letras

Revista Geográfica

ISSN: 1011-484X

Número 61E (4) Especial CLAG • Julio-diciembre 2018

Doi: http://dx.doi.org/10.15359/rgac.61-4.1

Páginas de la 11 a la 35 del documento impreso

Recibido: 19/7/2018 • Aceptado: 14/8/2018

URL: www.revistas.una.ac.cr/index.php/geografica/



Influencia de los patrones de uso de la tierra en la calidad de las aguas superficiales de la subcuenca del río Virilla, Costa Rica

Influence of Land Use Patterns in the Quality of Surface Waters of the Virilla River Sub-Basin, Costa Rica

Jorge Herrera-Murillo1

Deivis Anchía-Leitón2

José Félix Rojas-Marín3

Diana Mora-Campos4

Alejandra Gamboa-Jiménez5

María Chaves Villalobos6

Universidad Nacional, Costa Rica

Resumen

Se analizó la relación existente entre los patrones de uso de la tierra y la calidad química de los cuerpos de agua superficial que conforman la subcuenca del Río Virilla, Costa Rica. Para ello, se seleccionaron un total de 64 sitios de monitoreo, distribuidos en las 15 microcuencas que la integran, donde se realizaron un total de 04 muestreos, en el período comprendido entre noviembre 2014 a diciembre 2015. A las muestras recolectadas se les analizaron los siguientes parámetros: Potencial de Hidrogeno (pH), conductividad, turbiedad, sólidos suspendidos totales (SST), sólidos sedimentables, Demanda Bioquímica de Oxigeno (DBO), Demanda Química de Oxigeno (DQO), amonio (NH4+), nitrito (NO2-), nitrato (NO3-), nitrógeno total, cloruro (Cl-), sulfato (SO42-), sodio, calcio, potasio, magnesio, aluminio, hierro, manganeso, cobre, cromo, níquel, zinc, plomo, fósforo total, oxígeno disuelto y temperatura. El análisis de clúster basado en los resultados de los análisis químicos en las muestras de agua superficial, evidenció que las 15 microcuencas se pueden agrupar en seis clústers, donde los grupos I-IV mostraron una mayor contribución de contaminantes derivados de la descarga de aguas residuales provenientes de las áreas urbanizadas. El estudio de correlación de Spearman reveló, que con el incremento de la urbanización, la carga contaminante de DQO, DBO, SST, NH4+ y NO2- en los ríos aumentó en comparación con aquellos en donde predomina el uso agrícola de la tierra y los bosques.

Palabras clave: contaminación del agua, cuenca hidrográfica, nutrientes, análisis clúster

Abstract

We analyzed the relation between land use patterns and chemical quality of surface water bodies that make up the sub-basin of the Virilla River, Costa Rica. For this purpose, a total of 64 monitoring sites were selected, distributed in the 15 micro-basins that make up the sub-basin, where a total of four samples were drawn between November 2014 and December 2015. The following parameters were analyzed for the samples collected: Hydrogen potential (pH), conductivity, turbidity, total suspended solids (TSS), sedimentary solids, Biochemical Oxygen Demand (BOD), Chemical Oxygen Demand (COD), ammonium (NH4+), nitrite (NO2-), nitrate (NO3-), total nitrogen, chloride (Cl-), sulfate (SO42-), sodium, calcium, potassium, magnesium, aluminum, iron, manganese, copper, chromium, nickel, zinc, lead, total phosphorus, dissolved oxygen and temperature. Cluster analysis, based on the results of chemical analyses of surface water samples, showed that the 15 micro watersheds could be grouped into six clusters, where groups I-IV showed a greater contribution of pollutants derived from the discharge of wastewater from urbanized areas. The Spearman correlation study revealed that, with increasing urbanization, the pollutant load of COD, BOD, TSS, NH4+, and NO2- in rivers increased, compared to those where agricultural land and forest use predominate.

Keywords: water pollution, basin, nutrients, cluster analysis.

Introducción

Las condiciones hidrológicas de una cuenca dependen de la interrelación entre factores geológicos, geomorfológicos, así como de los patrones de uso de la tierra predominantes. De esta forma, la calidad de los cuerpos de agua que integran la cuenca se ven afectados por factores, tanto de origen natural como antropogénico (Songyan et al., 2016). Para entender la compleja relación entre los patrones de uso del suelo y la calidad del agua se deben integrar dos dimensiones de análisis, primero, los efectos de las categorías de uso del suelo en las variables de calidad del agua, y posteriormente, las escalas espaciales en las que existen los vínculos más fuertes (Uriarte et al., 2011). En este análisis se debe tomar en cuenta la variación espacial de las actividades antropogénicas que son responsables de la generación y transporte de contaminantes terrestres, tanto a partir de fuentes puntuales de descarga que son fáciles de evaluar como por la contaminación difusa, que implica la escorrentía de contaminantes a los cuerpos de agua superficial. Las actividades desarrolladas por el hombre alteran los procesos ya existentes, de manera que, incorporan nuevas fuentes de contaminación a los cuerpos de agua superficial, lo que provoca que el carbono, los nutrientes y otros contaminantes, como el cloruro y el calcio registren un comportamiento más dinámico (Kaushal y Belt, 2012).

