REPERTORIO AMERICANO

ISSN-0252-8479

Segunda Nueva Época, N.° 27, Enero-diciembre 2017

Páginas de la 247 a la 251 del documento impreso

Sitio Web: http://www.revistas.una.ac.cr/index.php/repertorio/index



Desarrollo de la creatividad por medio de la música1

Sara Villarreal X.

Centro de Investigación y Docencia en Educación

Universidad Nacional

Resumen

La música es un estímulo artístico muy útil para desarrollar la creatividad en niños/as y jóvenes. Sin embargo, no ha sido valorada en los currículos académicos, a pesar de la predisposición natural del ser humano para la música.

Palabras claves: música, educación, niños/as creativos/as

Abstract

Music is a useful artistic stimulus that helps to develop children´s and teenager´s creativity. However, music has not been important in academic curriculum, even though human aptitude for music.

Keywords: music, education, creative children

La creación, como un todo, posee en sí los medios para expresarse y comunicarse libremente. El ser humano como parte de esta es también un todo poseedor de las mismas posibilidades, además de capacidades que necesita desarrollar conjuntamente con habilidades que le permiten y favorecen la creación como respuesta mediata e inmediata y real al acto de imaginar: “En un sentido general, se comprende por creatividad a las actitudes creadoras que en distintos ámbitos de la vida se manifiestan con diferente calidad e intensidad” (Heinelt, 1979, p.11).

Desde el adulto (padres de familia y educadores)

El desarrollo de la creatividad como capacidad de lograr y obtener productos acabados, según Lowenfeld y Brittain (1972), es una forma de comportamiento que se aprecia y transmite a través de expresiones espontáneas.

Este es un asunto problemático que se perpetúa, reproduce y mantiene a través de una conducta que en forma oculta se ha transmitido y logrado interiorizar en los participantes del sistema educativo como institución que atiende la formación y el desarrollo integral del ser humano desde su nacimiento hasta que éste decida no continuar el proceso. “Nos proponemos como fin educativo potenciar el desarrollo de personas felices, libres, creativas y solidarias, capaces de comprender e intervenir en el mundo haciendo posible la construcción de una sociedad mejor” (Cano y Lledó, s.f., p.12).

Del resultado de un desarrollo de las propias capacidades, habilidades y aptitudes, en consecuencia se obtiene la formación de actitudes y valores hacia la expresión, comunicación y creación a partir de diferentes formas artísticas.

“En la música cada uno puede encontrar su propia expresión y crear su propia interpretación” (Logan y Logan, 1980, p. 234). Si la actitud del adulto hacia la expresión creadora en el niño, el joven y en sí mismo es valorada como un “adorno”, un “lujo”, o un “derecho”, la oportunidad de crecer y asimilar la realidad y aun transformarla, en favor de tener una vivencia más plena y profunda, se ve además de limitada, frustrada, y resultado de ello es la gran cantidad de adultos que expresan sentirse incapaces de crear música utilizando sus capacidades naturales:

Una de las tareas más difíciles del maestro de niños pequeños es procurar los caminos socialmente aceptables en los cuales los niños puedan usar su capacidad creadora, y donde se los estimule a hacerlo, mientras reduzca a un mínimo el campo de las restricciones. (Lowenfeld y Brittain, 1972, p. 51-52)

Si hay adultos felices, habrá muchos niños felices.

Desde el sistema educativo

La posición que mediante decisiones consensuales y políticas educativas se manifiesta como actitud y decisión ante la valoración y ejecución de acciones que permite darle una utilidad funcional a la expresión creadora a partir de la música en el desarrollo de planes y programas, es desfavorable debido a que no se da un apoyo declarado y real en el que se le dé importancia al desarrollo integral del estudiante en sus diferentes niveles de participación:

Es parte de la función de la escuela primaria asegurar que la música penetre lo más libremente en sus vidas, que se amplíe el campo de expresión musical y que se desarrolle su capacidad de percepción y de ejecución. Durante todo el día la música debe ser parte integrante de su vida y su actividad cotidiana. (Logan y Logan, 1980, p. 239)

Las intenciones que se tienen en realidad con este tema son excelentes, las acciones no corresponden y una muestra de ello es la categoría profesional en que se ubican las asignaturas llamadas “especiales”:

En una sociedad democrática, es requisito fundamental que el individuo esté capacitado para saber lo que piensa, decir lo que siente, y ayudar a construir el mundo que lo rodea. La necesidad de autoidentificación debe ser algo vital en nuestro sistema educacional. (Lowenfeld y Brittain, 1972, p. 15)

El arte es un medio a través del cual se logra el desarrollo del potencial creador del ser humano, no solo en un nivel artístico “sofisticado”, sino también en cuanto a actitudes, capacidades y habilidades naturales como una conducta que responde y satisface necesidades, intereses e inquietudes.

Creatividad en el aula

El espacio que pueden llamar propio el estudiante y el educador es el aula, lugar en el que se llevan a cabo acciones que favorecen o no el desarrollo creativo del currículo, desde el niño y el joven, por el educador y hacia la educación como proceso de desarrollo y atención integral:

La escuela ideal es la que proporciona al niño un lugar para encontrar respuesta a los interrogantes, donde se aviva su curiosidad, y se le proporciona estímulos para continuar una búsqueda determinada. En el primer contacto con la escuela, el niño tiene que encontrar un ambiente adecuado para practicar y escuchar la música, una materia que no se aprende con explicaciones, sino con vivencias (Moreno y Sastre, 1988, p. 70-71)

El potencial creador del niño y del joven es un recurso del que el educador debe hacer uso, ya que a partir de sus capacidades creativas en cuanto a su utilización, se favorece la experiencia formativa, ya que el nivel de significación para los participantes responde a sus intereses, necesidades e inquietudes.

