia popular se hizo notar en seguida y la primera bala fue disparada en el muelle de Esmirna contra las tropas griegas mientras desembarcaban. Hasan Tahsin, conocido periodista de la ciudad, se opuso a los invasores en pleno muelle matando al abanderado de las tropas griegas con su revólver, convirtiéndose así en el primer mártir de la resistencia nacional turca.

De acuerdo con Kinross (1974) esta etapa de la vida del héroe nacional turco se resume de la siguiente manera:

Tenía una gran ventaja. Podría explotar a fondo el asunto de la ocupación de Esmirna, ya que el pueblo de Anatolia apenas sabía de ella. Una de las primeras medidas fue la de dar instrucciones a sus subordinados para extender, por todos los confines de la región, las noticias referentes a los desembarcos griegos y a las matanzas de que fueron víctimas los turcos. En Samsun tuvieron lugar reuniones en la mezquita principal, organizadas con el sólo objeto de animar al pueblo a la resistencia. En el terreno militar se establecieron enlaces con la totalidad de los destacamentos turcos de Anatolia y Tracia; en el político, se procuró fortalecer los diversos grupos resistentes y se fomentó la creación de otros nuevos.

Mientras, en una serie de telegramas al Ministerio de la Guerra continuaba como hiciera en los días de la firma del armisticio, con sus quejas contra los británicos. Estos habían aumentado sus efectivos militares en la zona sin dar cuenta de ello a las autoridades turcas; planeaban la ocupación de diversos puntos del interior; ayudaban a los griegos. Estas acciones se contradecían totalmente con los términos del armisticio.

En Constantinopla los británicos se alarmaron. De repente, se habían dado cuenta –demasiado tarde– del peligro que representaba la marcha de Kemal. Exigieron que se le hiciera regresar en seguida. El Ministro de la Guerra intentó tranquilizar los ánimos, aunque al fin se vio obligado a solicitar del gabinete una restricción en los poderes de Kemal.

Las cosas, sin embargo, se complicaron debido a presiones ejercidas por algunos ministros, y se decidió que Kemal volviera a Constantinopla. Sir George Milne, comandante en jefe británico fue informado inmediatamente de esta decisión.

El inspector decidió trasladar su cuartel general a Havza, situada más hacia el interior de Anatolia, pues la proximidad de los oficiales de control británicos restringía su libertad de movimientos (pp. 128-129).

El telegrama que ordenaba a Mustafa Kemal su inmediato regreso a Estambul llegó el 8 de junio de 1919. Como respuesta envió un largo telegrama al sultán haciendo un resumen de la situación general del país, informando que continuaría su labor patriótica hasta el final y añadiendo, por lo demás, que no volvería a Estambul aunque tuviera que dimitir y volver al seno de su pueblo.

Congresista popular

Mustafa Kemal realizó su primer llamamiento al pueblo turco la noche del 20 al 21 de junio desde la ciudad de Amasya anunciando las bases de la resistencia. Esta llamaba a todo el país a salvar la integridad y soberanía, añadiendo que el Gobierno de Estambul se encontraba impotente para realizar sus actividades. La mencionada declaración finalizaba anunciando que el único poder fiable para alcanzar la salvación del país era la decisión y acción del pueblo, convocando a congresos nacionales en las provincias de Erzurum y Sivas, ubicadas en el noreste y en el centro de Anatolia, respectivamente.

Mientras se realizaban los preparativos de dichos congresos, el Gobierno de Estambul tomaba toda clase de medidas y realizaba toda clase de gestiones para tratar de hacer retroceder a Mustafa Kemal o por lo menos neutralizarlo de alguna manera. Bajo estas presiones Kemal Pacha se vio obligado a desprenderse de sus cargos y de su rango militar, renunciando a ellos la noche del 7 al 8 de julio de 1919.

El Congreso de Erzurum, reunido el 23 de julio de 1919, se clausuró el 7 de agosto al anunciar la indivisibilidad del país y la decisión del pueblo de defender el territorio nacional.

Durante este congreso se reunieron las Sociedades de Defensa de los Derechos, previamente creadas para organizar la resistencia nacional en la zona este del país. Una última decisión importante del Congreso de Erzurum fue el rechazo de toda posibilidad de protectorado extranjero. Al final del proceso del congreso, se hizo un llamado general a todas las provincias (parecido al que se había realizado para reunirse en Erzurum) para un nuevo congreso que se realizaría en la provincia de Sivas, situada al este de la región central de Anatolia. El llamamiento requería que cada provincia otomana fuera representada por tres diputados en Sivas.