Los cambios en los patrones de uso de la tierra, incluyendo la deforestación, la fragmentación de hábitats continuos, la canalización y cambios en el cauce de los ríos han dado como resultado la erosión del suelo, la pérdida de biodiversidad acuática, la disminución de caudales y la degradación de la calidad del agua (Walling y Fang 2003, Tong et al. (2009), Miserendino et al. (2011)). Adicionalmente, el crecimiento de las áreas urbanas y con ello las presiones asociadas al desarrollo y la falta de planificación del uso del suelo, contribuyen continuamente a la degradación de los recursos hídricos (Saroj et al., 2013), lo que se traduce en trastornos ambientales que modifican los ecosistemas acuáticos, manifestándose sobre la productividad de sistemas naturales donde se da interacción humana (Carbone et al., 2013).

El desarrollo urbano causa modificaciones significativas en el tiempo y el volumen de las escorrentías (Wear et al., 1998). Cuando una cuenca hidrográfica se encuentra cubierta, en un alto porcentaje, por infraestructuras como edificaciones, concretos y pavimentos se produce una mayor escorrentía superficial (Quesada, 2012), lo que propicia el aporte en menor tiempo y mayor cantidad de contaminantes producidos. Por su parte, las áreas agrícolas y ganaderas que ocupan gran parte del paisaje en las cuencas, son fuentes importantes de contaminación y en general representan efectos que incluyen aumento en la carga de sedimentos, las concentraciones de sales, metales (sodio, patasio, calcio, magnesio, manganeso, hierro, etc), productos agroquímicos y agentes patógenos, así como cambios en el régimen térmico (Cisneros, 2005). Esta capacidad se ve acelerada debido a las precipitaciones que transportan el suelo erosionado con restos de plaguicidas, principalmente en zonas de fuerte pendiente.

En Costa Rica se han generado diversos instrumentos de gobernanza que no garantizan una verdadera sustentabilidad del recurso hídrico, ya que adolecen de la incorporación de la dimensión del ordenamiento territorial donde se establezca claramente las regiones de producción y de recarga hídrica, y que permita, a partir de estas premisas, planificar el desarrollo agropecuario, industrial, inmobiliario y turístico. Estas carencias en materia de planificación aunadas a la falta de un enfoque integrado de gestión de cuencas, causan efectos ambientales que repercuten en la potencialidad hídrica del país.

Los cambios en las características de calidad del agua dentro de las cuencas, han generado preocupación e interés por llevar a cabo estudios que permitan conocer cuáles son los factores que motivan dichos cambios y que tan significativo es el aporte de cada uno de ellos (Sangani et al., 2015). El presente estudio analizó la influencia de los diferentes tipos de uso del suelo asociados con la actividad antrópica, sobre las características químicas de los cuerpos de agua superficial y por ende, su calidad en las 15 microcuencas que integran la subcuenca del Río Virilla (Tabla 1). Este se llevó a cabo con el fin de generar un insumo que permita orientar el proceso de toma de decisiones públicas en materia de gestión integrada de cuencas hidrográficas en el país.

Tabla 1. Porcentajes de área por tipo de uso de la tierra para cada microcuenca. 2015

Microcuenca

Porcentaje de área por tipo de uso de la tierra

Código

Agrícola

Urbana

Bosque

Charral
y Tacotal

Pastos

Terreno
descubierto

Sin identificar

Río Bermúdez

BE

33

43

14

3

7

0

0

Río Segundo

RS

31

19

30

2

16

0

2

Río Tibás

TIB

34

7

21

4

33

0

1

Río Ciruelas

CI

23

23

21

2

24

0

7

Río Uruca

UR

12

5

59

4

18

1

0

Río Pará

PAR

1

4

31

2

60

0

2

Río Macho

MA

0

4

14

3

72

0

7

Quebrada San Francisco

SF

16

71

12

1

0

0

0

Río Ipí98*/

IP

2

87

4

2

5

0

0

Río Durazno

DU

0

3

36

4

54

0

2

Río Virilla

VI

15

26

28

5

18

0

9

Río Jaris

JA

1

0

79

0

20

0

0

Río Picagres

PI

11

4

52

5

23

3

2

Río Pacacua

PA

9

6

50

4

30

0

0

Río Torres

TO

12

38

31

6

12

0

1

Fuente: Elaboración Propia

Materiales y métodos

Descripción del área de estudio

La sub-cuenca del Río Virilla es un contribuyente importante de la cuenca del río Grande de Tárcoles en la vertiente del Pacífico. Cuenta con una extensión territorial de 917.6 km2, aproximadamente, y se encuentra sobre todo al norte de la provincia de San José (520.4 km2) y sur de la provincia de Heredia (235.1 km2), con pequeñas áreas en las provincias de Cartago (72.1 km2) y Alajuela (89.1 km2). En esta subcuenca habitan 2 063 935 habitantes, aproximadamente, lo que representa el 48 % de la población del país (INEC, 2017).

El río Virilla se origina al norte del Gran Área Metropolitana de Costa Rica (GAM), en las cercanías de la Cordillera Volcánica Central. El mismo nace a 2 380 msnm y su parte más baja se encuentra a 280 msnm. Es la zona más desarrollada del país, lo que significa que tiene una gran cantidad de industria y un alto porcentaje de uso urbano. Además, este río provee numerosos servicios ecosistémicos, incluyendo una fuente de agua para uso doméstico, industrial y agrícola, desempeñando así, un papel importante para el desarrollo de la economía y la sociedad (Figura 1).