La actividad del aula a partir del niño y del joven como sujetos, lo más conveniente es que se desarrolle en forma activa, ya que estos son entes lúcidos en su comportamiento:

La clase es una unidad abierta, flexible en que cada persona se reconoce a sí misma y al grupo, donde se exponen los intereses y se construyen los aprendizajes. Un clima nuevo surge cuando el alumno no es número sino una persona que siente, que pertenece a un entorno familiar y que, construyendo uno nuevo enriquece su experiencia vital global. Su perspectiva de “escolar” no anula su papel de niño. (Cano y Lledó, s.f., p. 25)

Creatividad en el niño

La actividad es el comportamiento espontáneo del niño y del joven (casi siempre). La creatividad como acción natural es una necesidad que él mismo busca llenar con la utilización de sus conocimientos en relación con la situación que busca solucionar: “Un niño que es afectivo y emocionalmente libre y que no está inhibido en lo que concierne a la expresión creadora, se siente seguro para afrontar cualquier problema que derive de sus experiencias” (Lowenfeld y Brittain, 1972, p. 27).

El desarrollo y atención de la capacidad imaginativa y creadora musical no debe ser enfocada solo como una forma de expresión y comunicación, sino también como un aporte al desarrollo de capacidades y habilidades que hacen posible darle solución a retos surgidos y generados intencionalmente por el guía y facilitador de experiencias en el proceso de desarrollo integral.

Para el niño y el joven, la música es un lenguaje que utilizan para expresar sus sentimientos, pensamientos, intereses y conocimientos que tienen sobre el medio ambiente que les rodea: “Si los niños pudieran desenvolverse sin ninguna interferencia del mundo exterior, no sería necesario proporcionarles estímulos para su trabajo creador” (Lowenfeld y Brittain, 1972, p. 9).

La forma de expresión creadora a partir de la música muestra las características personales y la individualidad de cada uno, por lo que a pesar de la negación real de un contacto con la música como lenguaje natural y espontáneo desde el nacimiento por la paulatina desaparición del canto de cuna, el que se sustituye por la radio u otro recurso que llena una necesidad de estímulo auditivo, situación que contribuye a una subutilización de las capacidades musicales naturales del ser humano desde pequeño: “El niño que se expresa de acuerdo a su nivel, se torna más decidido en cuanto a su propio pensamiento independiente, y expresa sus ideas y pensamientos a través de sus propios medios” (Lowenfeld y Brittain, 1972, p. 18).

Música y creatividad

La expresión, comunicación y creación por medio de la música como lenguaje es un derecho; la música es innata en todos los hombres y mujeres, debido a que no se hace necesario obtener conocimientos teóricos para expresar y cantando compartir sentimientos, pensamientos, conocimientos y experiencias del momento o anteriores. Es necesario buscar vías no enajenadas que nos permitan a los adultos generar y lograr un cambio de actitud hacia la utilización de la música como un medio o recurso que nos facilita la comunicación con el niño y el joven, que nos conduce a lograr un mayor conocimiento sobre las propias capacidades, habilidades, aptitudes y actitudes creadoras.

La forma en que se mantiene ubicada la música dentro del currículo es un asunto que apoya y conserva una valoración que refleja una posición filosófica, cultural e histórica que desfavorece un cambio de actitud colectiva hacia una más ágil y funcional utilización en las actividades cotidianas del niño y del joven.

El reconocimiento de aptitudes musicales a niños y jóvenes que son integrantes de un grupo escolar y colegial, sustenta y mantiene una actitud selectiva en cuanto a que son ellos y ellas quienes tienen derecho a formar parte de los grupos, los que en general cumplen una función que pocas veces alcanza más allá del espectáculo o diversión en representación de una determinada institución educativa, dejándose así de lado la atención de la mayor cantidad de estudiantes; experiencias que para unos son alegría y para otros frustraciones, no dejan de ser para ambos una etiquetación y en consecuencia la construcción de un pensamiento que enmarca la imposibilidad de adquirir tales habilidades gracias a un desarrollo y atención integrales.

“Ir a la creatividad a través de la música significa que el niño montará en su Pegaso y cabalgará a sitios lejanos, lugares inexplorados del mundo para vislumbrar el ballet de las estrellas o escuchar la música de las esfera. El aspecto creativo no está reservado únicamente a la composición de melodías o canciones para su ejecución. La creatividad puede y debe ser una parte integrante de todas las experiencias musicales: escenificación de canciones, creación de ritmos, juegos cantados, creación de coreografías, orquestación, audición, adición de un acompañamiento instrumental o de uno obligado a una melodía conocida. (Logan y Logan, 1980, p.232)

Bibliografía

Cano y Lledó. Cuadernos pedagógicos, s.f, N° 159.

Heinelt, Gottfried. Maestros creativos- alumnos creativos. Buenos Aires: Kapeluz, 1979.

Logan y Logan. Estrategias para una enseñanza creativa. Barcelona: Editorial oikos-tau, 1980.

Lowenfeld y Brittain. Desarrollo de la capacidad creadora. Buenos Aires: Kapelusz, 1972.

Moreno y Sastre. La pedagogía operatoria hoy. Barcelona: Laia, 1988.


1 Ponencia. III Congreso de literatura para niños y jóvenes “Lilia Ramos”, Costa Rica, setiembre de 1990.

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