El Congreso de Sivas se reunió el día 4 de septiembre de 1919. La apertura se realizó en el edificio del liceo de dicha ciudad, discutiéndose principalmente la estructura del mecanismo que llevaría a cabo la futura Guerra de Liberación. Algunas de sus resoluciones importantes fueron la unificación de todas las sociedades de resistencia nacional bajo el nombre de Sociedad de Defensa de Derechos de Anatolia y Rumelia, el rechazo del posible protectorado estadounidense y por fin la ruptura de las relaciones con el Gobierno de Estambul, que había tomado medidas militares para impedir la reunión de este congreso. En breve, es posible decir que el Congreso de Sivas tuvo un carácter nacional comparado con el de Erzurum, que fue más bien regional.

Tras estos acontecimientos, el Gobierno de Estambul (encabezado por Damat Ferit Pacha), que no había podido impedir la reunión del Congreso de Sivas, se vio obligado a dimitir y el nuevo gabinete formado por Ali Rıza Pacha, que reanudaría las relaciones con el Comité Representativo de Anatolia encabezado por Mustafa Kemal, convocó la reunión de un nuevo órgano legislativo en la capital imperial.

Después de este suceso, se movilizó hacia Ankara solicitando a todos los diputados del país que se reunieran previamente con él en esta ciudad antes de acudir a Estambul. El Comité Representativo de la Resistencia Nacional, con Mustafa Kemal Pacha al frente, partió de Sivas y, tras ser recibidos con gran júbilo en cada pueblo y ciudad por donde pasaron, llegó a Ankara el 27 de diciembre de 1919. La gran conmoción e incomparable aceptación del pueblo de Ankara mostradas al jefe de la resistencia nacional constituirían una de las principales razones por las cuales esta ciudad fuera la capital del futuro Estado.

A pesar de no obstaculizar la reunión del parlamento en Estambul, Mustafa Kemal podía prever que este intento no daría resultado alguno.

Todo por la patria

Mustafa Kemal en persona no asistió las reuniones del nuevo parlamento que se instala en Estambul, el cual sería el último del régimen otomano. La única resolución importante tomada por este órgano legislativo fue la adopción el día 28 de enero de 1920 del Juramento Nacional (Misak-ı Milli), un manifiesto de seis artículos que conformaría la esencia del espíritu nacional durante la lucha por la liberación del territorio turco.

Estos principios estaban basados en las decisiones de los congresos de Erzurum y Sivas que mencioné anteriormente. En el mismo texto del Juramento Nacional se delineó el fundamento político en función del marco territorial y se manifestó la decisión del pueblo turco de conservar aquellos territorios. Hoy en día gran parte de estos está integrada al territorio nacional de la República de Turquía.

El funcionamiento de este último parlamento provocó inquietudes en los aliados. Estambul, que ya contaba con la presencia de algunas tropas invasoras, fue ocupada íntegramente el 16 de marzo de 1920.

En las primeras horas de la mañana fuertes contingentes de la marinería y tropas de desembarco ingleses pusieron simultáneamente pie en varias partes de Estambul. Los habitantes se despertaron con el ruido de los trenes de artillería en marcha sobre el empedrado irregular de las calles, las tropas ocuparon rápidamente los lugares estratégicos: el puente de Galata, las comisarías, los ministerios, las oficinas telegráficas, los cuarteles (Blanco Villalta, 1999, p. 236).

Los acontecimientos fueron informados con todos los detalles por Hamdi Bey, un valiente telegrafista oriundo de la ciudad de Monastir, a Mustafa Kemal, quien a la sazón se encontraba en Ankara.

El delgado hilo telegráfico llevaba la sucesión de puntos y rayas que se traducían en fúnebres frases: <<Han ocupado la Escuela Militar, hay soldados ingleses delante de la oficina telegráfica de Pera>>. En ese instante se recibe una comunicación de distinto origen: es el Ministerio de Guerra. El telegrafista comienza a dar datos, el número de muertos, dice que los soldados asaltan el ministerio. ¡Ya entran! ¡Los ingleses están aquí!... Silencio... La capital estaba perdida (Blanco Villalta, 1999, p. 237).