Figura 1. Ubicación geográfica de la subcuenca del río Virilla, Costa Rica

F:\ARTICULOS\RIO VIRILLA\JPEG\Area_Estudio.jpg

El régimen de precipitación de la subcuenca es de tipo Pácifico, con un periodo seco y lluvioso bien definidos. La época seca se registra normalmente entre mediados de noviembre a, inclusive, el mes de abril y la época lluviosa inicia en mayo y concluye a mediados de noviembre. La precipitación media anual va desde los 1 500 a los 4 000 mm, marcándose una media anual de hasta los 4 000 mm y 2 000 mm, en las partes altas y bajas, respectivamente. Los meses de setiembre y octubre suelen ser los más lluviosos, aportando aproximadamente de 17 a 18 %, respectivamente, de la precipitación promedio anual (IMN, 2017). Con relación al tipo de suelo existente en el área de estudio, domina el orden Andisol con 31.5 % del área total de la subcuenca. Le siguen Urbano (30.7 %), Ultisoles/Inceptisoles (16.9 %), Ultisoles (12.8 %), Inceptisoles (11.7 %), Entisoles (1.8 %) y Vertisoles (0.4 %) (CIA, 2017) (Figura 2).

Figura 2. Distribución del orden de los suelos en la subcuenca del río Virilla, Costa Rica

F:\ARTICULOS\RIO VIRILLA\JPEG\Ordenes_Suelos.jpg

El uso del suelo fue creado por el Plan Regional de Ordenamiento Territorial de la Gran Área Metropolitana en el año 2013, donde se indica que dentro de la subcuenca se presentan ocho categorías, principalmente: áreas urbanas con un 27.6 %, bosques 25.9 %, tierras agrícolas 14.8 %, áreas donde no existen datos 7.8 %, charrales y tacotales 5.5 %, cuerpos de agua 0.7 %, pastos 18.1 % y terrenos descubiertos representan 0.3 % del área total de la cuenca (Figura 3).

Figura 3. Patrones de uso de la tierra en la subcuenca del río Virilla, Costa Rica 2015

F:\ARTICULOS\RIO VIRILLA\JPEG\Uso_Suelo.jpg

Pendientes

Utilizando el software ArcGis se generó el mapa de pendientes mediante el uso de las curvas de nivel 1:50 000 con proyección CRTM05, las cuales fueron obtenidas del Atlas Cantonal elaborado por el Instituto Tecnológico de Costa Rica. A partir de estas, se creó un modelo digital de elevación (MDE) 10 x 10 m2 para delinear el área de la subcuenca, obtener la red de drenaje y así obtener, tanto las características topográficas como las pendientes en el área de estudio y la pendiente media (Figura 4).

Figura 4. Nivel de pendientes en la subcuenca del río Virilla, Costa Rica

F:\ARTICULOS\RIO VIRILLA\JPEG\Pendientes.jpg

Del MDE se extrajeron siete categorías de pendiente y su porcentaje de representatividad en el área de la subcuenca:

-Categoría I (0–3 %): 13.9 %

-Categoría II (3–8 %): 21.8 %

-Categoría III (8–15 %): 16.5 %

-Categoría IV (15–30 %): 20.0 %

-Categoría V (30–60 %): 21.9 %

-Categoría VI (60-75 %): 4.2 %

-Categoría VII (> 75 %): 2.3 %

Según indica el Ministerio de Agricultura y Ganadería de Costa Rica, dependiendo del porcentaje de pendiente, las áreas pueden ser clasificadas de la siguiente forma (Tabla 2).

Tabla 2. Clasificación de áreas según su pendiente, 2016.

Pendiente

Superficie

0–3 %

plana o casi plana

3–8 %

ligeramente ondulada

8–15 %

moderadamente ondulada

15–30 %

ondulada

30–60 %

fuertemente ondulada

60-75 %

escarpada

75 % <

fuertemente escarpada

Fuente: Elaboración propia según datos del (Ministerio de Agricultura y Ganadería, 2016).

Sitios de muestreo y calidad del agua

Se seleccionaron un total de 64 sitios de monitoreo distribuidos en las 15 microcuencas que integran la subcuenca del río Virilla, a saber: río Ciruelas (CI), río Segundo (RS), río Bermúdez (BE), río Tibás (TIB), río Para (PAR), río Macho (MA), río Durazno (DU), Quebrada San Francisco (SF), río Ipís (IP), río Torres (TO), río Rivera (RIV), río Uruca (UR), río Jaris (JA), río Picagres (PI) y río Pacacua (PA). La ubicación de los sitios respondió a criterios, como cambios importantes en el nivel de pendientes, uso del suelo, entrada y salida a importantes centros urbanos. Se realizaron un total de 4 periodos de muestreo distribuidos entre noviembre 2014 a diciembre 2015. En la toma de muestras para el análisis físico-químico por cada sitio se usaron botellas de polietileno de alta densidad de 3.78 L para recolectar muestras compuestas. Durante cada muestreo se recolectaron 2 submuestras de 1.89 L cada una en diferentes horas del día (mañana y tarde), y posteriormente se conservaron a 4°C en hieleras para transportarlas al laboratorio. Las muestras se tomaron de 0.5 a 1.0 m de distancia de la orilla del río y a una profundidad promedio de 20 cm, donde no existiera turbulencia y descargas próximas de aguas residuales.

Para el análisis de metales pesados se utilizaron botellas de polietileno de baja densidad de 100 mL, las cuales se colocaron al menos 24 h en un baño de ácido nítrico al 10 % y se enjuagaron varias veces con agua desionizada antes del muestreo. Durante la ejecución del muestreo se exponía un frasco con 100 mL de agua MiliQ al ambiente (primera muestra del día), cumpliendo una función de blanco. Seguidamente, utilizando otro frasco recolector se realizaban tres enjuagues con la misma agua a muestrear y por último se tomaba la muestra directamente del cauce del río, conservándola a 4 °C en la hielera, para su posterior traslado al laboratorio. Las muestras de metales pesados se colectaron durante la primera toma de muestra compuesta (submuestra) en cada sitio y para cada campaña. Cada una de las muestras se identificó adecuadamente con una etiqueta que contenía un número asignado en el correspondiente plan de muestreo.