Muchos atropellos fueron cometidos, incluyendo el asesinato de seis soldados turcos que estaban de guardia en el Ministerio de Guerra y prefirieron la muerte antes de entregar al enemigo la sede militar del imperio. Parlamentarios, funcionarios, políticos y escritores considerados peligrosos fueron detenidos. Estos sucesos demostraron la imposibilidad de llevar a cabo cualquier tipo de resistencia desde Estambul y el Parlamento decidió cesar sus actividades.

Mustafa Kemal, como presidente del Comité Representativo, envió telegramas a todo el país informando los sucesos y también remitió protestas oficiales a todos los países aliados, denunciando la ocupación de la capital imperial. El 19 de marzo se emitió el comunicado para convocar la reunión de un parlamento en Ankara, el cual estaría investido de poderes extraordinarios. Este iba a ser compuesto por los miembros del parlamento clausurado en Estambul y por nuevos miembros que se elegirían en las provincias.

El nuevo Parlamento se inauguró en Ankara el 23 de abril 192014 y, a propuesta de Mustafa Kemal, las primeras resoluciones tomadas fueron las que anunciaban que el supremo órgano del Estado era este parlamento y no otro, pues no se admitía ningún poder superior.

Figura 4. Ataturk

www.atam.gov.tr.ataturk-portreleri

Por otra parte, también se aprobó la unificación de poderes, es decir que tanto el legislativo como el ejecutivo y el judicial se ejercerían por el mismo Parlamento hasta el término de esta etapa extraordinaria.

Tras estos sucesos, que de facto rechazaban la autoridad del sultanato, el Gobierno de Estambul reaccionó despidiendo a Mustafa Kemal del servicio militar del imperio y condenándolo a muerte el día 11 de mayo de 1920. ¡La suerte estaba echada y no había vuelta hacia atrás!

Por otro lado, al mismo tiempo continuaba el avance de las tropas griegas que habían desembarcado en Esmirna. Mustafa Kemal decidió utilizar a grupos populares de resistencia que operaban en diversas regiones del país uniéndolos al ejército regular. A pesar de algunos enfrentamientos e insurrecciones, este método dio resultado y las fuerzas populares fortalecieron el ejército regular. El 18 de junio del mismo año se formó la Comandancia del Frente Noroeste a cargo del coronel İsmet (İnönü).

El 10 de agosto de 1920 el Imperio otomano firmó el Tratado de Sevres, que equivalía a una rendición total, y ello provocó una reacción muy fuerte del Gobierno de Ankara; el Parlamento declaró este acto como traición a la patria al responsabilizar a los firmantes por las consecuencias. Los armenios, valiéndose del artículo 5 de este tratado, intensificaron sus acciones bélicas y las matanzas en las provincias orientales de Anatolia.

Se sufrieron muchos atropellos y la población civil turco-musulmana tuvo que abandonar la zona para no ser exterminada por las tropas irregulares armenias.15

El tratado de Sevres obligaba al Imperio otomano a reconocer el nuevo Estado armenio que se fundaría en virtud del mismo tratado y dejaba al arbitraje de Estados Unidos de América el delineamiento de la frontera turco-armenia.

Los armenios envalentonados por el tratado aumentaron sus ataques y el presidente Wilson en anuncio hecho el 22 de noviembre de 1920 declaró que Estados Unidos de América había resuelto la entrega de las provincias de Trabzon, Van, Erzurum y Bitlis a Armenia. El décimo quinto Cuerpo de Ejército ubicado en Erzurum al mando del general Kazim Karabekir (1882-1948) reaccionó rápidamente ante estos sucesos y en poco tiempo derrotó a las tropas armenias. A principios del mes de diciembre ya no quedaban tropas armenias dentro de las actuales fronteras turcas, las provincias que iban a ser regaladas por voluntad de Estados Unidos permanecieron en Turquía por la voluntad suprema del pueblo turco y gracias a la sangre derramada de sus soldados.

Mientras tanto, en el frente occidental, intentando valerse de estas adversidades, el ejército griego continuó su avance al invadir el 9 de agosto de 1921 a Bilecik y Bozüyük en el noroeste de Anatolia. El coronel İsmet se enfrentó a las tropas helenas en la localidad denominada İnönü, provincia de Eskişehir, el 10 de enero. En la Primera Batalla de İnönü, el coronel İsmet venció a las fuerzas griegas que sumaban unos 30 000 hombres con un pie de fuerza de 15 000 soldados a su mando, y los obligó a retroceder hasta la línea que separa las provincias de Bursa y Eskişehir. Tras esta victoria el coronel İsmet fue ascendido a general. El contraataque organizado por las fuerzas griegas en el mes de marzo fue detenido por segunda vez en el mismo lugar por İsmet Pacha el 1 de abril del mismo año: «Por segunda vez vióse desde la colina de İnönü cómo abandonaba el enemigo el campo de batalla, con sus muertos y hasta sus heridos, y abundante material bélico» (Blanco Villalta, 1999, p. 281).

Mustafa Kemal Pacha, presidente del Parlamento, envió un telegrama de felicitación a Ismet Pacha en el cual pronunció las siguientes frases: «Allí usted no sólo derrotó el enemigo; a la vez venció el infortunio del pueblo turco» (Atatürk, 1981, p. 426).

La etapa más importante de la Guerra de Liberación turca se inició con la victoria de İnönü, último intento de las tropas invasoras al esforzarse por aniquilar las tropas turcas. El investigador y diplomático turco Menter Şahinler analiza la situación y los acontecimientos de esta etapa de la forma siguiente:

La segunda victoria de İnönü reforzó la confianza de los turcos en el ejército regular nacionalista y en la Gran Asamblea Nacional. Sin embargo, a finales de julio de 1921, el ejército de ocupación griego llegaba a la región de Sakarya en Anatolia central, y el repliegue del ejército nacionalista decepcionó enormemente al pueblo turco y a sus representantes en Ankara. Los grupos de oposición en la Asamblea se rebelaron cuando los griegos alcanzaron la ciudad de Eskişehir. Los diputados buscaron un responsable de la derrota y señalaron a Mustafa Kemal. Esta retirada del ejército turco le era efectivamente imputable, pues temiendo una derrota de las fuerzas nacionalistas, cuya potencia para enfrentarse al ejército griego era todavía limitada, Mustafa Kemal había ordenado que se replegasen. El jefe revolucionario quiso entonces reconstruir un ejército más fuerte, solicitando para ello que se le concedieran plenos poderes, que la Gran Asamblea Nacional le otorgó el 5 de agosto de 1921, siendo nombrado Comandante en Jefe de todas las Fuerzas Armadas (1995, p. 57).

En seguida Mustafa Kemal se movilizó hacia el pueblo de Polatli ubicado a unos 70 kilómetros al suroeste de Ankara, al que se había aproximado el ejército griego. Los griegos continuaron su avance y el 23 de agosto ya se encontraban frente al Cuartel General del comandante en jefe.

El combate decisivo de la Guerra de Liberación turca se denominó la Batalla de Campo de Sakarya; la contienda se dio a lo largo de una franja de cien kilómetros de ancho y duró 22 días y 22 noches. El número de combatientes ascendía a 77 000 hombres en el bando griego contra los 75 000 soldados turcos. El número total de bajas fue de unas 20 000 en ambos bandos. Al final de la batalla las tropas griegas fueron empujadas al oeste del río Sakarya y a la zaga de esa gran batalla en el mes de septiembre el Parlamento otorgó a Mustafa Kemal el rango de mariscal de campo. A lo largo del invierno de 1921-1922 continuaron los enfrentamientos de menor escala y se buscaron fórmulas para el cese al fuego, sin embargo la condición exigida por los turcos para el abandono total de las fuerzas griegas de Anatolia fue rechazada por el Reino de Grecia y no se pudo llegar a un acuerdo.

Mustafa Kemal Pacha decidió dar el golpe final a las tropas invasoras durante los meses de verano del año 1922. Se realizó una última revisión de los planes estratégicos en julio y el comandante en jefe dio la orden de completar los preparativos para un ataque final en agosto. El día 15 de agosto de 1922 estarían los planes listos y el día 20 Mustafa Kemal se instaló en el Cuartel General del Frente Occidental. El día 25 todos los comandantes, incluyendo al mismo comandante en jefe, se movilizaron al campo de batalla, instalándose en tiendas de campaña y ese mismo día se cortó toda la comunicación entre Anatolia y el extranjero. Cada una de las fuerzas beligerantes contaba con más de 100 000 soldados; sin embargo, la parte turca contaba con dos fuerzas adicionales, como eran el haber vencido en las últimas tres batallas importantes y el estar actuando en defensa de su patria.

La ofensiva turca se inició la madrugada del 26 de agosto de 1922, finalizando con la Batalla del Generalísimo el día 30. Para los griegos el acontecimiento se llamaría la Catástrofe del Asia Menor (İletişim Yayınları, 2007).