Para la medición de oxígeno disuelto (mg/L) y temperatura del agua (°C) se usó el equipo Multiparámetro HQ40d en cada toma de submuestra. La determinación de los caudales se efectuó para los 64 sitios monitoreados en los cuatro periodos usando el método de área transversal y velocidad promedio con la ayuda de un Caudalímetro marca FLOWATCH.

Los análisis químicos realizados a las muestras recolectadas se indican en la Tabla 3. El análisis de metales trazas se efectúo en muestras sin filtrar (totales) y en muestras filtradas con filtros de nitrato de celulosa de 0,45 micras (disueltos). Antes de las mediciones, las muestras de agua fueron digeridas por acidificación con HNO3 (2,5 mL de ácido concentrado a 25 mL de la muestra).

Tabla 3. Métodos analíticos empleados en la evaluación
de las muestras de agua recolectadas

Variable

Método

Límite de detección

Unidades

Demanda química de oxígeno

Método estándar 5220 D

6

mg O2/l

Demanda bioquímica de oxígeno

Método estándar 5220 D

3

mg O2/l

pH

Método estándar 4500-H+ B

NA

Unidades pH

Conductividad

Método estándar 2510 B

NA

µS/cm

Oxígeno disuelto

Método estándar 4500-O

0.10

mg O2/l

Sólidos sedimentables

Método estándar 2540

0.1

mL/l

Sólidos suspendidos totales

Método estándar 2540 D

0.6

mg/l

Turbiedad

Nefelométrico

Na

NTU

Fósforo total

Método estándar 4500-P C

0.7

mg/l

Nitrógeno Total

Método estándar 4500-N C

2

mg/l

Nitrito

Método estándar 4500-NO2-

8

µg/l

Amonio

Método estándar 4500-NH3

14

µg/l

Cloruro

Método estándar 4110

0.10

mg/l

Sulfato

Método estándar 4110

0.14

mg/l

Nitrato

Método estándar 4110

0.05

mg/l

Na

Método estándar 3111

0.11

mg/l

K

Método estándar 3111

0.07

mg/l

Ca

Método estándar 3111

0.8

mg/l

Mg

Método estándar 3111

0.01

mg/l

Zn

Método estándar 3111

0.02

mg/l

Al

Método estándar 3111

1.1

µg/l

Fe

Método estándar 3111

4

µg/l

Cr

Método estándar 3111

3

µg/l

Cu

Método estándar 3111

1.5

µg/l

Ni

Método estándar 3111

2.4

µg/l

Pb

Método estándar 3111

1.8

µg/l

Mn

Método estándar 3111

2

µg/l

Fuente: Elaboración propia

Análisis de los datos

A partir de los datos obtenidos, se utilizó la prueba de Kolmogorov-Smirnov para determinar la normalidad de los parámetros individuales de calidad del agua, así como la prueba de Kruskal-Wallis para determinar si había diferencias significativas en la calidad del agua entre microcuencas y en las diferentes épocas del año, a un nivel de significancia de 0.05. Para la interpretación de los resultados, se realizó un análisis jerárquico de conglomerados para agrupar las microcuencas en clases, según el uso del suelo y la química del agua. El análisis de conglomerados se corrió en conjuntos de datos normalizados por medio del método Ward y utilizando distancias euclidianas como medida de similitud. Las relaciones existentes entre los patrones de usos del suelo y los parámetros de calidad del agua fueron evaluadas a partir de la elaboración de una matriz de correlación de Spearman y un análisis de factor.

Resultados y discusión

Los resultados promedio obtenidos para los parámetros fisicoquímicos evaluados durante las campañas de muestreo, en cada una de las microcuencas que integran la subcuenca del río Virilla, se muestran en las Tablas 4 y 5. La normalidad de los datos de la calidad del agua se evaluó mediante la aplicación de la prueba de Kolmogorov-Smirnov (K-S), resultando que todos los parámetros, con excepción del oxígeno disuelto, presentaron una distribución no normal. Tal como se puede apreciar las microcuencas ubicadas en el sector noroeste de la subcuenca del río Virilla (RS, BE, CI y TIB) presentan concentraciones de Ca y Mg menores a las registradas para aquellas localizadas en el sureste (PI, JA, PA y UR). Esta diferencia se podría explicar debido al hecho de que el primer grupo se encuentra asentado en suelos de tipo andisol a diferencia del segundo donde predominan los suelos ultisoles, los cuales poseen condiciones de agregamiento que favorecen la lixiviación de nutrimentos, especialmente las bases Ca, Mg y K, presentando problemas de acidez. De igual forma, los valores de pH entre ambos grupos de microcuencas resultaron ser significativamente diferentes (p < 0.01).

Para determinar el nivel de contaminación de cada microcuenca debido a la presencia de metales se utilizó el índice de metal (IM), el cual entre mayor sea la concentración de un metal en comparación con su valor máximo permisible, peor es la calidad del agua. Un valor de MI > 1 es un umbral de advertencia. Según (Tamasi y Cini, 2004), el IM se calcula utilizando la siguiente fórmula:

Donde: (1)

Ci = concentración de cada metal

VMP= valor máximo permitido para cada metal

Tabla 4. Promedio de los resultados obtenidos para los parámetros de calidad del agua superficial evaluados por microcuenca. 2014-2015

Micro-cuenca

pH

Turb (NTU)

Cond (µScm-1)

DBO (mgL-1)

DQO (mgL-1)

SS (mLL-1)

SST (mgL-1)

Cl- (mgL-1)

NO3-(mgL-1)

SO42--(mgL-1)

NO2-(µgL-1)

NH4+ (µgL-1)

P Total (mgL-1)

N Total (mgL-1)

T (°C)

OD (mgL-1)

BE

7.38

19.71

350.00

44.6

101

0.46

23.53

16.8

4.3

22.7

699

5624

25.2

13.3

21.5

4.64

RS

7.30

22.80

187.50

22.8

54

0.28

38.24

4.3

4.7

7.0

248

297

17.2

14.4

19.0

7.68

TIB

7.39

1.75

78.33

9.7

28

0.10

2.65

3.3

2.3

3.6

21

154

28.0

14.2

18.9

7.47

CI

7.12

13.34

170.50

9.2

64

0.28

20.77

7.7

6.4

12.1

413

852

36.6

9.9

18.9

7.70

UR

7.48

6.15

265.75

7.8

57

0.26

19.77

9.3

5.9

12.8

174

448

18.4

16.5

20.6

7.49

PAR

7.24

1.65

59.00

5.5

23

0.10

8.74

2.3

1.6

2.0

28

364

21.5

9.4

19.4

7.59

MA

7.47

3.71

152.00

7.0

48

0.13

5.18

3.6

4.2

7.6

82

203

25.4

6.7

18.8

7.53

SF

7.43

5.43

436.50

7.0

35

0.13

6.81

20.3

4.4

28.7

685

2309

21.7

29.7

20.6

4.88

IP

7.60

2.65

371.75

8.0

32

0.15

4.13

13.0

15.6

27.8

579

586

23.0

14.0

20.5

7.00

DU

8.07

7.80

322.75

10.0

36

0.12

8.60

3.2

2.5

85.6

36

77

13.0

4.0

18.8

7.73

VI

7.90

19.67

237.33

13.3

48

0.30

31.36

9.2

4.5

21.8

310

405

21.9

11.7

22.9

8.13

JA

8.22

3.01

315.00

9.5

42

0.34

7.49

8.4

3.2

11.5

141

202

5.6

4.0

24.3

7.72

PI

8.31

1.22

239.50

9.0

32

0.10

11.17

6.3

1.7

8.7

45

380

16.1

5.2

25.8

8.27

PA

7.67

5.46

261.10

10.0

48

0.28

15.50

10.1

4.9

15.7

171

256

10.9

7.5

20.9

7.53

TO

7.55

26.07

326.65

24.2

74

0.38

35.40

10.8

5.9

18.6

837

3947

30.7

11.9

21.1

5.37

Fuente: Elaboración propia

Tabla 5. Promedio de los resultados obtenidos para la concentración de metales evaluados por microcuenca. 2014-2015

Microcuenca

Na
(mgL
-1)

Ca
(mgL
-1)

Mg
(mgL
-1)

Zn
(mgL
-1)

Al
(µgL
-1)

Fe
(µgL
-1)

Cr
(µgL
-1)

Cu
(µgL
-1)

Ni
(µgL
-1)

Pb
(µgL
-1)

Mn
(µgL
-1)

K
(mgL
-1)