La lucha duró un total de diez días que se iniciaron en Afyonkarahisar y acabaron en İzmir (Esmirna), ubicada a más de 300 kilómetros sobre la costa del mar. Diez días y 325 kilómetros de persecución y lucha continua que acabaría con la exterminación casi total del ejército griego. Este último golpe le costó más de 50 000 bajas al ejército heleno; su general en jefe, Nicolás Tricopis, y otro general de apellido Dionis, comandante de un cuerpo de ejército, cayeron prisioneros. Tras la victoriosa batalla del generalísimo, Mustafa Kemal dictó la siguiente orden del día: «¡Ejércitos: Su primer objetivo es el Mediterráneo! ¡Adelante!».

El único objetivo que le quedaba al ejército griego también era el mar, mas para retirarse; intentaban llegar a Izmir para embarcarse y salvar sus vidas. Lamentablemente no actuaron con caballerosidad, sino que prefirieron endilgar su ira hacia la población civil saqueando y quemando todas las ciudades a su paso. Las urbes de Nazilli, Aydin, Manisa y finalmente la misma Izmir sufrieron las mismas consecuencias. El 9 de septiembre de 1922, las tropas turcas hallaron la Perla del Egeo en llamas.

Después de hacer una entrada triunfal el día 10 de septiembre, Mustafa Kemal permaneció un tiempo en Izmir, volviendo a Ankara el 2 de octubre del mismo año. El 11 de octubre se finalizó el Armisticio de Mudanya (provincia de Bursa), el cual entraría en vigor en tres días. Con este armisticio se acordó que las tropas griegas abandonaran la Tracia oriental (Turquía en Europa), incluyendo la ciudad de Edirne. También se acordó que las negociaciones de paz se realizaran en la ciudad de Lausana en Suiza. Tras la maniobra aliada de invitar tanto al Gobierno imperial de Estambul como el Gobierno de Ankara, la Gran Asamblea Nacional, es decir el parlamento de Ankara, resolvió separar el califato del sultanato, aboliendo el sultanato institucionalmente el 1 de noviembre de 1922.

Este paso de facto constituía la primera gestión hacia la creación de una república. Tras estos aconteceres el Gobierno de Tevfi Pacha tuvo que dimitir y un tiempo después, el 17 de noviembre, el sultán Mehmet Vahidet-tin el VI abandonaba el país en un barco inglés. De esta manera la hegemonía de la dinastía otomana había concluido para siempre.

Cientos de miles de súbditos otomanos de origen heleno que habían recibido a las tropas invasoras con júbilo, comenzaron a abandonar Anatolia, marchándose junto a las tropas griegas. La invasión había creado odios, imposibilitando el entendimiento de estos pueblos que habían convivido desde hacía siglos bajo la pax otomana. La situación era bastante complicada debido a que aún quedaban comunidades griegas cristianas en Anatolia y comunidades turco-musulmanas dentro de las fronteras de Grecia, por lo que se decidió que este tema fuera uno de los que se trataría en el contexto de la Conferencia de Lausana, iniciada el 21 de noviembre de 1922.16

Mustafa Kemal realizó un viaje hacia el oeste de Anatolia y anunció su boda con una joven de Esmirna. Latife Uşşakizade, con quien contrajo matrimonio; era una doncella, hija de una muy conocida familia de esa ciudad y se había educado al estilo occidental, estudiando derecho en la Sorbona en París.

La conferencia de Lausana concluyó con la firma del tratado conocido con el mismo nombre el 24 de julio de 1923, consolidándose la existencia jurídica del nuevo Estado turco con sede en Ankara. El 13 de octubre Ankara fue proclamada la nueva capital y por fin se anunció el nuevo orden político republicano del país el 29 de octubre de 1923. En realidad, desde la creación de la Gran Asamblea Nacional el 23 de abril de 1920, el país estaba administrado por el poder popular. En otras palabras, la proclamación de la república no era más que la formalización de un hecho existente político reformista.