BE

36.2

9.2

5.0

0.09

1148

1609

11.8

7.5

39

7.9

633

7.1

RS

6.3

3.5

3.8

0.11

3656

3686

20.1

10.4

24

15.2

241

1.8

TIB

4.5

3.6

1.9

0.08

364

795

3.7

6.7

10

18.5

33

1.3

CI

9.2

4.7

4.5

0.25

3353

1777

16.8

6.5

71

33.7

372

3.0

UR

12.1

25.2

6.2

0.09

321

445

5.2

7.3

7.2

5.7

27

2.1

PAR

2.8

3.4

2.1

0.08

493

1464

9.3

4.0

15

22.0

20

1.1

MA

6.2

7.3

7.6

0.08

220

1899

8.0

5.3

7.8

16.5

134

4.4

SF

35.7

29.3

13.7

0.11

285

2333

10.0

12.0

42

4.1

219

6.1

IP

26.5

20.5

11.2

0.10

992

788

10.0

4.7

7.5

6.0

105

5.0

DU

7.4

25.2

7.6

0.80

369

2146

5.5

5.6

7.4

5.8

294

5.4

VI

13.9

12.3

6.6

0.12

3649

3781

16.3

5.8

35

35.9

173

3.5

JA

20.4

27.1

8.2

0.08

138

944

4.8

6.6

6.6

5.2

89

2.8

PI

9.8

26.3

7.3

0.05

194

1012

13.0

6.3

7.4

4.8

21

1.5

PA

7.7

18.5

12.4

0.87

48

62

4.5

10.1

4.9

15.7

171

4.2

TO

24.0

14.4

7.3

0.10

3174

1274

12.1

6.9

11.4

11.8

264

5.5

Fuente: Elaboración propia

Para la estimación del índice se tomaron en cuenta los siguientes metales: Al, Cr, Cu, Ni, Pb y Mn, así como los respectivos valores máximos permitidos, según el tipo de uso, contenidos en el Decreto 33903-MINAE-S Reglamento para la evaluación y clasificación de la calidad de cuerpos de agua superficiales. Según los valores del índice obtenidos (Tabla 6), todas las microcuencas están seriamente amenazadas con contaminación metálica para el abastecimiento de agua y la preservación de la vida acuática (MI > 1), principalmente en BE, RS, CI y TO. En el caso del riego, TIB, UR, PAR, JA y PI presentan condiciones adecuadas para su uso sin riesgo. Sin embargo, la tasa de adsorción de sodio (TAS), que es una medida de la idoneidad del agua para su uso en el riego agrícola (Myers, 1991), mostró valores entre 0.23 y 2.55 para la totalidad de las microcuencas. La TAS cuantifica la proporción relativa de sodio a iones de calcio y magnesio. En general, cuanto mayor es la relación de adsorción de sodio, menos adecuada es el agua para riego, ya puede requerir enmiendas del suelo para evitar daños a largo plazo (Bahnasawy et al., 2011).

Tabla 6. Índice de metal para las microcuencas que integran la subcuenca del río Virilla, 2015

Microcuenca

Índice de metal

TAS

Abastecimiento Humano

Riego

Vida Acuática

BE

20.5

4.0

25.9

2.55

RS

21.9

2.6

39.2

0.86

TIB

4.3

0.7

4.7

0.82

CI

24.8

4.0

38.3

1.00

UR

2.7

0.4

3.8

0.39

PAR

5.6

0.8

6.3

0.51

MA

3.6

1.2

3.7

0.42

SF

4.6

1.7

5.1

0.83

IP

6.3

1.0

11.0

0.84

DU

3.5

1.8

5.6

0.23

VI

24.3

2.8

39.6

0.74

JA

1.8

0.7

2.2

0.58

PI

2.1

0.4

2.6

0.29

PA

2.5

1.3

2.1

0.25

TO

18.4

2.4

33.9

1.11

Fuente: Elaboración propia

La Figura 5 muestra el dendrograma resultante del análisis de clúster basado en los datos de los parámetros fisicoquímicos evaluados en las muestras de agua superficial. A partir del dendrograma, se puede determinar que las 15 microcuencas que integran la subcuenca del río Virilla se agrupan en seis clústers, con el 90 % de la varianza explicada. El primer grupo incluye los ríos BE y TO que se caracterizan por poseer un fuerte componente urbano, con aportes secundarios de bosque y agricultura (Tabla 7). En el segundo (UR), tercer (RS) y cuarto grupo (CI, VI, IP) se encuentran microcuencas que se caracterizan por poseer una contribución de similar en proporción para los usos agrícolas, urbano y bosque. El quinto grupo se divide a su vez en dos subgrupos integrados por las microcuencas TIB, PAR, MA, DU y JA, QH, PI caracterizadas por tener una mayor aporte de bosques y pastizales. La diferencia entre ambos subgrupos se encuentran en el hecho de que en el primer caso la predominancia es del uso destinado a pastos sobre bosques, mientras que para el segundo subgrupo se invierte la relación. En la última agrupación se puede encontrar a SF. En este último caso, la separación con respecto al resto de microcuencas se puede deber al hecho de que a pesar de que se presentan tres usos del suelo generalizados, la proporción entre el área urbana con respecto al destino agrícola y bosque es mucho mayor que en las categorías I-IV.

Figura 5. Dendrograma resultante del análisis de clúster de las 15 microcuencas que integran la subcuenca del río Virilla

Dendograma

Fuente: Elaboración propia

Tabla 7. Distribución de los porcentajes de área por tipo de uso de la tierra para cada microcuenca. 2015

Código

Microcuenca

Porcentaje de área por tipo de uso de la tierra

Agrícola

Urbana

Bosque

Charral
y Tacotal

Pastos

Terreno
descubierto

Sin identificar

BE

Río Bermúdez

33

43

14

3

7

0

0

RS

Río Segundo

31

19

30

2

16

0

2

TIB

Río Tibás

34

7

21

4

33

0

1

CI

Río Ciruelas

23

23

21

2

24

0

7

UR

Río Uruca

12

5

59

4

18

1

0

PAR

Río Pará

1

4

31

2

60

0

2

MA

Río Macho

0

4

14

3

72

0

7

SF

Quebrada San Francisco

16

71

12

1

0

0

0

IP

Río Ipís

2

87

4

2

5

0

0

DU

Río Durazno

0

3

36

4

54

0

2

VI

Río Virilla

15

26

28

5

18

0

9

JA

Río Jaris

1

0

79

0

20

0

0

PI

Río Picagres

11

4

52

5

23

3

2

PA

Río Pacacua

9

6

50

4

30

0

0

TO

Río Torres

12

38

31

6

12

0

1

Fuente: Elaboración propia

La agrupación obtenida del análisis clúster permite una mayor comprensión del comportamiento de los parámetros fisicoquímicos dentro de la subcuenca del río Virilla. Así por ejemplo, los valores de DBO, DQO y SST tiende a ser menores conforme se avanza en las categorías, indicando que los grupos I, II, III y IV tienen un mayor aporte antropogénico proveniente de la descarga de aguas residuales de origen urbano. Los resultados obtenidos en el análisis de clúster coinciden con los datos derivados de la matriz de correlación de Spearman, la cual se aplicó dada la distribución no normal de los datos. En la Tabla 8, se muestra que para los grupos I y II se registra una correlación positiva con el pH, DBO, DQO, SST y los metales Cr, Cu, Pb y Zn. Sin embargo, en estos grupos, donde predomina el uso urbano de la tierra, se correlacionó negativamente la turbiedad y DQO. Adicionalmente, se observó una relación no significativa del uso del suelo urbano con la temperatura, la conductividad, amonio, nitrato, fosfato, entre otros. En el caso de los grupos III y IV donde se presenta un uso de la tierra mixto (urbano-agrícola-bosque), se obtuvo un patrón similar a los grupos I y II en el caso del DBO, DQO y SST con la incorporación de una correlación positiva significativa con turbidez-nitrato, Ptotal-nitrato, magnesio-nitrato y correlación negativa de Ca y Mg con la DQO. Sin embargo, la correlación con otros parámetros, a saber, temperatura, conductividad, pH, DBO y fosfato, no fue significativa. El Mg y el NO3- son nutrientes provienen principalmente de la agricultura (tierras cultivables y pastizales) (Bahar et al., 2008).

Tabla 8. Patrones de correlación de Spearman significativos de acuerdo con la clasificación de microcuencas obtenidas por análisis de clúster.

Grupos derivados del análisis de clúster

I y II

III y IV

V

VI

DBO vrs DQO

(0.825)

DBO vrs SST

(0.827)

DQO vrs SST

(0.842)

pH vrs DQO

(0.677)

Cr vrs DQO

(0.651)

Cu vrs DQO

(0.572)

Pb vrs SST

(0.625)

Zn vrs SST

(0.688)

Turbiedad vrs DQO

(-0.706)

DBO vrs DQO

(0.748)

DBO vrs SST

(0.703)

DQO vrs SST

(0.815)

Turbiedad vrs NO3-

(0.792)

P total vrs NO3-

(0.648)

Mg vrs NO3-

(0.871)

Ca vrs DQO

(-0.594)

Mg vrs DQO

(-0.547)

Na vrs K

(0.885)

Na vrs Turbiedad

(0.917)

K vrs Turbiedad

(0.832)

Turbiedad vrs Cl-

(0.753)

Ca vrs Mg

(0.719)

Ca vrs SST

(0.839)

Zn vrs SST

(0.793)

Conductividad vrs Na

(0.718)

Turbiedad vrs NO3-

(0.747)

P total vrs NO3-

(0.711)

DBO vrs DQO

(0.781)

DBO vrs SST

(0.767)

DQO vrs SST

(0.840)

Turbiedad vrs Cl-

(0.693)

Turbiedad vrs NO3-

(0.715)

Zn vrs SST

(0.725)

Fuente: Elaboración propia

Para el grupo V, el patrón de correlaciones presentó diferencias importantes con respecto a los anteriores, relacionando parámetros como Na-K, Na-turbiedad, K-turbiedad, Ca-Mg, turbiedad-cloruro, Ca-Mg, entre otros, los cuales evidencian el aporte de la litología de los cuerpos de agua, así como el aporte de fuentes difusas relacionadas con procesos de erosión (Miller et al., 2011). En el último grupo (VI) se evidenciaron correlaciones entre DBO, DQO, SST, turbiedad, cloruro y nitrato.

Con el fin de identificar las principales fuentes de contaminación, se realizó un análisis de factor sobre los datos normalizados obtenidos para los grupos mediante el análisis de clúster. El análisis de factor es un método estadístico multivariado que se puede utilizar para describir la variabilidad entre los parámetros observados en términos de un menor número de mensurandos no observados llamados factores (Tabachnick y Fidell, 2001). Los resultados del análisis de factor junto con los tipos de fuentes probables se presentan en la Tabla 9. Según Liu et al. (2003), cargas factoriales > 0.75, (0.5-0.75) y (0.3-0.5) se consideran como fuertes, moderadas y débiles, respectivamente. Para los grupos 1 y 2, se obtuvieron tres varifactores que explican el 84.3 % de la varianza total. El primer varifactor (VF1), representa el 18.1 % de la varianza total y presenta una fuerte correlación entre turbiedad, cloruro, Na, K y Ca que relaciona los factores naturales como la litología y los tipos de suelo. El segundo varifactor (VF2), definió el 52.5 % de la varianza total e incluyó la pH, DQO, DBO y SST. Este factor representa múltiples fuentes de contaminación y puede ser generado, principalmente por la escorrentía urbana y aguas residuales industriales. Por su parte el VF3 relaciona el Cl-, SO42-, NO3-, NH4+, Ca y Mg puede provenir de las actividades agrícolas que se desarrollan en las microcuencas. En el caso de los grupos 3 y 4, se generan factores que explican la variabilidad de los datos semejantes al primer caso, sin embargo, el porcentaje de contribución de cada uno presenta variaciones con respecto al grupo 1 y 2, sobre todo, debido a la reducción del aporte urbano. Para las microcuencas localizadas en el grupo 5, la situación resulta totalmente diferente, ya que la variabilidad de los datos se explica por dos factores mayoritariamente, factores litológicos y actividades agrícolas, representando el 80.5%.