Político reformista

Después de la proclamación de la república el 29 de octubre de 1923, Mustafa Kemal emprendió la dura tarea de rehacer la sociedad turca por completo. Se adoptó la nueva Constitución17 en 1924. Con la Ley de Unificación de la Enseñanza, aprobada el 3 de marzo de 1924, la enseñanza mixta fue introducida y la enseñanza primaria se hizo obligatoria tanto para niños como para niñas. Así se abrió el camino de educación superior para las mujeres. Por fin, con el nuevo código civil aprobado el 17 de febrero de 1926 la poligamia fue abolida (Emel Doğramaci, 1995) y la mujer obtuvo los mismos derechos que el hombre en cuanto al divorcio, la herencia y los demás asuntos civiles.

El líder de la nueva Turquía consideraba que una nueva sociedad con una nueva figura debía mostrar este carácter en su apariencia también. El mismo Mustafa Kemal dio ejemplo de la nueva vestimenta moderna durante un discurso en la pequeña localidad de Inebolu, provincia de Kastamonu, el 27 de agosto de 1925, donde apareció con un sombrero y habló de la necesidad de modificar las formas orientales de vestir (Mehmet Serhat Yılmaz, 2005). En poco tiempo se aprobaron la ley sobre las vestimentas (3 de noviembre de 1925) y la ley de sombreros (25 de noviembre 1925) mediante las cuales se prohibió el uso del gorro típico denominado fez, los turbantes y caftanes a la usanza musulmana, introduciéndose el uso de vestidos occidentales, incluyendo sombreros.

Se instituyeron nuevos códigos de derecho al estilo occidental: un nuevo código penal se adoptó tomando como ejemplo el sistema italiano; el civil siguiendo el modelo suizo; y el derecho comercial fue elaborado basándose en el sistema francés. Se hizo obligatorio el matrimonio civil, no así el religioso. El islam dejó de ser la religión del Estado el 10 de abril de 1928; el sistema numérico y el alfabeto arábigo fueron sustituidos el 20 de mayo y el 1 de noviembre de 1928, respectivamente, y el alfabeto arábigo fue cambiado por el latino con la añadidura de algunas vocales y consonantes para poder satisfacer las necesidades de la lengua turca, rica en sonidos y más estricta con la diversidad de vocales.

Figura 5. Atatürk enseñando personalmente el nuevo alfabeto turco

http://www.turquia.net/mustafa-kemal-ataturk?lang=en

Figura 6. Atatürk, en un raro momento de tranquilidad

http://goo.gl/2wn15p turquia.net/mustafa-kemal-ataturk?lang=en

En 1934 las mujeres obtuvieron el derecho de votar y de ser miembros del parlamento (Brosnaban, 1990). En realidad el tema del sufragio era el resultado de un proceso que venía realizándose desde el año 1930. El primer paso se había dado al cambiarse la ley de administraciones regionales el 3 de abril de 1930, otorgándose el derecho de sufragio a las mujeres en elecciones locales. Las mujeres votaron y fueron electas al órgano legislativo en las elecciones del 8 de febrero de 1935; con estas elecciones 18 escaños del parlamento fueron ocupados por mujeres.

El conocido escritor e investigador español Francisco Veiga, en su libro titulado El turco, se refiere a esta etapa y a los esfuerzos realizados por Mustafa Kemal y sus colaboradores en las primeras décadas de la joven república turca:

Esta línea de esfuerzos confluyó con el estilo de modernización social característico de los primeros tiempos, como la puesta en práctica de un sistema integral de educación general básica o la creación de Casas del Pueblo gestionadas por el Partido Republicano del Pueblo para el desarrollo cultural en las áreas rurales. Además, esos años vieron una particular atención en la promoción social de la mujer, con la creación de institutos especiales, los primeros nombramientos de juezas en abril de 1930, y el otorgamiento del sufragio femenino en diciembre de 1934, antes que otros países europeos, y la primera elección de dieciocho parlamentarias sobre un total de cuatrocientos que componían la Asamblea, en febrero de 1935. Las revistas ilustradas, pósters y noticiarios insistían con profusión en la nueva imagen de la moderna mujer turca, completamente occidentalizada (2007, p. 485).

Una de las reformas más significativa de esta etapa fue aquella relacionada con los apellidos. Los turcos tradicionalmente no utilizaban apellidos, el único distintivo era el uso del nombre del padre después del nombre propio, pero este sistema no era eficiente debido a que en la sociedad existían muchísimas personas cuyos nombres eran idénticos y los nombres de sus padres también lo eran. En el mes de junio de 1934 el órgano legislativo aprobó la ley con relación a los apellidos. Según esta ley todos los turcos debían elegir un apellido, el cual pasaría a los hijos por línea paterna. La misma Gran Asamblea Nacional Turca otorgó a Mustafa Kemal el apellido de Atatürk, que significa ‘padre de los turcos’. Como un importante escalón en el programa de occidentalización, el día de descanso que coincidía con el día sagrado del islam, es decir el viernes, se cambió al domingo.