Tabla 9. Factores Varimax rotados para los distintos grupos derivados del análisis de clúster

Parámetro

Grupos 1 y 2

Grupos 3 y 4

Grupo 5

Grupo 6

VF1

VF2

VF3

VF1

VF2

VF3

VF1

VF2

VF1

VF2

VF3

pH

0.042

0.854

0.273

0.118

0.692

0.011

-0.077

0.244

0,132

0.704

0.455

Turbiedad

0.738

0.161

0.568

0.643

0.207

0.438

0.872

0.387

0.833

0.033

-0.237

SS

0.102

0.325

0.067

0.099

0.418

-0.105

0.044

0.156

0.273

0.174

0.244

SST

0.365

0.815

0.184

0.227

0.847

0.055

0.480

0.442

0.094

0.765

0.372

DQO

-0.073

0.882

0.241

-0.025

0.793

0.392

0.126

0.076

0.115

0.669

0.481

DBO

0.022

0.829

0.120

-0.136

0.838

0.469

0.322

0.381

-0.083

0.913

-0.095

Cl-

0.815

0.155

0.178

0.733

-0.273

0.233

0.755

0.227

0.768

0.246

-0.192

SO42-

0.141

-0.090

0.817

0.207

-0.041

0.912

0.281

0.775

0.341

0.180

0.868

NO3-

0.275

0.035

0.732

0.684

0.139

0.794

0.816

0.842

0.846

-0.094

0.795

Na+

0.702

-0.127

-0,066

0.757

0.208

0.133

0.795

0.011

0.785

0.132

0.251

K+

0.846

-0.094

0.007

0.747

0.062

0.104

0.813

-0.415

0.811

0.155

0.381

P Total

0.091

0.407

0.435

0.148

0.176

0.557

-0.078

-0.167

0.415

0.328

0.183

NO2-

0.105

0.371

0.188

0.283

0.445

0.272

0.217

0.230

0.277

0.281

0.429

NH4+

0.201

0.645

0.521

0.076

0.739

0.673

0.421

0.671

0.469

0.764

0.730

Ca

0.864

0.209

0.745

0.819

0.297

0.849

0.807

0.873

0.799

0.418

0.829

Mg

0.730

0.155

0.817

0.672

-0.084

0.900

0.773

0.846

0.842

-0.031

0.793

Zn

0.047

0.057

0.416

0.244

0.198

-0.255

0.151

0.392

0.112

0.095

0.374

Mn

0.356

0.210

0.352

0.190

0.135

0.183

0.290

0.268

0.189

0.142

0.445

Al

0.092

0.154

0.273

-0.046

0.274

0.492

0.172

0.129

0.142

0.294

-0.128

Fe

0.151

0.337

0.173

0.204

0.348

0.094

0.341

-0.094

0.209

0.397

0.076

Cr

-0.065

0.765

0.204

0,027

0.710

0.163

0.019

0.173

0.027

0.805

0.189

Cu

0.003

0.819

0.141

-0.226

0.862

0.271

-0.165

0.229

0.192

0.763

0.395

Pb

0.017

0.729

0.056

0.090

0.664

0.162

0.186

-0.132

-0.102

0.651

-0.033

% Varianza explicada

18.1

52.5

13.7

27.5

41.1

16.6

32.6

47.9

12.2

60.4

9.7

Fuente: Elaboración propia

Para la microcuenca SF, incluida en el grupo 6, el análisis de factor dio como resultado la presencia de un factor VF2 que explica el 60.4 % de la variabilidad y que contiene parámetros como el pH, DBO, DQO y SST, que como se mencionó anteriormente está asociado a la descarga de aguas residuales sin tratamiento.

Conclusiones

A partir de los resultados obtenidos en la presente investigación, se puede concluir que las microcuencas que componen la subcuenca del río Virilla pueden ser clasificadas en seis categorías según el análisis de conglomerados. Estas categorías corresponden directamente con las diferencias en los patrones de uso de la tierra que predominan en cada una de ellas, de forma tal que las áreas que poseen importantes entornos urbanos se rigen por el aporte de la descarga de aguas residuales sin tratamiento, lo que se refleja en la presencia de altas concentraciones de DBO, DQO y SST en los cuerpos de agua superficial. Por otra parte, las microcuencas con predominio de bosques y pastos, presentan una variabilidad química en la calidad de sus aguas que puede ser explicada mayoritariamente por el aporte litológico y la escorrentía de sedimentos provenientes de zonas agrícolas y pastizales.

Dado que la dependencia de los impactos del uso del suelo en la escala espacial es diferente para los distintos contaminantes, es importante identificar y evaluar el aporte de las diversas fuentes de variabilidad como insumo para ser considerado en la generación de políticas que promuevan una gestión y conservación integral de la tierra, implementada en toda la subcuenca para abordar las múltiples preocupaciones relacionadas con la calidad del agua.

Referencias

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1 Coordinador del Laboratorio de Análisis Ambiental, Escuela de Ciencias Ambientales, Universidad Nacional, Costa Rica, jorge.herrera.murillo@una.cr

2 Investigador del Laboratorio de Análisis Ambiental, Escuela de Ciencias Ambientales, Universidad Nacional, Costa Rica, deivis.anchia.leiton@una.cr

3 Investigador del Laboratorio de Análisis Ambiental, Escuela de Ciencias Ambientales, Universidad Nacional, Costa Rica, jose.rojas.marin@una.cr

4 Directora de Calidad del Laboratorio de Análisis Ambiental, Escuela de Ciencias Ambientales, Universidad Nacional, Costa Rica diana.mora.campos@una.cr

5 Directora de Análisis Fisicoquímicos del Laboratorio de Análisis Ambiental, Escuela de Ciencias Ambientales, Universidad Nacional, Costa Rica, alejandra.gamboa@una.cr

6 Investigadora del Laboratorio de Análisis Ambiental, Escuela de Ciencias Ambientales, Universidad Nacional, Costa Rica, maria.chaves.villalobos@una.cr

Este artículo corresponde a la ponencia presentada en el I Congreso Centroamericano de Ciencias de la Tierra y el Mar, realizado en San José, Costa Rica, del 13 al 16 de noviembre de 2017.


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