Otros cambios radicales en cuanto a la occidentalización ya se habían realizado hacía años; entre estos destacaban la reforma del calendario realizada en 1925 y la reforma del sistema de pesos y medidas en vigor desde 1931. Este ciclo revolucionario realizado prácticamente en diez años transformó la sociedad turca tradicional, estática y oriental en una sociedad dinámica, reformista y moderna. Estas drásticas reformas se observaron con atención tanto en el Oriente como en el Occidente. La transformación de Turquía de un imperio que calificó como el «hombre enfermo de Europa» a un Estado fuerte, soberano y prestigioso constituyó un ejemplo para muchos pueblos. El nombre de Mustafa Kemal llegó a ser uno de los más comunes en todos los pueblos musulmanes. Esta situación es aún vigente.

El prestigio del joven Estado turco se coronó con la firma de la Convención de Montreux en el mes de julio de 1936 por un lado y, por el otro, con la anexión a la República de Turquía del antiguo sanjacado de Iskenderun18 (1939). Respecto al primer caso, Turquía restableció su soberanía sobre los estrechos de Dardanelos y el Bósforo. El segundo, en cambio, constituyó un paso importante hacia la realización del Juramento Nacional (Misak-ı Milli). Hatay, provincia fronteriza con Siria, tierra turca desde cientos de años, volvió al seno patrio en 1939, tras las importantes maniobras políticas de Mustafá Kemal Atatürk y esfuerzos de la diplomacia turca a lo largo de los años treinta. Atatürk, enfermo, siguió de cerca el proceso y vio la formación de un Estado independiente de Hatay (julio de 1938). Pero la anexión de Hatay a Turquía solo se realizará en el mes de julio de 1939, después de su fallecimiento.

Atatürk, a pesar de ser un patriota turco nato, también era un gran humanista que pensaba en el bienestar de todas las naciones. Las siguientes afirmaciones que pronunció en Ankara en el año 1937 demuestran su gran visión de genio político:

Si se quiere una paz continua, se deben tomar medidas internacionales para mejorar la situación de las masas. El bienestar general de la sociedad internacional debe reemplazar el hambre y las presiones. Los ciudadanos del mundo, deben educarse procurando alejarse de los sentimientos de rencor, celos y avaricia. (http://byegm.gov.tr/yayinlarimiz/ANADOLUNUNSESI/136/AND24.htm).

Las continuas guerras, el turbulento ambiente político y los grandes esfuerzos para rehacer por completo una sociedad habían debilitado la salud de Atatürk. Enfermó gravemente en el mes de mayo de 1938 y el consejo médico formado por especialistas turcos y extranjeros de Francia y Alemania, en el verano de 1938, diagnosticaron cirrosis al Padre de la Patria. Atatürk pasó los últimos meses de su vida terminando los trámites legales para donar la totalidad de sus bienes a distintas instituciones de la sociedad turca. En esos últimos meses, por decisión propia y siguiendo los consejos de los especialistas, el Padre de la Patria se trasladó al yate presidencial Savarona con la esperanza de sentirse mejor, pero en agosto su estado se agravó y se trasladó al Palacio de Dolmabahçe en Estambul, lugar que sería su última morada terrenal.

Padre de los Turcos

La situación de Atatürk se agravó gradualmente y entró en coma el día 8 de noviembre: el padre de la Turquía moderna falleció el 10 de noviembre de 1938 a las 09:05 a.m. en el Palacio de Dolmabahçe en Estambul. Sus restos mortales fueron trasladados a Ankara y sepultados en el Museo Etnográfico de la ciudad.

El 11 de noviembre de 1938 su compañero İsmet İnönü fue elegido como segundo presidente de la república por la Gran Asamblea Nacional. En 1941 se organizó un concurso de proyectos para construir un mausoleo en la capital de la república. Su construcción se completó en 1953 y los restos de Atatürk, a quince años de su muerte, fueron trasladados a este recinto denominado Anıtkabir, donde descansa eternamente. Su memoria inolvidable vive en los corazones de todos los turcos.

Figura 8. Mausoleo de Atatürk en Ankara

Anitkabir. www.atam.gov.tr

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